23 | Adversidad

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23 | Adversidad.

Canye
Santo Domingo Este

Xiara

La mañana se me va haciendo nada y ni siquiera me he bañado, mi familia está haciendo empaques porque ya casi se van a casa de mi abuela, ¿y yo? Pues esta es la hora que no he empacado ni a mi gato, pues no me quedará de otra que quedarme en casa sola.

Después de todo no quiero ir a casa de esa mujer después de haber maltratado a mi queridísimo Dester.

—Xiara, ¿qué pasa contigo que no te has vestido ni empacado nada? —mamá entra a mi habitación de repente—, ya nos vamos a casa de tu abuela.

—No iré, no tengo ganas—, espeto.

Yasmiry pone cara rara y no se contiene a responderme con su tono de voz agridulce.

—Dile eso a tu papá.

Se marcha de la habitación dejándome con la palabra en la boca.

Pasan las horas y me encuentro en el vehículo con mi familia, el muy enojón de mi papá aseguró que no me dejaría en casa sola y desgraciadamente tuve que venir, luego de que me tomara una hora y media prepararme. A ese hombre no le puedo contradecir jamás.

Viajar es bueno, siempre y cuando, quieras hacerlo, pero cuando no está dentro de tus planes ni mucho menos de tu querer, se torna aburrido. Y más aburrido aún, cuando te diriges a un lugar el cual no quieres visitar.

Estoy en el asiento trasero con mis audífonos, escuchando a Morat, mientras voy mirando por  la ventana toda la ciudad.

La preparatoria me tenía muy exahusta, cansada y sin dudas que necesitaba un descanso. Amo las vacaciones, lo único que no me gusta de ella es que no veo a mis amigas todos los días por la mañana.

Empiezo a tararear la canción de Morat y noto la mirada de mi papá por el retrovisor, no me inmuto en devolverle la mirada y sigo concentrada en mirar hacia las calles.

Algo capta mi atención abruptamente y enciendo mi iPhone de inmediato y detengo la música, me quedo observando al chico con esa chica que desconozco aparcando en aquel estacionamiento. Todo pasa muy rápido ya que vamos en la pista y hay que conducir a una velocidad rápida.

Sprite con una chica.

El corazón me da dos saltos fuerte y ni siquiera sé porqué me preocupa de ese modo, a lo mejor estoy equivocando las cosas y quizás es su hermana, una prima o talvez su amiga, ¿por qué tendría que pensar lo malo?

Enciendo de nuevo mi móvil y deslizo mi huella digital para desbloquearlo, entro a Whatsapp y inmediato se refleja el contacto de mi mejor amiga ya que la tengo fijada.

Pero lo pienso muy bien antes de escribir el mensaje. ¿Qué estoy haciendo? ¿Que es lo que voy a decirle a mi amiga? Si bien no sé si esa chica que estaba con Sprite era cualquier cosa menos lo que estoy pensando. No puedo levantar falsas calumnias sobre él, a sabiendas de lo muy enamorada que está Macary.

Me relajo y sigo con lo mío, le doy mas volumen a la música y trato de cerrar mis ojos un poco.

Sprite y Macary hacen una linda pareja, creo que más que eso serían excelentes novios ya que tengo la sensación de que se comprenderían muy bien. Quiero lo mejor para mi mejor amiga y siendo sincera, Sprite es el chico perfecto para hacerla feliz, por esa razón me empeño tanto en que ella le demuestre a él lo que siente, porque de lo contrario el no se enterará por arte de magia.

A través de un reto ©  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora