13 | Travesía
Me siento una estúpida ahora. No sé qué hacer al ver que Sprite se acerca a nosotras. Nos hemos detenido intuitivamente y ahora el creerá que lo estamos esperando.
—Pero qué maricón —suelta Britney, de momento.
Y sí, efectivamente.
Por mi parte, no puedo decir nada, solo me quedo viendo cómo se detiene en frente de nosotras.
—¿Explícame? —Sprite me habla a mí, algo exaltado.
Trae mala cara, pero eso no me inmuta ni me importa en lo absoluto.
—¿Que te explique qué? —me pongo a la defensiva, exaltándome también.
Yo sí que tengo mis razones para hacerlo.
—Dije que volvería, Macary.
—¿Tres horas más tarde? ¿Crees que el tiempo de los demás no vale? —Suelto, mirándole muy fijamente.
—Dime qué harás, ¿te irás o no? —Ignora por completo lo que dije.
—Me voy.
—Macary —interviene Britney —volvamos.
Me sujeta del brazo, suavemente.
Y me odio en este momento, porque sé que no tengo el valor suficiente para irme a mi casa y no mirar atrás. Porque muy en el fondo deseo con todas mis fuerzas volver a esa casa y pasar otro momento con Sprite, aunque mi orgullo me susurre miles de groserías.
—Va— digo de pronto, al notar que Sprite me mira fijamente, con los mismos ojos que lo miré horita cuando se marchó.
Cómo me gustaría pagarle con la misma moneda.
—Móntate con él, Ley. Me iré caminando con Macary.
Me invade la decepción y la tristeza.
Porque esperé que Sprite dijera que me suba yo con él, en lugar de ella, pero no lo hace. Solo espera a que Ley se suba y se van a toda velocidad.
Britney y yo caminamos en silencio por unos minutos y luego hablamos de cosas sin importancia.
Llegamos rápido y Sprite está afuera, esperándonos.
Las siguientes horas transcurren así: hablando y riéndonos descabelladamente, tomándonos unas cervezas con la música retumbando nuestros oídos. Más de una vez, he visto a Ley muy sabrosa con Sprite y eso me molesta y me acongoja. Sinceramente una parte de mí ya se quiere ir, pero otra parte, quiere seguir aquí.
De pronto el ambiente se pone algo aburrido y Sprite no se acopla a ello, así que espeta:
—Ya me voy— dice y me mira esperando una palabra de mi parte, al no obtenerla, habla nuevamente —Nos vamos. —Se corrige.
—Sí —es lo único que pronuncio, como una estúpida.
Y lo dice como si fuera su chica, y eso de alguna manera, me ha gustado.
Tomo mi bolso y me pongo de pie, igual que él.
—Nos vemos mañana pues—, se despide Britney.
—Si Dios quiere.
Nos encaminamos afuera y de inmediato el enciende la motocicleta. Me subo y nos vamos del lugar.
Esta vez, no va despacio, va a toda velocidad y supongo que lo hace a propósito para que le diga algo, pero no lo hago, solo me sujeto bien, me apego a él y cierro mis ojos.
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A través de un reto © #1
Ficção AdolescenteUn reto. Un beso que desencadena el amor. Lazos difíciles de atar. Y una verdad que puede echarlo todo a perder. ~'~'~'~'~'~ RESPETA LOS TÉRMINOS Y CONDICIONES DE ESTA OBRA. POR FAVOR, NO COPIAR Y NO ADAPTAR. 🚨