"Jamás vi algo parecido en toda mi vida. Los fuegos artificiales tomaron formas de animales en el aire antes de explotar." Dylan hablaba animadamente, sentando al lado de Drake, con una expresión suave y contenta. Tenía la cara de un niño de cinco años que estaba visitando una tienda de dulces. "Ni siquiera sabía que un lugar así podría existir en la ciudad."
Charlie sonrió mientras cortaba su filete en cubos. "Técnicamente, no estamos en la ciudad. Un poco más alejados, pero entiendo lo que dices." Se llevó el trozo a la boca y se contuvo de gemir cuando todos los sabores de una carne bien cocinada llenaron su paladar deliciosamente. "Si tienes los contactos adecuados, puedes encontrar más lugares así alrededor del país." Le dio una sonrisa llena. "Solo déjame saber si quieres visitarlos alguna vez."
"Eres muy amable." Dylan sonrió suavemente mientras asentía. "Ya es demasiado para mi que hayas pagado todo esto, en serio."
"No es nada."
Como era su último día en el resort, Charlie decidió invitarlos a todos a una linda cena en uno de los más exclusivos restaurantes que el lugar ofrecía. Ryan volvió a decir que era demasiado, pero Charlie lo ignoró y reservó los lugares él mismo. Y después de toda la semana llena de actividad que él y Ryan habían tenido, se sentía bien comer y pasar el tiempo con el otro par. Habían estado encerrados en la cabaña más tiempo del que pensó, pero, mierda, el sexo era tan jodidamente bueno. Era como si hubieran estado en celo como animales salvajes, y apenas podían mantener las manos fuera del otro en el tiempo que no estuvieron haciéndolo. No había forma de quejarse de todas formas. Su cuerpo estaba agradecido por todo el trabajo y las siestas inducidas por el fantástico sexo. Estaba más que satisfecho a este punto.
Drake tomó uno de los panes del cesto que estaba en el medio de la mesa y lo mordió mientras miraba a Charlie. Aunque no lo estuviera mirando, podía sentir la mirada aguda del hombre. Así que después de cortar otro pedazo del filete, lo miró, sonriendo mientras masticaba. Drake tuvo la decencia de sonrojarse un poco, mirando de Ryan a él antes de aclararse la garganta.
"Um, gracias por invitarme también," dijo, poniendo las manos sobre la mesa con una mirada tímida. "Solo soy un amigo después de todo."
Dylan se quedó muy quieto al lado de Drake, luego levantó su copa de vino y la terminó de un trago. Ryan soltó un sonido desde la garganta, haciendo que los tres lo miraran. "Charlie es muy generoso," dijo antes de mirarlo y darle una pequeña sonrisa amigable a Drake. "Eres mi hermano. Charlie lo sabe."
Drake asintió hacia Ryan antes de mirar a Charlie. No podía hacer nada, aun si eso ponía incómodos al par frente a él. Ryan estaba completamente ciego ante lo que sucedía, y Charlie se preguntaba si era porque realmente no notaba la tensión entre su hermano y su mejor amigo, o si solo estaba ignorándolo a propósito. Pero de lo que conocía a Ryan, no creía que el hombre fuera a quedarse callado si lo supiera. Y por la forma en que la pareja se tensaba a la mínima mención de algo relacionado a Drake siendo un hermano para Ryan, ellos tenían algo un poco complicando sucediendo.
Charlie tenía tanto curiosidad, que cuando Drake y Ryan se alejaron para conseguir más comida del buffet para todos, él lo abordó.
"¿Qué sucede entre ustedes?"
Los ojos de Dylan se abrieron cómicamente, el tenedor en su mano deslizándose y cayendo con un duro sonido sobre el plato. Charlie sonrió poniendo las manos bajo el mentón, mirando al lindo y joven rostro del chico, el sonrojo en las mejillas.
"No... nosotros no..."
"Está bien. No le diré a Ryan, lo prometo. Pero, ¿qué es?" Tomó su copa de vino y tomó un sorbo. "¿Por qué están escondiéndolo? Lo que sea que tengan."
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[GAY] Perfecto Caos
Romance[GAY] "Estoy desesperado y necesito de tu ayuda. No quiero morir." Ryan Hale, a quien la vida le dio una bofetada en el rostro en una trágica noche, ha tenido que sacar adelante a su hermano menor ganando dinero a través de peleas ilegales que apena...