9.Lujuria

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El destino parecía tener sentido del humor negro.

Cuanto más intentaba desviarse del hilo rojo del destino, más atrapada estaba la joven pareja en sus cuerdas. Una mujer a la que había decidido no volver a amar nunca más, y un hombre al que nunca pensó que encontraría durante su agitada vida algo que anhelaba tanto como el calor de esa mujer.

La presencia de sus amigos con sus miradas cómplices pero confusas tampoco le importaba a Adrien. Tanto la Dupain como el Agreste se miraron a los ojos durante toda la cena, como si todavía estuvieran tratando de entender qué camino los había llevado hasta ese momento.

Tras la inevitable coincidencia de aquel encuentro, los ánimos entre los cuatro amigos por fin se habían calmado. O mejor dicho, decidieron fingir que no era vergonzoso que sus respectivos mejores amigos fueran amantes. El amigo, el jefe, el novio, el amante... En ese momento esas etiquetas quedaron de lado, eran solo cuatro personas disfrutando de una agradable cena.

La noche transcurrió entre risas y coqueteos. Adrien, que no podía apartar la mirada de la chica de cabello oscuro, observó cómo se le mostraba un lado de Marinette que no conocía.

Alya quien estaba sentada en el regazo de Nino, parecía contentarse con contar historias vergonzosas que vivió con su mejor amiga en la escuela secundaria dejando a su compañera sonrojada frente a su torpe personaje.

- Hubo un tiempo en que Marinette decidió hacer un volcán para el proyecto de ciencias y...

- ¡N-No necesitan saber eso! - interrumpió, levantando las manos como para callarlos.

- ¿Por qué? ¿Solo porque terminamos tirando espuma sobre los maestros y el director? - contó la morena entre risas, pronto contagiando a los chicos con su risa.

- Agregué mal el bicarbonato - murmuró la eurosiatica sin contener su propia risa al recordar lo sucedido.

Una risa simple y espontánea... era la primera vez que Adrien la veía, era imposible no encontrarla adorable. Cada vez que conocía algo nuevo sobre la misteriosa mujer que era Marinette Dupain cheng, el modelo quería cada vez más desentrañar sus misterios. Su pasado, sus historias de juventud vergonzosamente divertidas, sus talentos culinarios, cada parte de ella era encantadora. Simplemente encantadora.

- Oye Adrien... Hay un rumor en los medios de que irás a Estados Unidos para el lanzamiento de la nueva colección de Agreste.

- Oh, yo...- Dudó unos segundos para confirmar. Sintiendo la mirada confusa de la euroasiatica a lo de hebras dorados - Si. Iré en lugar de mi padre. - dijo el rubio provocando cierta angustia en la fémina.

《Él....¿Estará fuera por casi un mes?》

La perspectiva de ser separada del cortejo del felino coqueto evocó en la muchacha menor una inquietante sensación de soledad. El recuerdo de lo insoportable que ya había sido no tenerlo cerca durante las semanas que habían pasado pesaba mucho en sus pensamientos. Marinette se sorprendió de lo decepcionada que estaba al imaginar el mes solitario que se acerca.

Adrien estudió minuciosamente el cambio en el rostro de su compañero, colocó subrepticiamente su mano sobre la de ella, entrelazando sus dedos. Antes de que la chica pudiera protestar, se volvió hacia la chica de lentes.

- Será muy solitario ya que el equipo de mi padre no irá junto. Sin duda pasaré cada segundo del viaje pensando en París.... Haré todo lo posible para volver lo antes posible. - Él apretó sus dedos en la mano de su dama, haciendo que se sonrojara ante la acción que entendió que se refería únicamente a ella.

- ¿Qué tal si me das una entrevista exclusiva después del viaje? - sugirió la morena en tono burlon

- ¿Por qué no hacemos un intercambio? Tú respondes mis preguntas sobre Marinette y yo respondo lo que preguntas sobre mí.

Más que amigos, menos que amantes.  (OneShot) adrienette +18 [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora