Alas

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An sorry, me entretuve estando en otro famdon.

Notas: Au donde aparte de semi humanos ellos ya se conocían desde antes de los eventos de kotm, así que esto está esta ambientado en época prehispánica (?

Alas.

Rodan podía llenar un libro completo de las cualidades y caracteres que amaba de sus tres preciosos y fantásticos novios, no obstante si había una cosa física que llamaba demasiado su atención se trataba de sus alas.

La primera vez que los vio no creyó que fueran capaces de volar con ellas, se veían pequeñas y débiles, Rodan incluso creyó que solo las tenían de adorno, escudo o algo más defensivo como navajas cuando oh sorpresa, en una ocasión que se lesionó el brazo y así mismo sus alas de arpía San lo llevó volando hasta su isla.
Fue entonces que no pudo evitar ver más a detalle estas piezas de su cuerpo y al igual que los trillizos, cada pieza destacaba una personalidad única. Las alas de San eran las que veía más lisas, el dorado de sus escamas casi no brillaba ya que tendía a perderlas muy seguido en las peleas y la regeneración las dejaba en este estado, una prueba más de lo distraído que era.
Las alas de Ni eran las que con menos cuidado se veían las escamas de oro eran muy oscuras, aún así reducían a la luz del sol y eran de textura más áspera, tenían algunas partes rotas abajo que la regeneración no se molestaba en arregla (como su cuerno roto) y en todo caso, se notaban que las usaba para dar o amortiguar ataques enemigos.
Y las de Ichi eran las más sencillas de describir; perfectas. Ni más ni menos, el oro en ellas era donde mejor reducía, en un equilibrio perfecto entre la suavidad de escamas como en la resistencia, no era de sorprender que las cuidado mucho, se podía decir que era la parte de su cuerpo de la que más orgulloso se sentía, razón por la cual Rodan muchas veces las tocaba sin avisar con tal de hacerlo enojar.
Era divertido y a la vez lindo ver como toda la ropa que tenían o llegaban a tener la tenían que adaptar para poder dejar libres sus alas, así que muchas veces los veía en las noches cortando y cociendo sus nuevas prendas. Misma razón por la cual después Rodan empezó a regalarles camisetas o suéteres con esta apertura hecha de anticipado por su propia mano... bueno, quizás por sus súbditos pero él les había dicho que lo hicieran-.

— ¡Ya basta!

Si, detuvo de jalar sus alas, sin embargo, no por motivos buenos o respetar la decisión del rubio de cabello largo de dejado sino para tomar un descanso y en unos minutos más retomar la actividad.

Se encontraban en un cenote cerrando que se localizaba en unas cuevas antes de llegar al volcán de Rodan, solo había dos entradas, la principal de la cueva y una más grande e impresionante localizada en el techo del lugar en donde entraba una fina y hermosa luz solar que al tocar el agua igual de azul que el cielo se reflejaban en todos los extremos de la cueva, lo que hacía que pese a no estar totalmente cubierta con luz no se viera para nada oscuro. Rodan e Ichi estaban en una de las orillas rocosas, el cenote era profundo lo que les brindaba que aunque estuvieran recargados en las rocas el cuerpo estuviera flotando. El demonio de fuego recargo un lado de su cabeza sobre su brazo mientras veía atento al rubio que aún con una expresión de molestia trataba de cerrar los ojos y relajarse, este tenía su cabeza sobre sus dos brazos que estaban cruzados, lo que daba acceso a que sus alas ahora estuvieran simplemente sumergidas y gracias a las aguas cristalinas y vírgenes del lugar daban la transparencia suficiente para seguir viendo el resplandor de sus escamas doradas aún sumergidas.

— ¿Y cuanto tiempo será su estancia en la tierra, su majestad?

Desvío un poco el tema central con la esperanza de que el otro se olvidada del malestar y bajara la guardia, lo que llevó a recurrir sobre preguntar respecto a su plan en este planeta.
Para su suerte, Ichi abrió levemente uno de sus ojos rubí y suspirando empezó a hablar.

— Lo necesario ¿contaré con su ayuda?

— Vamos Ichi, ya pasamos esa fase de cordialidad, llámame Rodan.

—Oh, Rodan — abrió los ojos por completo y lo volteo a ver interesado—. Tus adoradores te llaman Xipe Tópec.

—Rodan es menos formal.

Ichi formó una pequeña sonrisa de lado con esta respuesta y el demonio copio el mismo gesto, lo que hizo del momento algo menos tenso.

Cuando Rodan hablaba de esto con Ichi no pensaba en que estaba traicionando a su especie, a su reyes y de completarse el plan exterminar una gran cantidad de vida en la tierra, en lo que él concierne eran solo una charla de negocios que le traería el beneficio de extender su territorio despertando todos los volcanes de su especie y en cuanto Ghidorah se marchara programarse como nuevo alfa de la tierra.

Aunque esta charla no salio porque verdaderamente estuviera interesado en planear una estrategia para la conquista sino aprovechar un momento exacto, espero y espero, buscando aquel instante donde el rubio estuviera lo suficientemente distraido y finalmente llego; de un momento a otro se de arrojó a Ichi hundiendo a este en el agua. Callando de inmediato sus gritos, alaridos o rayos con un beso en los labios mientras las manos morena se dirigía a la espalda, tocando nuevamente aquellas alas, acariciando los huesos, iniciando por el húmero, después deslizando sus dedos más arriba hasta el radio, flotando las yemas de sus dedos contra las escamas doradas y después se detuvo un poco al llevar al radial, la singular zona más alta de la ala en donde era adornada por una pequeña garra.
Entre el beso, Rodan abrió los ojos al no haber recibido ya un empujón y la voz del sol iluminó aunque pobremente, la imagen del alíen, sus cabellos rubios flotaban en todas direcciones, tan delgados como reflejantes que la luz les atravesaban fácilmente brindando un efecto casi mágico, los ojos estaban cerrados, en paz, satisfecho, no de molestaba en lo absoluto el beso ni las caricias en todas direcciones de sus alas.

Si pudiera describir esta escena seria: perfecta.

Sin embargo, en su caso, él sí necesitaba aire y por más mágica que fuera el ambiente estaban bajo el agua, lo que hizo que se separara primero y subiera a la superficie a tomar algo de aire. Jadeo un poco, pese a pasar un minuto o menos lo sintió muy agotador, no sabía si fue por dejarse llevar o no haberse preparado bien para sumergirse.
Al poco tiempo también subió Ichi extendiendo sus alas para sacudidas, especialmente para mojar a Rodan que solo atino a cerrar los ojos. El alíen iba saliendo del agua, escalando con relativa facilidad unas rocas.

— Eres hermoso.

Soltó una risa corta—. Lo sé.

— La perra más hermosa que he besado.

Se detuvo de golpe, volteando a ver a Rodan con un señor fruncido entre enojo como… confusión ¿de donde salió ese maldito comentario? En cuanto menos se dio cuenta fue jalado de sus alas arrojándolo de nuevo al agua de forma brusca, sin embargo, ahora no hubo una escena romántica esperando bajo la superficie sino simplemente a Rodan jalando de formas un poco bruscas las alas de Ichi mientras este advertía a que se quitará de encima ¿Cuánto tomaría para la descarga? Quizás Rodan no era muy inteligente, molestar a un sujeto que controla la electricidad en medio del agua…

Su salvación (y para la mala suerte de Ichi) fue escuchar insultos como ruidos de afuera de la cueva, especialmente de arriba. Cayendo en poco tiempo San del agujero de techo tras ser empujado por su hermano hacia el agua y después arrojarse Ni y caerle encima al menor.
Rodan dejo ya en paz a su enamorado y tomando la distracción de los otros dos pelmazos peleando como sólo los hermanos hacen para salir del agua asegurando no morir electrocutado.

Ohh, podía amar a cada uno de esos tres tontos en todos sus defectos pero amaba más molestar a Ichi.

One-shot's Rodorah -: ✧ :-゜・.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora