𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟕: 𝐄𝐥 𝐬𝐨𝐥 𝐲 𝐞𝐥 𝐠𝐮𝐢́𝐚.

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🌙Un aplauso a TitaSilva9 ¡Gracias a ella el capítulo 07 está -finalmente- aquí y es lo que es! Querida, este capítulo originalmente iba a ser más corto y poco detallado pero tu presencia en la obra, además de tu genuino interés por la misma me hizo reflexionar. Te regalo este capítulo. 

🌙Como siempre digo: recuerda dejar un voto y/o un comentario. Eso ayuda a que la historia pueda crecer y al mismo tiempo, tener las posibilidades a llegar a más gente.

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La falsa unicornio se dirigió con paso lento hacía el complejo de habitaciones de los Smiling Critters. CraftyCorn colocó su casco sobre su panza, acariciándolo suavemente, esperando así que eso relajara su delicado y complejo estómago; uno de sus mayores problemas. Ser uno de los experimentos más prematuros y, a su vez, uno de los cuales tuvo poca relevancia, sumando el desinterés de la empresa en invertir en un mejor cuerpo le estaba comenzando a sacar factura con el paso del tiempo. 

«Si vomito aquí traeré más problemas. Debo aguantarme» suspiro el experimento. Sus labios y su lengua temblaban, la salivación comenzaba a sentirse como una especie de advertencia ante la notable producción de la misma, algo que solía ser inusual -exceptuando cuando debía vomitar-. 

 —Buenas noches, CraftyCorn —decían algunos miembros del personal de la empresa; desde los encargados de la limpieza hasta algunos científicos que debían trasladarse a otros lugares. 

El experimento asintió suavemente. Cerrando su boca con fuerza a la vez que se aferraba a la idea de mantener su espalda recta. Actuar de forma "enferma" frente al personal siempre traía problemas, muchos problemas. 

Poco a poco el casco de CraftyCorn comenzó a descender de su estómago, probando una leve separación con el objetivo de ver si ahora se sentía un poco mejor. Desgraciadamente, su casco siempre volvía a su lugar, proveyéndole de cierta estabilidad y cariño, lo cual era lo que más necesitaba para seguir en pie... al menos hasta llegar al baño de su habitación. 

—¡Hola, Crafty! —saludaban algunos juguetes pequeños, desde algunos Bunzo's hasta Cat-Bee's, entre otros juguetes que "vagaban" por el lugar, buscando ser medianamente útiles para los trabajadores o solo explorando el inmenso lugar, algo muy propio de los cuerpos pequeños. 

—Chicos... —volvió a saludar débilmente la unicornio de cabellos celestes y bonitas trenzas.

La protegida del Smiling Critter número uno, DogDay llegó a duras penas a su habitación, mediante algunos tropezones y ligeros desvanecimientos, los cuales provocaban que se fuera hacía atrás o que perdiera el equilibrio al punto de caerse de lado, chocando su cabeza con la pared. Eso, extrañamente le servía para retomar la consciencia y volver, aunque sea por unos minutos a sus sentidos. 

«Estoy cerca» expresó CraftyCorn, sintiendo como el peso del mundo lentamente comenzaba a desvanecerse sobre sus hombros. Estaba a salvó, o al menos, eso le gustaba creer. Su habitación se encontraba al fondo del lugar y, para este punto, solo era capaz de arrastrar sus pezuñas. 

—¡CraftyCorn! —exclamó nervioso y asustado Dogday, ingresando lo más rápido a la sala de las habitaciones para después acercarse a ella, colocando suavemente su brazo y posicionándolo alrededor de él, proveyéndole así más estabilidad al unicornio carente de salud y magia. 

Solo un inocente juego, CatNap ✿ Catnap/craftycornDonde viven las historias. Descúbrelo ahora