𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟐: 𝐋𝐚𝐬 𝐟𝐚𝐮𝐬𝐞𝐬 𝐝𝐞𝐥 𝐠𝐚𝐭𝐨 𝐫𝐢𝐬𝐨́𝐧

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La colorida unicornio se acercó al encantador líder del equipo de los Smiling Critters, DogDay; el cálido y entrañable perro, el cual se encontraba vigilando a una gran masa de niños enérgicos que no paraban de corretear de un lado a otro, incluso algunos lograban treparse al cuerpo de DogDay solo para después bajarse y seguir corriendo, además de volver a reintegrarse al patio de juegos.

 —¿Día duro? —preguntó DogDay al notar la expresión de nerviosismo y cansancio de su compañera, CraftyCorn. 

La artista forzó su mejor sonrisa y comenzó a adentrarse al peligroso circulo de niños hiperactivos, los cuales más de una vez solían chocarse entre ellos o con otros juguetes a causa de estar cegados por sus emociones más primitivas. 

—Un poco... no suelo tener la atención de tantos niños al mismo tiempo —comentó nerviosa la unicornio mientras caminaba con cuidado a la vez que levantaba sus manos en señal de no querer ser atropellada.

DogDay asintió ante su comentario después de todo, era bien sabido entre ellos que CraftyCorn solía estar capacitada para un grupo especial y reducido de niños, en especial cuando estos se encontraban tranquilos y acomodados en algún lugar. Un ambiente caótico sin reglas solía dificultar sus habilidades al punto de llegar a petrificarla en su lugar.

—Veo que tú no tienes problemas —comentó CraftyCorn sorprendida, llevando uno de sus mechones celestes detrás de su oreja. 

—¿Eso crees? —se río DogDay por lo bajo, esta vez enfocando su mirada en su compañera y no tanto en los niños que corrían sin control por el lugar. 

—Me volvería loca intentando manejar a un gran grupo de niños —confesó divertida la artista a su colega.

—¿Por eso te veías tan nerviosa? —preguntó curioso el canino, colocándose al lado de CraftyCorn.

La inocente pregunta de DogDay fue una bomba nuclear para la joven CraftyCorn, la artista, casi tan nerviosa como siempre, intento esconder su mueca de desagrado e incomodidad, enfocando su mirada en cualquier cosa, todo menos en su líder. No obstante, y para su desgracia personal, las alarmas de su colega se encendieron, provocando que la personalidad atenta y preocupada de su colega salieran a la luz. 

—¿CraftyCorn? ¿Estas bien? —insistió en preguntar DogDay mientras colocaba suavemente su pata en el hombro de su compañera. 

DogDay bajó ligeramente su voz, llegando al punto de recurrir a los susurros con tal de que los niños no se enteraran de un probable asunto delicado, en especial si este parecía afectar a uno de los guardines de la guardería. 

—Yo- —titubeo la unicornio de pelaje blanco y cabello celestino —solo tuve un pequeño encuentro con CatNap —confesó en un susurro casi inaudible en la oreja de su superior.

DogDay volvió a retomar su postura de cuidador. Sus patas fueron a parar a su cintura y su seño se frunció, dejando apreciar como su cuerpo se tensaba y su pelaje anaranjado se erizaba. 

—CatNap. —murmuro enfadado el canino ante la mención de uno de sus "compañeros" más rebeldes y solitarios; el indiscutible dueño de Home Sweet Home, además de ser la personificación de la molestia para los demás encargados del lugar —Voy a ir hablar con él. ¿Quién se ha creído para meterse contigo? —expresó DogDay con seguridad y valor, sin importarle el arriesgado de plan de ir e ingresar al territorio de CatNap.

—¿¡Qué!? —exclamó asustada y al mismo tiempo sorprendida. La unicornio, temiendo de lo que podría suceder ante el probable evento de una pelea entre DogDay y CatNap, con dificultad tomó los hombros de DogDay y, usando sus casi nulas fuerzas intento llevar hacía atrás a su mejor amigo, esperando que este recapacitara y no fuera a causar problemas —CatNap no me hizo nada... solo- tuvimos un pequeño encuentro de miradas y nada más. Por favor, DogDay. No vayas a Home Sweet Home —suplicó entre susurros desesperados CraftyCorn, esperando que los niños siguieran centrados en sus propios juegos y no en el pequeño escenario que ambos estaban armando y buscaban ocultar. 

El líder de los Smiling Critters dejó escapar un suspiro de sus labios, sintiendo como poco a poco su cuerpo comenzaba a relajarse, en especial su pelaje erizado, propio de un perro rabioso. Sus grandes orejas cayeron ligeramente y, por último, su temperatura corporal mostraba indicios de irse enfriando a paso de tortuga. 

DogDay levantó la cabeza, encontrándose con el rostro asustadizo y preocupado de CraftyCorn, la pobre parecía que en cualquier momento se aferraría a su cuerpo y a un poste con tal de impedir que esté cometiera una estupidez, en especial una la cual los niños podrían presenciar. 

—Yo- lo siento, Crafty. —se disculpó avergonzado el canino, tomando entre sus patas los suaves cascos de su amiga —No era mi intención asustarte... menos preocuparte. Solo- no era yo, con la sola idea de que CatNap fue capaz de hacerte algo feo, tuve una especie de impulso violento. —intentó explicarse DogDay al mismo tiempo que sus patas comenzaban a frotarse ligeramente sobre el pelaje suave y casi esponjoso de CraftyCorn. Un pequeño gesto cariñoso que ambos solían recurrir con tal de relajarse mutuamente. 

 La unicornio asintió con la cabeza, demostrando así comprender su inesperado cambio de personalidad. Como era de esperar, DogDay, al igual que CatNap, eran propensos a ser víctimas de emociones negativas, las cuales culminaban en arrebatos violentos y salvajes.

CraftyCorn pasó nuevamente su casco por su cabello celestino, intentando así volver a acomodarlo. No obstante, sus desgraciados mechones seguían cayendo por todo su rostro, haciéndola sentir aún más nerviosa.

—Si algo llega a ocurrir con, bueno, él. Házmelo saber. —advirtió DogDay con su tono de voz más serio y autoritario —Sabes como es CatNap. Él no está bien y es mi deber encargarme de él —enfatizó el canino de diferentes tonos naranjas. 

CraftyCorn asintió reiteradas veces y en silencio. Demostrando así su más devoto apoyo al principal guardián de la guardería. 

—Gracias... —expresó DogDay a su mejor amiga.

Ambos guardianes volvieron a retomar sus posturas de vigilancia, centrándose nuevamente en los niños y en sus actividades.

—¡CraftyCorn! —llamó una niña desde las lejanías, la cual se acercaba a paso veloz a la unicornio

La pequeña y adorable niña, portadora de un distintivo vestido de color morado, se acercó a la unicornio de pelaje blanco como la nieve y cabello celestino. La joven tomó entre sus manos el casco de CraftyCorn al mismo tiempo que intentaba jalonearla, llegando incluso a dejar caer casi todo su peso al suelo. Sin embargo y para la gracia personal de DogDay, la niña ni siquiera fue capaz de mover ni el más mínimo centímetro a CraftyCorn.

—¡Veen a Home Sweet Home! —insistió la niña con todas sus fuerzas a su vez que seguía con la tarea imposible de jalonear a la cuidadora. 

La mención de Home Sweet Home alertó a ambos cuidadores, provocando que una mueca de incertidumbre e incomodidad se formara en sus rostros. 

—¿Home Sweet Home? —preguntó preocupada Craftycorn, agachándose para estar casi al nivel de la niña, aunque siguiera sacándole más de una cabeza.

La niña, claramente seguidora del innombrable, soltó los casos de la unicornio, tomando ahora entre sus manos las suaves y regordetas mejillas de la misma, estrujándolas en el proceso. 

—¡Es importante! —expresó la niña con desespero, mostrándose cada vez más cansada y exigente por el comportamiento que consideraba muy lento de la Smiling Critters. 

CraftyCorn observó a su líder, esperando alguna opinión, consejo o hasta su propia intromisión en los deseos de la niña. No obstante, se topó con el rostro extrañado de DogDay, él, al igual que ella, se encontraba en la misma posición. 
Home Sweet Home estaba mucho más allá de su control, en especial desde el "poder" que se encontraba en los límites del lugar. Ningún Smiling Critters u otro juguete podía poner un pie ahí, ni siquiera en el porche. Los únicos que tenían el permiso de ingresar eran los científicos y por supuesto, CatNap, él solía ser el último en entregarle la petición a otro juguete cuando se trataba de su territorio.

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🌙Me gustaría informar que en esta historia se practican diversos narradores desde distintos puntos de vista :D🌙 ¡Y recuerden! Aunque no lo parezca, los votos y, sobre todo, los comentarios, son esenciales para que la historia pueda seguir obteniendo sus actualizaciones ♥︎
🌙Si no es mucho pedir, me gustaría saber sus opiniones respecto a los capítulos, por consecuente, también acepto con los brazos abiertos las críticas.

Solo un inocente juego, CatNap ✿ Catnap/craftycornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora