06 | Días incómodos

11K 528 37
                                    

06| Días incómodos

La alarma suena y me despierto de inmediato, esta vez no la pospongo, me levanto de la cama con todos los ánimos del mundo y me voy a la ducha.

El día promete, así que me encuentro con buenas vibras y las energías al cien por cien.

Me voy a la ducha con la canción en la cabeza «Frío» de Beret, entro y tarareo las letras de la canción mientras voy duchándome, me lavo los dientes y salgo de allí. Como siempre, busco mi uniforme de todos los días, me lo coloco y me visto despacio y con calma.

Voy al espejo y me peino el cabello, decido dejarlo suelto porque así me siento más cómoda y más hermosa, me pongo un poco de lápiz labial y unos pendientes.

Acopio mis pertenencias y salgo de casa de camino a la preparatoria. A estas horas ya mamá no está, debido a que tiene que marcharse al trabajo mucho más temprano yo. Me deja siempre el desayuno preparado, pero no siempre lo como en casa, prefiero llevarlo en mi lonchera y comerlo en la preparatoria porque no siempre me gusta desayunar tan de mañana.

Llego a mi destino y de inmediato me dirijo hacia mi salón de clases, al llegar ya están la mayoría allí y sobre todo mis amigas, que son puntuales excepto Franchess, ella siempre llega tarde. Al parecer el Espíritu Santo la ha tocado hoy, porque es un milagro que esté temprano en clases.

La maestra aún no ha llegado.

—Buenos días —saludo a todos al entrar.

Me acerco a mi asiento.

—Buenos días a mis hermosas chicas.

Le propino un abrazo a mi mejor amiga, quien está con una sonrisa de oreja a oreja en su asiento.

—Buenos días, Leit, ¿cómo amanecen esos ánimos? —estrecha sus manos hacia mí para abrazarme.

—Excelentemente bien—, respondo—imagino que tú también ¿no?

Ella asiente, alejándose de mí y sentándose nuevamente.

—Amorcito, ¿cómo amaneciste? —saludo a mi otra amiga, Caroline.

Caroline es demasiado dulce y cariñosa, me aprecia muchísimo como yo también a ella.

Se incorpora de su asiento y me abraza fuertemente como cada mañana.

—Buenos días, cielo, amanecí muy bien espero que tú también— musita, con una sonrisa en su rostro al momento que se separa de mí.

«¿Qué sería yo sin mis amigas?»

—Pues sí, estoy muy bien— expreso, tomando asiento entre el medio de Xiara y Caroline.

—Que bien se siente que hoy ya es jueves—, comenta mi mejor amiga, sonriente.

Así es, todo lo mejor.

Todos hablan y murmuran de lo sucedido ayer, lo comentan con dos compañeros que no vinieron y estos se encuentran riendo y estupefactos. No puedo escuchar desde aquí con exactitud, pero sé que están hablando de ello.

Sprite entra al salón transluciendo su figura imponente y perfecta, y mi corazón da dos saltos fuertes como si quisiera ir tras él. Trato de desviar la mirada y hablar con mi amiga Xiara, para que el no note el peso de mi mirada.

—¿Pensaste bien lo que te dije ayer?

—Sí, pienso decirlo hoy— explico, un poco avergonzada.

—¡Interesante! Ya quiero ver qué pasará después—, dice gozosa.

Me limito a reír y no digo más. La verdad es que me aterra lo que vaya a suceder después, me aterra la idea de que le importe una mierda, de que actúe indiferente o simplemente me rechace. No es que le pediré que sea mi novio, obviamente no, pero decirle a alguien que estás enamorado de él/ella, se entiende como si quisieras tener una relación amorosa con esa persona. Y efectivamente.

Respiro profundo.

La maestra que corresponde ahora no llega, y es muy raro porque ella nunca falta.

—Es raro que la maestra Teresa aún no ha llegado ¿verdad? —pregunta Xiara.

—Totalmente, es muy raro. Pero creo que un día que no tomemos clases de ella está más que bien.

—No pues sí. —Se ríe.

Me limito a desayunar porque siento que el estómago me ruge ya, comparto mi desayuno con Xiara y ambas desayunamos. Ya que la maestra no vino aprovecharé y me acercaré a Sprite para hablar con él, ya que se encuentra solo en su lugar utilizando su teléfono móvil.

Seré sincera y le diré lo que siento. Que pase lo que tenga que pasar.

Escucho que lo llaman y frunzo el ceño, es Odalys.

Él la mira con desagrado y espera a que ella diga lo que quiere, pero ella no dice nada y solo palmea el lado izquierdo donde hay un asiento vacío, Sprite capta rápidamente el mensaje, se incorpora de su asiento, toma su mochila y se va en dirección a Odalys.

Yo me atraganto y dejo de comer, la rabia y los celos que siento en este momento son demasiados y siento la necesidad de golpear a alguien.

—Tranquilízate —suelta Xiara, mirando la escena y terminando su desayuno.

—Ya te dije que es mala idea decirle lo que siento, tan solo observa— la rabia me corroe.

—Ay, Macary, eres tan tonta a veces, ¿en serio no ves que es ella el problema? Es ella la lanzada, no él.

—Pero a él le gusta, porque si no le gustara, mantuviera su distancia con ella.

La rabia que siento se ha mezclado con una tristeza inmensa, y odio sentirme así, es como si de algún modo me estuviera haciendo daño yo misma, porque Sprite no me pertenece, no tenemos ni hemos tenido nada, y cuánto odio verlo con Odalys.

Sé perfectamente que a él le gusta esa chica, pero ella no le corresponde, no es mujer para él, ella es una respingona, una fácil. El merece a una chica culta, educada e inteligente, una chica que sí lo represente.

—Tu podrías hacer que el mantenga su distancia con ella, pero en lugar de ponerte en ello, andas pensando en que si a él le gusta o no.

Echo un vistazo en dirección a ellos y se encuentran riendo mientras ella le comenta algo muy seductoramente a Sprite. Trato de relajarme y dejo de mirarles.

—Vamos afuera a caminar un poco— propongo.

Ella asiente.

Salimos y recorremos toda la preparatoria.

₊˚ˑ༄ؘ ˚₊♥₊˚ˑ༄ؘ ˚₊♥₊˚ˑ༄ؘ ˚₊♥₊˚ˑ༄ؘ ˚₊

El fin de semana llega y agradezco a Dios por ello, los últimos días no han sido muy fáciles para mí ya que he tenido que aguantar a Odalys y a Sprite. Han estado más pegado que nunca porque Odalys no lo deja ni un segundo en paz.

Jugaron reto ayer, pero yo no jugué ya que jugaba Odalys, no es que tenga algo contra ella ni mucho menos le guardo algún rencor, pero prefiero mantener mi distancia ya que ella suele ser muy "amigable" y no quiero roses.

El juego no tardó mucho porque varios de mis compañeros tampoco jugaron ni mucho menos mis amigas, y el juego fue un fracaso. Gracias a Dios.

A la semana siguiente también fue lo mismo, no tenía chance de hablar con Sprite ya que Odalys andaba deambulando como perra faldera detrás de él. Mi estado de ánimo se redujo demasiado y ya no hallaba qué hacer al respecto.

A través de un reto ©  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora