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Diez meses después...

"Muy bien, ahora intenta esquivar el golpe hacia el rostro. Recuerda usar tu brazo y posicionar tus pies. Sí, de esa manera." Ryan masticó el emparedado que Dee le entregó cuando vino a visitar a Drake. El chico en el ring haciendo sparring con uno de los entrenadores, tenía el espíritu y el entusiasmo, también era bueno. Por eso estuvo trabajando con él por el último mes después de que expresara cuánto quería ser un boxeador. Hizo una mueca cuando lo vio conectar un golpe en el pecho del entrenador. "Tranquilo, solo estamos practicando."

"Lo siento, Ryan." El chico sonrió apenado y se acercó al borde. "Lo siento, Max."

El entrenador asintió mientras se frotaba el pecho. "Está bien. Solo mantén esa energía para tu próxima pelea."

Daniel, el novato, miró a Ryan con una pequeña sonrisa. "Todavía me gustaría que tú pudieses pelear conmigo, al menos una vez. Sería todo un honor." La mirada brillante y llena de esperanzas le causó incomodidad y a la vez orgullo. "Sé que no soy el mejor, pero no lo estoy haciendo tan mal."

Max se rió mientras le lanzaba una toalla a Daniel. "Ryan te noquearía en el momento en que comience la pelea. Deberías estar agradecido de que solo sea tu mentor."

"Realmente no lo lastimaría, pero creo que tampoco me contendría demasiado," dijo, tomando una servilleta. Un movimiento a su derecha captó su atención hacia donde Dee estaba sentado, mirando a Drake entrenar. "En todo caso, ya terminaste por hoy, ve a descansar."

"Está bien. Hey, Max, ¿puedo ir a la pelea de esta noche?"

Max se cruzó de brazos. "Solo si tus padres te dan permiso."

"Oh, vamos, apenas los veo. Ryan..."

Riéndose, se encogió de hombros. "Tienes dieciocho años, pero tus padres todavía podrían preocuparse. Pero si te dejan, solo avísanos y te acompañaremos." 

La gran pelea de la noche era del hombre que Drake entrenó por meses. Era su gran debut en las peleas profesionales, así que todo el gimnasio estaba emocionado de ver a alguien representando el equipo después de que él se retirara luego de su pelea. La cual ganó sin muchos problemas, pero estaba cansado y posiblemente más deprimido después de esa llamada con Charlie.

Solo lo había hecho querer tener cerca con más necesidad. Si antes de eso, Dee y Drake le decían que parecía un vagabundo, después de la llamada se puso peor. Incluso perdió más peso del que le gustaría admitir, pero con un régimen estricto y la mano firme de Dee, él logró avances y ahora estaba mejor. Todavía extrañaba a Charlie, pero no había nada que pudiera hacer.

Tyler ignoró su existencia desde entonces. No lo había vuelto a ver ni a escuchar, era como si solo se hubiera olvidado de él. 

En resumen, había estado viviendo de la misma manera en que lo hizo antes de conocer a Charlie.

Vacío.

Al menos ahora tenía un trabajo digno y la paga era bastante buena. Dee iba a una gran universidad con todos sus gastos pagos, vivían en un apartamento decente y en una área segura. ¿Por qué se sentía tan miserable entonces? Ah, claro, le faltaba la mitad de su corazón.

Después de discutir un poco más con Max y Daniel sobre su futuro, él se reunió con Dee. Pasó un brazo por encima de sus delgados hombros y se dejó caer a su lado en el sofá. "¿Piensas quedarte todo el día mirándolo? ¿No tienes clases?"

"Mi clases terminaron temprano, puedo usar mi tiempo libre en lo que quiera."

"Pero mirarlo a él mientras entrena es un poco..."

[GAY] Perfecto CaosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora