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Once meses después...

"Abre la maldita puerta o la voy a tirar." Pum pum, dos golpes más y Ryan comenzó a sentir un brote de dolor en la sien. "¿Quieres que consiga una orden? Lo haré, bastardo. Así que hazlo por las buenas. ¡Abre la puerta!"

Suspirando, Ryan se giró para ver a Charlie. Él solo se encogió de hombros mientras sorbía de su taza de café. "No estoy seguro de que sea una buena idea."

"¿Cómo sabe que estás aquí?"

"Tal vez Dean le dijo," se encogió de hombros y pasó una mano sobre su rostro todavía hinchado de dormir. Ryan sonrió con suavidad y acercó a él para besarle las mejillas suaves y libres de barba. "Creo que mencionó algo sobre eso." Se rió cuando Ryan comenzó a dejar besos a lo largo de su cuello. "Para eso, no es el momento. John sigue allá afuera."

Pero envolvió los brazos alrededor de su cuello y lo dejó continuar. Ryan apartó la taza y se metió en el espacio entre sus piernas, subiendo sus labios por su garganta, besándolo a través de su afilada mandíbula hasta llegar a sus dulces labios de algodón.

Desde esa noche cuando pensó que algún hombre de Shawn estaba buscándolo y casi terminó disparándole a Charlie, él y Dean se habían estado quedando en el apartamento. Aparentemente tenían otro lugar en donde estar y solo habían venido a hablar sobre sus planes, pero Ryan no podía dejarlo ir a otro lugar. Además Dean estaba aquí también, Charlie estaba bien protegido y bajo su mirada donde podía ver que realmente estuviera bien.

Cabe decir que no habían avanzado mucho en sus planes, porque, bueno... ellos dos habían pasado más tiempo en la cama que hablando, que no era precisamente bueno. Pero ambos estaban tan ansiosos de olvidar el tiempo que se mantuvieron separados que se podría decir que estaban tomándose un momento para sí mismos. 

Y Dean se encargaba de todo.

Todavía les daba una mirada asqueada cada tanto, pero hacía su trabajo y se mantenía en silencio la mayor parte del tiempo.

Lo que era agradable.

Charlie gimió cuando Ryan chupó su lengua antes de romper el beso. "Tengo que avisarle a Dean que John está aquí," dijo, pero sus manos estaban tirando de Ryan más cerca, abriendo la boca para otro beso profundo. "Mm, eres peligroso. Me haz hecho un desastre desde que regresé. Yo era una máquina de trabajo antes de llegar aquí, sabes."

"Como si te estuvieras quejando, cariño." Deslizó las manos hacia atrás a donde estaba el elástico de sus pantalones de algodón. "Fueron muchos meses de contenerme, también tu. Estabas muriendo por ello."

"Como puedes imaginar, Dean no es la persona más cálida del mundo. Me regañaba mucho, Ryan," se quejó con un puchero que Ryan besó. "Y estaba lleno de tensión que solo podía saciar de una solo manera." Una de sus manos palmeó a Ryan por encima del pantalón y para su vergüenza, su pene comenzó a endurecerse lentamente mientras Charlie lo acariciaba lentamente. "Pero es hora de trabajar, tendremos mucho más tiempo después de terminar con toda esta basura."

Ryan asintió lentamente. Lo entendía. Ya perdieron suficiente tiempo.

"Creo que me hago una idea de por qué John está aquí."

"¿La investigación?" Ryan dio un paso atrás y se cruzó de brazos. "Has pasado un mes aquí y no me has dicho qué necesitabas de mi. ¿Es algo que deba preocuparme?"

Charlie lo miró fijamente por un momento antes de apretar los labios y encogerse de hombros. "Es algo que va a incomodarte."

Ryan se hacía una idea. De hecho, lo había pensando desde el momento que Charlie dijo que necesitaba su ayuda. Pero era el momento, ¿no? Finalmente toda la verdad saldría a la luz.

[GAY] Perfecto CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora