Capitulo treinta y cinco 🌙

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Habían pasado varios meses desde que Patricia habia aceptado a los chicos, cinco meses para ser exactos.

Las cosas se habían arreglado y todos estaban notoriamente felices por eso, las cosas con Samantha también fueron pasando durante esos meses, algunas cosas para mal y otras para bien.

Al principio ella seguía con la loca idea de que Joel sólo debía estar con ella, hizo de todo para que Yoandri, Zabdiel y Christopher dejaran de lado a Erick y la apoyarán a ella, sin embargo nada de eso había funcionado.

Después en un arranque de enojo con Patricia le dio veneno a la cabrita que ella tanto amaba, todos se pusieron tristes por eso, todos en la casa amaban a la cabra Lola, era un animalito muy lindo.

Pasados esos días en los que le molestaba todo, comprendió que Joel no la amaba, que ya no la quería como pareja de vida, ciertamente eso la destrozó, empezó a tomar medicamento para poder controlarse, empezó a tratar bien a Joel, ya no sólo como pareja sino más como amigos.

En ese momento se encontraban ella y Joel en la habitación que aún compartían, ella le había pedido a Joel que hablarán y él no se negó a eso.

- Bien de que quieres hablar Samantha - Dijo Joel.

- Quiero disculparme contigo - Dijo ella.

- Disculparte? Porqué? - Preguntó confundido.

- Por ser así, se que no me amas, ya lo acepte, quiero disculparme por querer atarte a mi sabiendo que amas a Erick, en realidad lo siento mucho - Dijo con tranquilidad.

- Bueno, esta bien, supongo que no pasa nada, te perdono y realmente espero que en encuentres a alguien que te ame de verdad - Respondió sinceramente.

- Quiero que sepas que iré a un centro de rehabilitación, se que estoy enferma y quiero poder controlar lo que siento o hago - Le respondió Samantha.

- Muy bien, me alegro de que aceptes que necesitas ayuda - Dijo amablemente.

- Entonces, podemos ser amigos? - Preguntó esperanzada.

- Lo siento Samantha, pero no podemos ser amigos aún, no te guardo rencor pero realmente no me siento cómodo aún con respecto a eso - Le dijo seriamente.

- Esta bien, creo que tienes razón - Dijo algo desanimada.

- No te lo tomes a mal Samantha, pero siento que es muy pronto para que tu y yo podamos ser amigos, debes entender que todo lo que hiciste me lastimó, y mucho - Dijo con voz seria.

- Si, supongo que tienes razón, fuera de eso quiero que sepas que hoy por la noche me iré al centro de rehabilitación - Dijo viéndolo fijamente.

- Esta bien, supongo que tu padre ya lo sabe no? - Preguntó poniéndose de pie.

- Si, el ya lo sabe - Dijo sin dejar de verlo.

- Bien, si eso era todo lo que querías decirme ya me voy, tengo que ir con mamá al hotel - Dijo caminando a la puerta de la habitación.

- Joel espera - Dijo al verlo abrir la puerta.

- Que ocurre? - Preguntó confundido.

- Tengo algo que seguro te hará feliz - Dijo extendiéndole un sobre grande.

Joel se acercó a ella y tomó el sobre, lo abrió y sacó los papeles, empezó a leerlos y al terminar volteo a ver a Samantha, ella sonrío y quito el anillo de su dedo para después dejarlo en la mesita de noche e irse al baño.

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Todos estaban sentados desayunando, estaban hablando de varias cosas para no estar en silencio durante ese momento, algo que Patricia les había dicho a los chicos era que se sentía incómoda cuando nadie hablaba y ellos decidieron conversar para poder conocerla más.

Los hijos de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora