Solo un inocente juego, CatNap ✿ Catnap/craftycorn

𝐂𝐚𝐩𝐢́𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟎𝟗: 𝐕𝐞𝐥𝐚 𝐩𝐨𝐫 𝐦𝐢 𝐟𝐮𝐭𝐮𝐫𝐨

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—¡Llegamos! —exclamó emocionada la empleada, señalando la gigantesca puerta que tenía en frente a ella, la cual se trataba ni más ni menos de la entrada al espacio creativo de Poppy Playtime; donde todas las ideas iniciaban para posteriormente tener la posibilidad de obtener un mejor futuro.

—Que emoción... —comentó de forma forzada el líder y jefe de los Smiling Critters. DogDay cruzó los brazos con desgano y miró a su compañera favorita y mejor amiga CraftyCorn.

—Creo que desde este punto nosotros podemos guiarnos solos... —expresó la de cabellos celestes con un tono cariñoso y calmado que siempre usamos con los niños cuando estos no querían dejarla ir.

—Me temo que no puedo dejarlos solos. No porque no quiera sino porque debo ir y venir con mi compañero asignado —informó con un notorio aburrimiento la muchacha, al parecer, su compañero asignado no parecía ser el sujeto más agradable o entretenido.

— ¿Solo esperamos aquí hasta que él llegue? —preguntó el canino de pelos anaranjados, arqueando su ceja en señal de poder así recibir más información.

—Exactamente... —afirmó la joven, dejando escapar un bostezo de los labios pintados de rojo para posteriormente jugar con sus uñas postizas de varios tonos de colores.

Ante la confirmación de tener que esperar parados frente a las puertas del espacio creativo, tanto CraftyCorn como DogDay refunfuñaron -en especial, DogDay-. CraftyCorn llevó su casco a su frente, pidiendo en silencio que su cabeza no hiciera una de las suyas en su momento de provocarle un episodio de desmayo y vómito frente a tantos empleados de la compañía. En el caso de su mejor amigo, Ciro. Esté solo colocó su gigantesca pata en la espalda de Adalid para poder así reconfortarla y mostrarle su más honesto apoyo.

El día definitivamente no estaba resultando como ellos deseaban. Ciro solo quería volver a su habitación para poder estar a solas con Adalid como siempre lo hacían, aunque eso abrió las posibilidades de recibir un regaño a causa de que muchos directivos eran bastante conscientes de su vínculo cercano. Si bien, lo recomendable era que ellos estuvieran separados, muchos otros estaban interesados ​​en su dinámica, por consecuente, muchos fingían no saber de sus reencuentros nocturnos o sus charlas en sus tiempos de descanso.

Todo con tal de seguir preservando las investigaciones.

—¡Señor! ―exclamó entusiasmada la joven trabajadora, la cual por el rabillo de su exagerado ojo maquillado pudo apreciar como su compañero de equipo, un señor con un poco más de experiencia en el rubro que ella, traía por detrás a un incomodo Daddy Long Legs y un estoico CatNap.

―Esto es una maldita equivocación... ―murmuró CraftyCorn con incredulidad, sintiendo como la vida se le escapaba de sus débiles cascos.

No sabía por qué pero toda la jodida fábrica parecía estar en su contra hoy, todos la estaban llevando al límite como si esta fuera una máquina que, mientras más manipulación obtenía, mayor era su "producción". No obstante, CraftyCorn no estaba aumentando su propia capacidad laboral. En realidad, solo quería abrirse ella misma para después morir mediante un ataque desenfrenado de ira.

Daddy Long Legs al ver la catástrofe que pronto se armaría, bajo la cabeza y trago en seco. Su compañero de trabajo, en cambio, seguía distante de todo lo que estaba sucediendo.