[GAY] Perfecto Caos

12

"¿Quieres algo para tomar?"

Charlie miró la hora en el reloj de su muñeca antes de mirar a John. "Apenas son las once de la mañana, ¿de qué hablas?" Miró el vaso que el hombre sostenía y se inclinó para oler el contenido antes de hacer una mueca. "¿Está bien que hagas eso? Pensé que tenías que trabajar por la noche."

"Tengo turno, es cierto. Pero no puedo disfrutar del licor como la mayoría de las personas, así que tomo pequeños sorbos como este algunas veces antes de trabajar." Se llevó la copa a los gruesos labios mientras levantaba las cejas antes de sonreír abiertamente, luciendo clásicamente guapo con el traje gris que estaba usando. "No le hace daño a nadie y solo tendré este."

"Mm. De acuerdo." Se pasó una mano por el cuello y cerró los ojos por un momento. Estaban esperando a que Donnie terminara una reunión con uno de sus socios antes de reunirse con él. Donnie era un viejo amigo de su padre que siempre le tuvo cariño a la familia. Pero tanto como quería a su familia, Donnie era un hombre de negocios que no dudaría dos veces en aceptar un mejor trato antes de pensar en viejas amistades. Charlie había intentado mucho llevarse bien con el hombre, aunque este lo mirara como a una presa la mayor parte del tiempo. Pero había sido amable y comprensivo con él después de lo de su padre, así que no había tenido una razón para alejarse de él. "Espero que no tome mucho tiempo, perdón otra vez por arrastrarte a esto," murmuró con los ojos todavía cerrados.

John hizo un sonido ronco. "No tienes que disculparte. Sabes que me gusta estar seguro de que estás bien. De hecho, me encantaría que me llamaras más seguido para acompañarte a estas reuniones." Charlie sintió un suave roce sobre su mano, pero no abrió los ojos. "Me sorprendió que me llamaras. ¿Qué pasó con el novio tuyo ese? Finalmente te cansaste de él, ¿verdad?" se rió.

Charlie abrió los ojos y miró fijamente al techo del lugar antes de apretar los dientes y apartarse del toque de John tan sutilmente como pudo para frotarse la mandíbula. "Está enfermo."

"¿En serio?"

"Sip."

"Charlie..." Giró la cabeza para mirarlo, viendo la expresión poco convencida de John. El hombre levantó la mano y pasó un dedo sobre su mejilla con una suave expresión. "Te conozco mejor de lo que probablemente crees, cariño. Puedes decirme la verdad."

"Está enfermo." Se mordió la punta de la lengua y lo miró a los ojos. "No tengo una razón para mentir."

John asintió con labios apretados, ojos escépticos. "¿De qué enfermó?"

"El estómago. Tal vez la comida del resort o no sé, algo." Se encogió de hombros y miró hacia la izquierda cuando la puerta de la oficina se abrió y un anciano salió, Donnie justo detrás del hombre. "Es hora," dijo, agradecido de que tuvieran que dejar de hablar de Ryan. No estaba de humor para eso y John era muy persistente.

Después de que despidió al anciano, Donnie lo miró y le sonrió, moviendo la regordeta mano  en el aire. "Charles, ven aquí, muchacho. Tenemos cosas de las que hablar."

"¿Sabe que soy policía?" preguntó John caminando detrás de él. 

"No creo que importe. No es como si él estuviera en cosas ilegales." Apretó los labios y luego se encogió de hombros. "O tal vez lo haga, no sé. No es mi problema."

Lo que el hombre hacía en su tiempo libre, era lo último que podría interesarle si era honesto. Solo quería mantener lo que su padre había invertido en el lugar funcionando. No estaba buscando ser amigo de Donnie tampoco. Negocios, eso era todo.

"Vamos, tomen asiento." Donnie se dejó caer sobre su gruesa silla de cuero antes de señalar las sillas frente al escritorio de cristal. "Lamento haberte hecho venir tan temprano, probablemente tienes cosas que hacer." Sonrió abiertamente, la cabeza calva brillaba y la barba en su rostro no hacía nada por hacerlo ver menos escalofriante. Sus pequeños ojos celestes los estudiaron duramente mientras ellos se sentaban. "Pensé que vendrías solo."