One-shot's Rodorah -: ✧ :-゜・．

Un cielo libre de tristeza

Notas: one-shot con bendición.

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No sabían exactamente que lograban haciendo esto, más sin embargo, de un modo u otro tenían que hacer algo o él no se los perdonaría. Al fin de cuentas, el sentimiento de arrepentimiento por haberlo metido en este gran revuelto no era anda más ni nada menos que culpa suya, suya y de nadie más, ni de los humanos, los otros titanes o de Godzilla... No, fue solo suya...

Miraron por un poco más de tiempo el huevo, era de un hermoso color dorado que parecía un tesoro entre esa playa llena de arena y rocas. No había la menor duda de que se trataba de algo que ello ayudado a engendra y la tercera cabeza trago saliva, mientras que la segunda al extremo miraba con algo de desprecio aquella criatura que todavía ni siquiera había nacido. Decidieron que fue suficiente la observaciones y antes de que se creada un momento incómodo, Ichi se acercó para poner el huevo seguro dentro de sus fauses, era de tamaño perfecto para ser almacenado ahí mientras iban a un lugar seguro y con esto arreglado se fueron de la isla que se envolvía en silencio.

Pasaron varios días, se trasladó a varios lugares con tal de no ser seguidos o encontrados pero parecía que al fin habían encontrado un lugar perfecto cerca del océano Índico, una isla pequeña pero tan retoma y con pocos recursos que no era fácil de acceder para los humanos y los Titanes no tenían ningún interés de ir ahí y mucho menos Godzilla, nunca pensaría en buscar en un lugar así de inhóspito menos se de cruzaría la idea de que un futuro padre y su cría estaría ahí, no, tenía que estar en algún sitio mucho más adecuado para el cuidado de un crio.

Estaban con las cabezas bajas, tratando de descansar un poco, había una tormenta arrasando el lugar y por desgracia no era producida por ellos, en las costas de la isla las olas golpeaban con ferocidad la playa, se inundaba pero en el centro las condiciones eran un poco mejor, al menos para el huevo.
La temperatura seguía bajando, ellos ya lo habían sentido y era nada, no les causaba molestia pero no podía decir eso de su futura cría la cual necesitaba de un calor constante para poder eclosionar. Cosa que no podían darle ellos, ese era el trabajo de Rodan, él mismo se los había dicho la última vez que hablaron, junto a un montón de cosas más, pero Rodan no estaba aquí, solo ellos estaban aquí, un rey del espacio que ahora no tenía ni la más mínimo idea de como hacer para que su descendiente naciera sano y seguro, en un hogar hermoso y con un padre amoroso. No, lo único que tenía ese huevo era a ellos que... Eran despreciables.

A San se de formo un nulo en la garganta, pensar en todo eso no era lo que quería ahora pero era inútil, enredó su cuello más contra el suelo y trato de cerrar los ojos, dejando que la lluvia lo mojada y en el proceso las lágrimas que empezaba a fluir se las llevada pero, aquellas gotas que brotaba por su rostro eran tan cálidas y la lluvia tan fría, anti climático que lo hacía sentir únicamente desagradable.
Ni e Ichi lo observado con algo de atención, podía sentir como se sentía y más, ellos mismo también empezaron a sentir algo pero se negado a hacerlo saber con mejor control, al punto de que en su lugar prefería ver con inferioridad a su hermano menor. Eso hasta que, con un gruñido de molestia, Ni apartó la mirada para acostarse, probablemente para dormir un poco aunque no lo necesitaba y en todo caso, huir de las asquerosas lágrimas de su hermano.

Sintieron una luz por poco dejados ciegos pero era tan reconfortante, calida, como una manta cubriendo su cuerpo, como dos grandes alas que hacían eso mismo en días fríos.

Como...

Abrieron los ojos lentamente, en un trance de fantasía cada que se despertaban podía sentido con más fuerza y un sentimiento de alegría junto a la más pura tristeza se hacía presentes en ellos. Con una crisis real sobre si voltear al frente de esa luz que los calentaba con tanta nostalgia.
Finalmente lo hicieron y los tres al mismo tiempo de dieron la cara a aquella luz que... No era él.