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BRISA

—Que idiota. —murmure absorbiendo mi mate mientras miraba fijamente la pantalla de mi celular.

—A ver. —Sam se acercó a mi celu y ambas empezamos a leer la nota de infobae:

"¿Changuito Zeballos con novia?

Estas últimas semanas estuvimos viendo a la nueva estrella del Xeneize muy pegada a una rubia. Algunos decían que se trataba de su hermana Camila, otros aseguran que no lo es ya que tienen distinto color de pelo y además qué hay una diferencia considerable de altura.

¿Será esta una nueva distracción para su carrera?

El equipo de Battaglia viene ganando cinco partidos consecutivos después de haber tenido una mala racha y haber considerado cambios para su 4-3-3..."

Después de ver la foto de Exequiel pasándole el brazo por el hombro a la mina, deje de prestarle atención al artículo. No me sorprendía pero tampoco voy a negar que me afectaba un poco.

Quizás sólo era porque me encantaba que esté atrás mío, y si tenía novia no iba a hacerlo más. O quizás porque yo era bastante territorial y me gustaba que los pibes que me chamuyaban estuvieran sola y únicamente para mi. No se.

También me molestaba el hecho de que si tuviera novia estuviese tanto atrás mío. Podía ser una forra en muchos ámbitos de mi vida, pero a las pibas las respetaba, y ni ahí me metía con un pibe con novia por empatía a ella.

—Yo te dije.

—¿Que cosa? —rió Sam.

—Que es un gato.

—Es que eso ya lo sabemos amiga, pero eso no quita lo bueno que es con vos.

Le di la razón, pero de todas formas no me gustaba. No flasheaba porque hacía una semana que nos conocíamos, pero igual no podía evitar preguntarme si todo su esmero conmigo era posta sólo para tener relaciones sexuales, o cual era su intención.

Digamos que si solo era para tener relaciones me sorprendía un poco al nivel al que pueden llegar los hombres para ponerla, porque él chabon literalmente podía tener a la mina que quería, y si yo se la estaba haciendo tan difícil, ¿por que no se iba con otras y listo?

—¿Volviste a hablar después del hotel?

—Ni apareció.

—Bue ya fue amiga, quédate con Lautaro.

Me causo gracia porque por nada del mundo se le iba su obsesión con Lucas. Ni siquiera si los que nos chamuyaban eran los mismísimos jugadores del Club Atlético Boca Juniors. Ella quería que esté con el mejor amigo, y la verdad que Lauti me parecía bastante lindo, de hecho antes de que apareciera Exequiel era el único pibe con el que interactuaba ya que los de mi facultad eran insoportables y prefería no relacionarme con ellos.

Y bueno, los de Santa Fe eran pasado pisado.

—Tampoco tenía intenciones de quedarme con Zeballos.

—¿Entonces por que lo seguías viendo?

—Amiga, ¡el flaco vino a buscarme a la facultad! ¿por que te empeñas en creer que la que lo busca soy yo?

—Tenes razón. ¿Lo vieron tus compañeros?

—Absolutamente todos. No pararon de preguntarme por él en la semana. Sobretodo Martina, quedó enamorada.

—Ya me imagino la voz chillona de Martina.

Reí.

—Quiere que la ayude a que él le dé bola.

—Que mina insoportable.

𝐏𝐞𝐥𝐢𝐠𝐫𝐨𝐬𝐚 𝐎𝐛𝐬𝐞𝐬𝐢𝐨𝐧 | Exequiel ZeballosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora