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- Yo no soy ese tipo. - Adrien llevó sus dedos a su rostro, limpiando la última gota de lágrima que corría por sus ojos y por sus mejillas sonrosadas. Eran suaves y cálidos. - No saber cómo devolver el amor que recibes es patético... así que deberías intentarlo conmigo. El amor que anhelabas... Y todo lo demás que querías... Déjame darte todo...Ninguno de los dos se movió después del sonido de esas palabras. De hecho, Marinette apenas podía respirar. La forma en que Adrien la miraba, la forma en que la hacía querer arrojarse a sus brazos y olvidarse de todo lo demás, la asustaba.
No había forma de que ese sentimiento abrumador que la consumía no fuera amor.
No era la primera vez que lo escuchaba confesar. Pero a diferencia de la primera vez que el rubio le declaró sus sentimientos, esta vez Marinette no estaba segura de poder rechazarlo.
Miró esos ojos esmeralda y supo que no podría resistir más, no podría evitar admitir que lo amaba si seguía mirándolo así. Luego, su mecanismo de defensa se convirtió en un patético intento de hacerlo rendirse, con la esperanza de fracasar en el fondo.
- E-Eso nunca funcionaría... E-Eres mi jefe.
- En realidad soy el hijo de tu jefe. - Adrien la contradice con cierto tono juguetón.
- Eres el hijo de mi jefe, que no es otro que Gabriel Agreste. - hubo un énfasis en sus últimas palabras.
Envuelta en su torbellino de emociones, se pasea, gesticula de manera agitada y brusca, tropieza con las palabras y se lleva la mano a la cabeza con frecuencia.
- E-Eres la élite... y yo solo, soy yo... Quiero decir... eres Adrien Agreste.
- Desde el día que nací. - Dice como si se estuviera divirtiendo.
- ¿Y eso fue cuando? ¿Hace unos 25 años? Ni siquiera sé cuántos años tienes. No sé cuál es tu color favorito. No sé qué te gusta comer. No sé si te gustan los animales o... si tienes alguna alergia.
- Tengo 26 años. - Adrien la interrumpió bruscamente y comenzó a caminar hacia ella. Midiendo sus palabras con cada paso que daba. - Mi color favorito es el verde. Me encanta el croasan. Me gustan los gatos. Soy alérgico a las plumas y...
- Dios mío... puse plumas en el sombrero que diseñé para tu próximo desfile . Tengo que quitármelo inmediatamente y...
- Pfft...
Adrien habló por unos instantes, analizando la inusual actitud de su acompañante y lo que ella había dicho y no pudo ocultarlo, soltando una simple carcajada, que resonó por toda esa habitación, Adrien no pudo contenerse ante lo que, para él, era lo más adorable que había visto en su vida.
- Esa es la decimoquinta razón por la que estoy enamorado de ti.
- ¿Por qué no sé si tienes alergias? - Marinette frunció el ceño en descompresión.
- Jajaja... Hablas demasiado. - Adrien retomó sus pasos, acercándose a la parisina. Sus ojos estaban fijos en los de ella haciendo que el corazón de la diseñadora se acelerara con cada paso que el modelo daba hacia ella. - Eres torpe con las palabras... hablas demasiado, tropiezas con las palabras, te confundes... como lo estás haciendo ahora. Simplemente no lo haces cuando estás trabajando. Entonces estás tranquila, serena.. analítica.
- ¿Estás diciendo que soy bipolar? - ella lo interrumpe haciendo puchero.
- Estoy diciendo que te amo.
Badun*
- No quiero pretender que no...No más. - Esta vez Adrien dio los suficientes pasos para volver a enfrentarse. - Me encanta cuando te muerdes el labio inferior cuando estás nerviosa. Me encanta cuando te confunden las palabras y tartamudeas, especialmente cuando yo soy la causa...
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Más que amigos, menos que amantes. (OneShot) adrienette +18 [Terminada]
Fanfiction" - Las noches de placer son todo lo que quiero, porque ya no creo en el amor. " "No etiquetar nuestra relación como romántica. Significaba no tener que cambiar la dinámica del contrato que ya teníamos. Y como nada nuevo había comenzado entre nosot...