11 | Un problema aquí y otro allá

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11 | Un problema aquí y otro allá


El domingo llega y se acaba rápido. Tan rápido que ya es de noche y me encuentro organizando mis cosas para mañana. Este día ha sido muy atareado para mí ya que he tenido que hacer limpieza profunda, ocuparme de pagar la luz, el agua y sobre todo ir de compras. Por suerte no tengo tareas pendientes. La semana pasada fue un poco cargada, pero me preocupé por realizar las tareas de una vez y no dejarlas para este fin de semana.

El sábado por la noche, tuve que inventarle una mentira a Britney, ya que en sí no estaba bromeando con eso de que vendría a las diez de la noche a visitarme. Le dije que mi madre y yo tuvimos que viajar a casa de mi abuela porque se puso un poquito grave de salud y no podíamos dejar pasarlo por alto. Me disculpé y ella entendió perfectamente. Sé que fue un poco cruel de mi parte, pude haberle dicho otra cosa, pero eso fue lo más rápido que se me ocurrió. Dijo entonces, que tendría que ir a su casa cualquier día de la semana para recompensarle.

Termino de arreglar mis cosas y me limito a preparar la cama para dormirme. Le quito la sábana que tiene puesta la cama y la llevo a las ropas sucias. Le pongo una limpia de color blanco con morado y la tiendo bien. Me pongo mi pijama y me meto a la cama.

Ni siquiera me molesto en tomar el móvil, ya que estoy muy cansada y debo dormir, porque si empiezo a revisar mensajes, automáticamente se me quitará el sueño. Y no quiero llegar tarde a clases mañana.

Escucho que golpean suavemente la puerta y de pronto se abre.

—Que pases buenas noches, hija.

—Gracias, ma, igual tú— digo entre sueños.

Noto que de inmediato se retira del lugar y cierra la puerta con cautela.

Entre sueños, pienso en Sprite y en lo mucho que me gusta. No sé qué hacer con estos sentimientos que me invaden día tras día. Temo por el hecho de que terminen arropándome y ya no puedo controlarlo ni un poquito. Pero ¿a quién engaño? Lo que más temo es que mi amor por él no sea correspondido, que esto solamente se quede deambulando en mi interior y nada más.

Me aterra pensar en que soy poco para él, o que quizás él nunca me verá como yo quiero que lo haga. Quizás Odalys pueda conquistarlo y yo no, porque a ver, no hay que tapar el sol con un dedo. Ella es hermosa y para nadie es un secreto, mucho menos que los hombres siempre van detrás de una cara bonita y unas buenas nalgas...

Y yo no tengo nada de eso.


₊˚ˑ༄ؘ ˚₊♥₊˚ˑ༄ؘ ˚₊♥₊˚ˑ༄ؘ ˚₊♥₊˚ˑ༄ؘ ˚₊


Abro los ojos y me sorprende no escuchar el sonido de la alarma. Los rayos del sol se cuelan por mi ventana y eso me indica que ya es de mañana. Tomo el móvil que está cerca de mí en la mesita de noche y justo allí suena la alarma. Doy un respingo y la apago de inmediato. Me he despertado antes que suene.

Me doy cuenta que mi teléfono celular está en 7% de carga, se me olvidó por completo ponerlo a cargar anoche. Al no tomarlo ni siquiera para ver mensajes pendientes, no me acordé de conectarlo.

Me incorporo de la cama y me voy a la ducha de inmediato. Minutos después salgo de allí y me visto rápidamente. Peino mi cabello y como siempre, lo dejo suelto. Me quito los pendientes que tengo y me coloco otros. Creo que ya es una costumbre ir con pendientes diferentes a la secundaria. Me pongo un poco de lápiz labial y me calzo los zapatos.

Ya lista, tomo mi cargador y mi celular y lo entro en mi bolso. Antes de salir de la habitación me pongo algo de aroma y salgo de allí.

No me tardo mucho en el camino así que llego rápido a la preparatoria.

A través de un reto ©  #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora