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Después de dos semanas casi infernales, el trabajo finalmente llegaba a su fin, además de las demandas del trabajo, Agreste todavía gastaba su energía tratando de mantener a cierto fotógrafo entrometido alejado de Marinette. Y como si eso no fuera suficiente, todavía necesitaba disimular los coqueteos desvergonzados que Lila le lanzaba, especialmente cuando la estilista Dupain estaba cerca, Lila ciertamente era perspicaz, lo que no podía ser más irritante en ese momento.Como era de esperarse, la empresa Rossi insistió en una fiesta para acabar con la estancia del ascendente Agreste, y por desgracia para Adrien, que no veía la hora de deshacerse de la campaña castaña, sería un desaire si se negaba a quedarse. Ambos modelos aceptaron los elogios de todos por el final de la campaña publicitaria, y mientras Lila insistía en instarla a que se acercara a Adrien, él cortésmente negó involucrarse con la mujer del vestido naranja.
- Adrien - la morena puso su mano en el hombro del rubio tratando de captar su actuación ya que este miraba alrededor todo el tiempo como si buscara a alguien - ¿Por qué no vamos allá en el otro vestíbulo? - sugirió susurrando insinuantemente.
- Porque la fiesta está aquí. - se limitó a contestar.
De repente, unos murmullos hicieron que todos dirigieran su atención a las personas que entraban a esa hora. El padre Rossi había llegado tarde a propósito junto a Marinette. Los ojos de Adrien capturaron la esbelta figura de la Dupain junto al hombre, con un largo vestido rojo cubierto con un fino y elaborado encaje. Como una sirena seductora, su vestido pegado a su cuerpo, su cabello recogido en un moño alto y definido. El agreste se tensó ante la mera idea de quitarse esos encaje con los dientes, era inevitable. El aire de madurez que traía esa imagen era ciertamente demasiado atractivo. Esa mujer era simplemente perfecta en todos los sentidos, era imposible quitarle los ojos de encima a esa figura, y principalmente porque le irritaba que fuera la compañera del padre de Lila.
El Agreste se contuvo de ir hacia ellos y tomarla en sus brazos, sabía que ella era la representante oficial de la empresa Agreste esa noche, y como tal era de esperarse que el fundador de la empresa Rossi la hiciera su escolta. Pero era incómodo que todos los hombres en el vestíbulo miraran a Marinette con admiración y... un poco de deseo.
En el repentino momento en que sus ojos se encontraron con los de él, el corazón de lo modelo se aceleró en su pecho provocando que su cuerpo se tensara ante la mera visión de esa mirada. Sacó una copa de champán de la bandeja en la mano del camarero que pasaba y se la bebió de un trago.
- Buenas noches. - Saludó mientras se acercaba a los anfitriones.
- Felicitaciones a ambos, fue una actuación impecable.
- No es que no lo haya oído. - murmuró la italiano con cierta burla sin pudor alguno. - Mi sociedad con Adriem es perfecta, ¿verdad Adrien?
- Bueno, sin la señorita Dupain nada de esto sería posible. - Adrien le tendió la mano a Marinette para saludarla y se inclinó para besarle la mano - Nuestro éxito se lo debemos a la persona de confianza de mi padre... y mío. - Agregó dándole un guiño disimulado.
- Es una pena que no la hayan invitado a la entrevista de la mañana, parece que no todos están de acuerdo en que se merece los créditos. - Dijo Lila, fingiendo simpatía.
- Ten modales Lila! - El progenitor de la Rossi la regañó con frialdad. - Pido disculpas en nombre de mi hija, señorita Cheng.
- No te preocupes por eso. De hecho, me invitaron. - Corrigió Marinette mirando a la chica de mechas naranjas en el cabello con una sonrisa victoriosa. - Pero soy una mujer ocupada y tengo mucho trabajo en Francia, lamentablemente voy a regresar hoy. Pero por favor diviértete mañana - Marinette se giró para irse, pero luego volvió rápidamente la cabeza hacia el que tenía flequillo. - Ah y... mantente siempre del lado derecho de la cámara, es tu lado bueno. - Completó haciendo que Adrien soltara una carcajada que pronto trató de contener.
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Más que amigos, menos que amantes. (OneShot) adrienette +18 [Terminada]
Fanfic" - Las noches de placer son todo lo que quiero, porque ya no creo en el amor. " "No etiquetar nuestra relación como romántica. Significaba no tener que cambiar la dinámica del contrato que ya teníamos. Y como nada nuevo había comenzado entre nosot...