08 | Reto en mi habitación
Por inercia, me incorporo del asiento, no sé lo que estoy haciendo, pero dejo que él me lleve hasta el baño, no soy capaz de mirar a mis compañeros que están riendo como locos y diciendo cuántas cosas que no logro entender.
Vamos por el pasillo que da hacia el baño y reacciono rápidamente:
—Mejor vayamos a mi habitación— propongo, y no sé de donde salgo con esto, simplemente trato de disimular mi asombro de lo que yo misma he dicho y solo espero que él responda, porque ya es tarde para retractarse.
Él no se inmuta ante lo que digo, solo se detiene y me suelta del brazo.
«Ya me traía muy caliente su agarre»
—Te sigo —musita, dándome paso para que yo lo dirija hacia la habitación.
Camino por el pasillo y siento sus pasos detrás mí, no sé qué acabo de hacer con decir que mejor vayamos a mi habitación, no sé en qué estaba pensando, eso se escuchó muy provocador de mi parte, es como si lo he desafiado a que haga de mi lo que quiera allí dentro.
«Que sea lo que Diosito quiera»
Giro la perilla de la puerta y me hago a un lado para hacerlo pasar.
—Adelante.
—Las damas primero—, su cara está impregnada de picardía.
Mis células se alborotan y mi cuerpo se enciende de una llama inexplicable.
Trago saliva y hago lo que me pide, entro y me quedo allí en medio de la habitación como una tonta, sin saber qué hacer.
El cierra la puerta detrás suyo y se vuelve hacia mí. Su cara está impregnada de un tinte lujurioso.
—Creo que debe ser un privilegio estar aquí con una de las chicas más inteligente de mi clase— masculla, acortando la distancia entre nosotros—con la chica que escribe libros...
Su mirada se posa en mis labios y la mía va tras la suya también, no sé qué decir ante lo que ha dicho, porque siendo sincera solo quiero comerle la boca.
Él se acerca a mí haciendo que nuestras respiraciones choquen entre sí, mi ritmo cardíaco acelera su pulso y mi piel empieza a calentarse mucho más. Aún no sé qué decir, la mirada de Sprite es desafiante y da por intimidarme un poco, pero me dejo llevar por la ebullición que tengo en mi entrepierna y doy el primer paso, no me resisto, así que lo tomo del cuello y contraigo mi boca contra la suya.
Lo beso con más ganas que las veces anteriores, lo beso libremente porque aquí no hay espectadores, ni nadie que pueda interrumpirnos. Mi lengua busca la suya desesperadamente y el me la concede. Sus manos viajan a mi espalda mientras lentamente baja a mis nalgas y les da un agarre fuerte.
Estamos en medio de la habitación y ningunos se mueve ni un milímetro, estamos aquí besándonos como si supiéramos que el mundo va a acabarse mañana.
Sprite se aleja de mi boca y va tras mis tetas, así que le pongo la tarea fácil y me quito el sujetador en un movimiento ágil que me permite desabrocharlo de inmediato. Sprite me las lame con delicadeza, causando que me estremezca en el lugar, lo hace de lo más placentero y, por tanto, no me incomoda su delicadeza al lamerlas.
Mi mano izquierda se responsabiliza y va en dirección a su entrepierna, lo agarro con firmeza y Sprite suelta un gruñido en mis pechos, está muy duro allí dentro y sentirlo de esa manera me tiene al borde un colapso mental.
«Perdóname, mamá, por lo que estoy haciendo»
Mi desesperación se desencadenada en cantidades industriales así que lo aparto un poco para que se despegue de mis pechos y me limito a desabrochar su pantalón. Suelto su correa con apuro y saco de allí al monstruoso miembro. Es grande, gordo y recto, y me encanta lo que veo. Cierto que ya lo he sentido minutos antes, pero no es lo mismo sentirlo que verlo... ahora solo tengo unas ganas profundas de comérmelo y sentirlo dentro de mí.
Sprite se queda mirándome reflejando el inmenso deseo que siente, y estoy segura que mi cara denota lo mismo.
Vuelvo a su boca y lo beso apasionadamente mientras voy manoseando su miembro, estoy tan caliente ahora que siento mi ropa interior empapada al cien por cien.
En un mordisco de labios que me proporciona, se aparta un momento de mí.
—Quiero que me muestres de que está hecha esa boca tan rica y sexy que tienes— gruñe, con un dejo de desesperación en sus palabras.
Algo me recorre mi espina dorsal, estoy más que caliente ahora, necesito algo más que besarlo y sé perfectamente lo que me pide.
Se perfectamente lo que estoy a punto de hacer, pero no lo pienso dos veces, lo haré, aunque mañana me arrepienta, porque el mañana es inseguro y hay que vivir el hoy, el ahora.
Además, ¿por qué tendría yo que arrepentirme de esto?
Me pongo de rodillas ante él y me pongo en marcha, esto sabe a gloria y no quiero despegarme de aquí, él suelta uno que otros gruñidos y eso me enciende y me pone más cachonda y vehemente.
Su miembro es grande así que no puedo meterla toda en mi boca, mide algunos veinte cm, creo. Es súper grande y cómo me encanta.
Alzo la mirada hacia arriba y lo veo muy complacido disfrutando lo que le hago, así que aumento mis movimientos para causar la eyaculación, no obstante, se escuchan voces muy cerca afuera.
—Será que se han olvidado que es un reto y que seguimos aquí— dicen, pero no logro deducir quién de mis compañeras es la que habla.
Me aparto de inmediato y me incorporo del suelo. Sprite reacciona rápido y mete su erecto miembro en su guarida.
—Tenemos que salir ya— digo, colocando mi sujetador nuevamente y arreglando mi blusa.
Asiente y termina de acomodarse el pantalón.
Me dirijo a la puerta y Britney y Luxmart vienen por el pasillo.
—Que desconsiderada—, habla Luxmart, con una risita.
—Ya estábamos por salir.
—¡Si claro! —suelta Britney, también riendo.
Sprite sale de la habitación y nos vamos del lugar, dirigiéndonos a la sala de estar donde se encuentran los demás.
Todas las sensaciones que sentía hace un momento desaparecieron de un tirón, me imagino cómo se sentirá Sprite.
—Imagino que hicieron de todo ¿no? —pregunta mi compañero Darwin, con una ceja enarcada.
—Hemos hablado mucho— responde Sprite, de lo más normal.
«Claro, he hablado mucho con su pene»
—Si claro—, vuelve a repetir Britney, con cara de suspicacia.
Eulate echa a ríe, junto con Niki.
—Creo que ya debemos irnos— dice Eulate.
—Sí, yo también lo creo, va como a llover—, concuerda Luxmart, agarrando sus cosas.
—De acuerdo, hay que irse—, dice Sprite, también tomando sus cosas.
—La próxima vez haremos tacos—, digo.
—Pues espero que nos juntemos pronto— habla Luxmart, sonriente.
—Si —suelta Niki.
Terminan de recoger sus cosas y se van a sus casas. Yo estoy anonadada con lo que acaba de pasar, no me lo termino de creer.
Voy a mi habitación y me arrojo en la cama boca arriba, perdida con el acontecimiento de hace unos minutos.
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A través de un reto © #1
Teen FictionUn reto. Un beso que desencadena el amor. Lazos difíciles de atar. Y una verdad que puede echarlo todo a perder. ~'~'~'~'~'~ RESPETA LOS TÉRMINOS Y CONDICIONES DE ESTA OBRA. POR FAVOR, NO COPIAR Y NO ADAPTAR. 🚨