"¿Hace cuánto tiempo no pisas este lugar?"
Ryan miró las sucias y húmedas paredes llenas de moho del túnel que tenían que caminar para poder llegar a la oficina de Big Dog, sintiendo un poco de repulsión. Por primera vez en toda su vida notaba lo insalubre y horrendo que este lugar era, le hizo preguntarse qué abría pensando Charlie cuando entró por primera vez para encontrarse con él. Antes era tan normal para sí mismo moverse día y noche por este túnel, pero ahora realmente podía ver que era apenas seguro para la salud.
Sacudió la cabeza con la vista al frente. "No estoy seguro, quizás tres meses."
Tyler silbó. "Demonios, estuve lejos por mucho tiempo. Estuve aquí en una de tus últimas peleas, especialmente esa con el ruso. Le rompiste la maldita mandíbula al hombre, fue increíble."
"Sí, bueno, me encontró en un mal momento esa noche."
El hombre a su lado se rió. "En serio, ¿por qué dejaste de pelear? Eras tan bueno, Ryan, pudiste convertirte en un profesional. Solo echaste a perder todo tu talento, y aunque no lo creas, el talento de las calles es muy valioso en muchos deportes y profesiones."
Ryan lo miró por un momento al notar una nota de nostalgia en su regaño. "¿Creciste en las calles?"
"Y algo más, pero eso me hizo un buen soldado. Definitivamente aprendes a cuidarte solo cuando tu vida y la comida siempre parecen pender de un hilo." Apretó los labios con un suspiro. "Pero... no lo sé. Nuestras vidas fueron muy distintas, no creo que sea sencillo compararnos." El tono bajo con el que lo dijo, lo puso incómodo. Estos tipos... ellos eran mercenarios, se encargaban de buscar y encontrar a sus objetivos, probablemente podían encontrar datos de sus blancos sin mucho trabajo. Tyler se rió. "No importa ahora. Esos tiempos quedaron en el pasado. Es momento de enfocarnos en el presente y en nuestro trabajo. ¿No lo crees?"
Apretando los dientes, Ryan lo miró a los ojos, deteniéndose antes de que pudieran llegar a la puerta de entrada. "No me gusta el tono que estás usando. Si tienes algo que decir, dilo."
"No es nada por lo que ofenderte, soy así por mi trabajo. Un poco... falto de tacto, pero no tengo nada contra ti. Solo curiosidad." Tyler le dio una sonrisa de medio lado antes de levantar el brazo y golpear la puerta de metal con los nudillos. "Digamos que solo tengo acceso a un montón de información sobre todos, así que naturalmente ese tipo de cosas salen a la luz."
"No tengo nada que esconder."
"Mhm." Tyler aparató la mirada de él y cruzó los brazos detrás de la espalda, su mandíbula se veía afilada desde esa perspectiva. A pesar de no ser voluptuoso muscularmente, todavía tenía un tipo de cuerpo atlético que sabía moverse rápido y preciso. Era un arma completa, no había manera de no notarlo. "Todos tenemos algo que esconder, Ryan."
"¿Incluso tú?"
Los bordes de sus labios se estiraron un poco. "Incluso yo."
La puerta se abrió con un sonido metálico y ruidoso antes de que un hombre alto, delgado y con tatuajes en la cabeza calva, apareciera. Sus oscuros ojos los revisaron a los dos de pies a cabeza sin emoción. Apretó los labios antes de girar la cabeza hacia él, entrecerrando los ojos. "¿Qué haces por aquí? Pensé que habías dejado esta vida."
Apretando los dientes, Ryan exhaló entre dientes. "Vengo a hablar con Big Dog." Su nombre era algo relacionado con lodo, pero no podía recordarlo. El tipo nunca le había agradado. "¿Está aquí?"
Con un asentimiento lento, él volteó a ver a Tyler. "Está en su oficina. ¿Y él quién es?"
"Es un amigo."
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[GAY] Perfecto Caos
Romance[GAY] "Estoy desesperado y necesito de tu ayuda. No quiero morir." Ryan Hale, a quien la vida le dio una bofetada en el rostro en una trágica noche, ha tenido que sacar adelante a su hermano menor ganando dinero a través de peleas ilegales que apena...