Tres meses después...
Drake estaba teniendo el sueño más dulce y excitante del mundo. Dee se metía debajo de la sábana mientras dormía, después de que Drake no despertara, una mano se metió en sus pantalones y sostuvo su dormido pene hasta que ya no lo estuvo. La presión y la forma en que otra mano acariciaba sus bolas se sentía tan real, tan bueno, pero no podía ver nada porque la sábanas cubría a Dee y él seguía pretendiendo estar dormido.
Pero quería verlo, ver esa dulce cara sonrojada mientras sus ojos brillaban con travesura y deseo. Drake gimió, llevándose una mano al pecho cuando la húmeda calidez de la boca de Dee lo envolvió y succionó con fuerza la punta. Su estómago se calentó y sus pies se aferraron a la cama mientras intentaba contenerse de embestirle la boca porque Dee se ahogaba fácilmente y sus ojos se humedecían con lágrimas... sus caderas se movieron por inercia hacia la mojada cavidad y él bajó la otra mano hasta tocar lo que se sentía como la cabeza de Dee.
"Se siente bien, Dee."
Un sonido húmedo explotó cuando Dee lo sacó de su boca. "¿Despertaste?"
"Sí. No pares."
"¿Realmente estás despierto?" Las sábanas desaparecieron y el peso de otro cuerpo lo cubrió. Drake frunció el ceño antes de parpadear rápidamente, encontrándose al hermoso rostro de Dee frente a él, algo de saliva escurriendo de su mentón que lo hizo gemir e inclinarse para lamerlo antes de besarlo profundamente, usando una mano detrás de la cabeza de Dee para mantenerlo en su lugar. Algo golpeó contra su abdomen y luego Dee gimió en medio del beso, empujando las manos en sus hombros. "Necesito respirar," se quejó mientras se lamía los labios con una mirada perdida. "Buenos días."
"Buenos días, increíbles en realidad. ¿Realmente no es un sueño?"
"Muy real." Los brazos delgados de Dee se envolvieron alrededor de sus hombros y él comenzó a besarle el cuello, lamiendo y mordiendo suavemente como un gatito hambriento. Drake tenía una idea de con qué podía alimentarlo. "No tienes que trabajar hoy, ¿verdad?"
Asintió, deslizando las manos en la espalda suave de Dee, bajándolos hasta que le acunó las nalgas y las apretó en sus manos, simplemente perfectas. "Soy todo tuyo. Puedes seguir adelante con tus planes."
"Sí, pero antes necesito revisar que Ryan no esté." Tomando una toalla de baño después de bajar de la cama, Dee se acercó a la puerta, pero Drake fue más rápido que él y lo envolvió con los brazos. Dee se rió. "¿Qué pasa?"
"No voy a dejarte salir así." Pasó los nudillos encima de la carpa que formaba la erección de Dee bajo la toalla, escuchándolo suspirar antes de desatar la toalla y pasar las manos sobre su sensible estómago, acariciándolo lentamente como a él le calentaba. Lo sintió estremecerse en sus brazos y su grueso pene se balanceó obscenamente. Drake gimió, bajando al cabeza para lamerle el borde la oreja, metiendo el lóbulo en su boca y chupándolo suavemente. Dee envolvió las manos alrededor de sus muñecas, apretándolo con fuerza. Drake miró la puerta, asegurándose de que el pestillo estuviera puesto antes de levantar a Dee y llevarlo de regreso a la cama. "Sea lo que sea que esté haciendo tu hermano ahora mismo, necesitamos nuestro propio espacio por un momento," dijo mientras buscaba en los cajones condones y el lubricante. "Probablemente ya se haya ido." Podía ver que detrás de las cortinas la luz ya estaba brillando. "Debe estar entrenando."
"Pero necesito hablar con él." Dee lo miró mientras Drake dejaba caer lubricante en su mano después de ponerse el condón. Con una expresión que no era de nada más que hambre, Dee abrió las piernas ampliamente, masturbándose con calma y sin apartar la vista del pene de Drake. "Supongo que puede esperar un poco."
"Mhm." Empujó dos dedos con facilidad, después de todo lo habían hecho la noche anterior varias veces hasta que los dos cayeron dormidos sin energía. Seguía suave y abierto por su culpa. Drake tragó con fuerza, contiendo las ganas de bajar y comérselo un rato, pero Dee casi nunca le gustaba, usualmente se avergonzaba demasiado y se enfriaba de golpe. Un día, un día Drake se lo comería hasta que Dee se corriera con tanta fuerza que todo su cuerpo explotara en placer. "¿Está bien así?"
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[GAY] Perfecto Caos
Romance[GAY] "Estoy desesperado y necesito de tu ayuda. No quiero morir." Ryan Hale, a quien la vida le dio una bofetada en el rostro en una trágica noche, ha tenido que sacar adelante a su hermano menor ganando dinero a través de peleas ilegales que apena...