DOMINACIÓN DEL ABISMO

Capítulo 75: Caza cooperativa

Los aventureros y el ejército actuaron por separado, ya que los estilos de batalla de los dos grupos diferían mucho: el ejército se centró en ataques poderosos y una defensa sólida, mientras que los aventureros generalmente eran más ágiles y se movían mucho en combate. El ejército también luchó en grandes grupos, mientras que los escuadrones de aventureros típicos tenían solo cinco miembros. Incluso los escuadrones más grandes no tenían más de diez miembros. Cada aventurero tenía su propio rol, ya sea tanque, infligir daño, apoyo o curación. El ejército, sin embargo, consistía principalmente en infantería fuertemente blindada, con algunos escudos adicionales equipados para actuar como tanques. Como los estilos de lucha tenían grandes diferencias, era fácil saber si una persona era un aventurero o un soldado con solo verlo luchar.

Los aventureros se separaron en tres equipos: un equipo de exploración, un equipo de combate y un equipo de combate a distancia. Soran fue asignado al equipo de exploradores, que constaba de trece pícaros y cinco guardabosques, todos de grado 2 o superior. El equipo de combate estaba compuesto por guerreros, bárbaros, sacerdotes y algunos exploradores. Eran responsables tanto de eliminar a los enemigos restantes después de que el ejército destruyera la fuerza principal de los monstruos como de brindar apoyo y cobertura en los flancos. El equipo de combate a distancia estaba compuesto por combatientes de largo alcance como magos, hechiceros y druidas, y su función principal era repartir daño por la espalda. Como eran vulnerables a los ataques, el equipo a distancia debía viajar junto con el ejército.

Los magos rara vez se unían al ejército. Había muchos trabajos disponibles para ellos, y casi todas las demás opciones tenían salarios más altos y menores riesgos. Tener un escuadrón de magos como soldados a tiempo completo era algo que ni siquiera una ciudad próspera como Whiterun podía permitirse. Esta era la razón por la que los magos solo se empleaban como mercenarios en caso de emergencia.

Del mismo modo, los funcionarios de la ciudad contrataron a los aventureros según fuera necesario. Antes de partir, todos recibirían su primera cuota. Soran recibió 30 Gold Derahls, 10 más de lo que recibieron los otros equipos. Era una regla tácita que los aventureros que actuaran como exploradores o tuvieran que infiltrarse en las líneas enemigas recibirían el cincuenta por ciento de su recompensa total por adelantado, y se les daría más botín que a los demás. Esto se debió a que su papel era mucho más peligroso en comparación con el de los demás. Explorar no era simplemente una cuestión de revisar diferentes lugares y luego informar los hallazgos a la fuerza principal; tenían que matar a los enemigos con los que se cruzaban y, a menudo, eran los primeros en participar en el combate.

La distribución del botín tendría que esperar un tiempo después de que terminara la batalla. Había un dicho: 'Una vez que comienza la batalla, aumentan los gastos'. Enviar al ejército era un asunto complicado. El costo de mantener el ejército se duplicó en el momento en que decidieron movilizarlo. La compra de suministros y la preparación de indemnizaciones para los heridos y los fallecidos cuestan una suma considerable. Aunque la ciudad no tenía que pagar las tarifas del ejército por adelantado como lo hacían con los aventureros, al final aún sumarían.

El día que partió el ejército, la ciudad estaba visiblemente entusiasmada. Muchos comerciantes donaron sus suministros para mostrar su apoyo, y algunos incluso enviaron a sus guardias a la batalla. La fuerza de dos mil hombres salió de la ciudad, emitiendo una atmósfera feroz. La mitad de la fuerza estaba compuesta por los guardias de la ciudad, todos vestidos con placas de metal en el pecho y equipados con cascos, escudos, espadas y pequeñas ballestas. De los mil soldados restantes, la mitad de ellos eran infantería pesada. Algunos de ellos vestían armaduras de media placa, mientras que otros vestían armaduras de cota de malla. Todos ellos estaban equipados con escudos de acero, cascos de metal, armas bien hechas y ballestas pesadas que podían disparar dos virotes simultáneamente.