33.Seas mía. [ parte 1]

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2 años después.

Adrien atravesó las grandes puertas enrejadas de la mansión Agreste, no había estado en la casa de su padre durante meses, pero esa mansión no había cambiado en más de 20 años desde la muerte de Emily Agreste, sin importar cuánto tiempo había pasado desde entonces, esa mansión siempre fue la misma.

Adrien cruzó la puerta hacia la oficina de su padre y vio a su padre, como de costumbre, atado a una computadora y una pila de papeles. Dio un breve golpe en la puerta alertando al hombre mayor.

- Hola padre.

- Genial, llegaste.- Dijo apartando la silla de la mesa volviendo su atención a su hijo.

- No has dejado de llamar. - le recordó Adrien - Ceno con Marinette hoy ¿Podemos ser rápidos?

- Podemos cuando expliques la última compra en tu tarjeta. - dijo el hombre mayor con cabello gris y rostro curtido, apoyó una pierna sobre la otra y se recostó en su silla.

- ¿Como es? - Adrien se acercó a pasos pesados ​​con el ceño fruncido. - No soy un adolescente que recibe una mesada, papá. Mis finanzas nunca te han importado antes. ¿Porqué eso ahora?

- Porque tu última compra fue en una de las mejores joyerías de París. - Dijo levantándose y tirando un recibo de compra sobre la mesa. Adrien cerró la boca con fuerza al reconocerlo. - Y a ti no te gustan mucho las joyas, Adrien.

Gabriel Agreste se quitó lentamente las gafas y las colocó sobre la mesa, encarando a su hijo de la misma manera que lo había hecho durante casi 30 años, con superioridad, lo modelo suspiró y se sentó en la silla frente a su padre. Ambos se analizaron intuitivamente.

- Hace un año me acabo de enterar que mi hijo y mi diseñadora estaban en una relación por un reportaje. Ni siquiera me lo dijiste en persona.

- Si me prestaras más atención lo sabrías. - se quejó Adrien enojado.

- Supongo que también debería saber que planeas comprometerte. - respondió el mayor de los Agrestes. Adrián suspiró. De nuevo, la secuencia con la que suspiraba y fruncía el ceño cada vez que tenía una conversación con su padre era asombrosa. - Padre...

- Devolve el anillo. - ordenó

- No voy a devolver el anillo padre.- Adrien se levantó de repente frunciendo el ceño con indignación - Amo a Marinette y le voy a pedir que se case conmigo. No me importa si no apruebas-

- Nunca dije que lo desaprobara. - lo interrumpió repentinamente el progenitor de Agreste, dejando a Adrien confundido ante tal afirmación.

- ¿No lo desapruebas?

- La señorita Dupain cheg es una mujer magnífica, no podría estar más feliz de que hayas encontrado a alguien a quien amas tanto yo ame a tu madre.

- Espera... si nos apruebas, entonces ¿por qué me mandó que devolviera el anillo? - preguntó confundido, tratando de descifrar la mirada inexpresable en el rostro del estilista.

El mayor se levantó y caminó hacia un marco de fotos de su difunta esposa que colgaba en la pared. Movió los cuatro hasta que reveló una caja fuerte pegada a la pared. Después de marcar algunos números, Agreste sacó una caja de terciopelo koyal vintage.

- Porque creo que esto de aquí serviría mejor.- Ofreció a su hijo la caja del anillo de compromiso. Adrien lo tomó y abrió la caja revelando un anillo con un diamante rosa, la gema del anillo se transformó en platino y oro rosa y ganó dos diamantes blancos más a los lados.

Más que amigos, menos que amantes.  (OneShot) adrienette +18 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora