Capítulo 15- Zorra tu abuela

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Habían pasado casi cuatro horas desde que Mía se fue con Jack. Cuando la vi marchar estaba desesperado, quería coger el coche y salir detrás de ellos, seguirlos y llevarme a Mía conmigo pero no tenía ningún derecho a hacer eso y toda esta situación me frustraba.

Le envíe un mensaje a todos mis contactos de whatsapp diciendo que esta noche montaría una fiesta en mi casa y que trajeran a todos los que quisieran.

Por mi que venga todo L.A entero, total la que quiero que esté no está.

Mía POV

-Hacía tiempo que no me lo pasaba tan bien en una cena -le decía Jack.

Estábamos en el coche de vuelta a casa de Alex, me sentía mal por la manera en la que le había hablado y tenía la intención de pedirle perdón. No dejaba de pensar en él aunque me lo estuviera pasando bien con Jack. Se había portado como un caballero pero no dejaba de preguntarme sobre mi vida como modelo y eso me molestaba porque al venir aquí lo que pretendía era olvidarme de eso.

-Espero que no sea la última -me miró pero su cara cambió al verme- ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?

-Estaba pensando en Alexander, antes de irme discutimos...

-Oh vamos rubia, ni te molestes en preocuparte por él, conociéndolo seguro que ya habrá montado una fiesta en su casa para desahogar las penas -sonaba tan extraño que me llamase rubia, era diferente cuando lo decía Alex a cuando lo decía Jack.

-No creo que Alex sea capaz de montar una fiesta y no avisarme -lo fulminé con la mirada porque no era cierto lo que él suponía- y no me llames rubia, no me gusta.

Cuando estábamos a punto de llegar a casa de Alex, Jack paró unas casas más abajo, apagó el coche y me miró.

-¿Qué haces? -dije frunciendo el ceño. Quería llegar ya, estaba cansada e impaciente.

-Mía... -susurró acercándose a mi y sin dejar de mirar a mis labios- llevo toda la noche queriendo hacer algo pero no he visto la ocasión y ya no aguanto más...

Mierda me va a besar, me va a besar.

Cuando sus labios ya rozaban los míos, un estruendo que provenía de unas casas más arriba llamó mi atención, parecía que habían tirado una tele por la ventana o algo peor.

-¿Pero qué... -dije asustada. Rezaba porque esa no fuera la casa de Alex.

-Esa no es la casa de...? -dijo Jack parecía sorprendido pero a la vez no- Te lo dije Mía, es Alex que está despechado y ha montado la fiesta del año.

No quería seguir escuchando lo que decía y salí corriendo del coche para llegar hasta casa de Alex. Subí los pocos metros de la cuesta que me quedaban para llegar y ya estaba asfixiada.

Ni que hubieras corrido la maratón del siglo Mía.

-Esto no puede ser, tengo que ponerme a hacer ejercicio ya... -dije respirando con la intención de recuperar todo el aire que me dejé en la maldita cuesta.

Jack no se equivocaba. Era en casa de Alex donde se había montado la fiesta, habían vasos de alcohol por todo el jardín, todo estaba lleno de botellas y estaba repleto de gente. Tenía que apartar a todo el mundo para poder pasar.

Cuando llegué a la entrada de la casa ya estaba en el jardín y pude ver como un tío meaba como si nada en la piscina.

-Mira te juro que como te sigas haciendo pis en la piscina te hago tragar todo el agua y segundo te corto la el pene -lo amenacé. Seguí mi camino para llegar al interior de la casa cuando vi algo- No me puedo creer que eso sea una tele..

Las mejores cárceles no tienen barreras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora