Los hijos de la luna

Capitulo veintisiete 🌙

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Pasarón tres días desde que Joel intentó hablar con Erick, esto no había funcionado y él se sentía muy mal, cuando vio a Erick besándose con Alan su corazón dolió demasiado, no quería volver a presenciar eso nunca más.

Había hecho de todo en esos días, trataba de hablar siempre que podía con el oji-verde, algunas veces lo lograba, pero cuando llegaba al tema de su relación este se iba o no lo dejaba hablar.

Samantha lo presionó mucho para que cada vez se casaran más rápido, siempre lo tenía cerca de ella aunque el moreno no quisiese eso.

Todos los días la chica lo llevaba con ella a buscar el banquete de la boda o a escoger más decoraciones, a Joel le molestaba eso, haciendo ese tipo de cosas lo que lograba era pasar más tiempo alejado de Erick y menos posibilidades de tener su perdón.

Como ese día, Joel estaba en su oficina terminando de arreglar algunos papeles que le estaba ayudando a arreglar a su padre, Esteban estaba en un junta importante con personas que querían invertir en el hotel y por eso no podía hacer el mismo todo ese papeleo.

Se encontraba tranquilo haciendo su trabajo hasta que la puerta se abrió como ya era costumbre los últimos días, apareció Samantha y se adentró a la oficina cerrando la puerta de manera ruda provocando un ruido fuerte.

- Podrías dejar de azotar las puertas? Esta no es tu casa como para que lo hagas - Dijo molesto el moreno.

- Te quiero mañana sin trabajo Joel - Dijo ignorando lo dicho anteriormente.

- De qué hablas Samantha? - Preguntó sin entender.

- Mañana tenemos que ir a las pláticas de matrimonio de la iglesia donde vamos a casarnos - Dijo viendo sus uñas.

- No puedo mañana, tengo que ayudar a papá con algunas remodelaciones del hotel - Mintió el moreno.

- No me importa si tenias planes, te quiero libre mañana y no es una pregunta, es una afirmación - Dijo molesta.

- Joder Samantha qué no puedo - Dijo enojado.

- No me importa, o lo haces o le digo a mi papi que ya no quieres casarte conmigo - Dijo amenazadora.

- Bien estaré libre para mañana, ahora lárgate, no quiero verte - Dijo señalando la puerta.

Samantha salió de la oficina haciendo sonar sus tacones, Joel suspiro cansado y regresó a hacer su trabajo.

Odiaba que Samantha fuera así ahora, ya no había señal de la Samantha que había conocido antes, aquella Samantha dulce y comprensiva había quedado en el olvido y ahora sólo había una Samantha odiosa y rencorosa.

Paso un par de horas haciendo el papeleo hasta que le dio hambre, bajo a la cafetería del hotel y pidió algo de comer a la mujer que estaba atendiendo ese horario, cuando le entregaron lo que pidió pagó y regresó a su oficina.

Al llegar a su oficina cerró la puerta y limpio un poco su escritorio, dejó los papeles en un lugar donde no se  mancharan y abrió la cajita donde estaba su comida, sacó la rebanada de pastel y empezó a comer tranquilamente pensando en que haría para librarse de Samantha y poder estar con Erick.

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El oji-verde estaba lavando la ropa de su madrina y de él, Yanelis había estado mal desde hace unos días pero ella no había querido decirles acerca de lo que el doctor dijo cuando fue a consulta.

Erick sabía que era algo malo, lo presentía, por eso mismo trataba de ayudar a Yanelis en todo para que ella no empeorará su salud, había estado intercalando su trabajo en el hotel con sus responsabilidades en la casa.

Anteriormente había preparado la comida y cuando todos ya habían comido lavo todo lo que uso en la preparación y en la degustación de la comida, se encontró lavando la ropa cuando noto que ya era mucha la que estaba en el sesto de ropa sucia.

Puso la ropa en la lavadora y coloco los detergentes que el ocupaba para lavar la ropa siempre, dejó la ropa ahí y fue a la cocina para tomar algo, se sentía cansado, pero sabía que su madrina no podría hacer todo eso, además faltaba ir al bar y tenía que hacerlo, ya había faltado mucho al trabajo ahí y no quería que los chicos trabajarán de más por su culpa.

Al terminar su vaso de agua regresó al cuarto de lavado, reviso la ropa y cuando ya estuvo limpia según él la saco y enjuago, después la colgó ahí mismo.

Fue a su habitación y se puso a recogerla un poco, después fue a las demás habitaciones e hizo lo mismo, terminó barriendo en la sala cuando Joel entró por la puerta principal.

Lo observa un momento y después regresó su mirada a lo que hacía, checando que ya no hubiera basura aunque sabía que ya había limpiado ahí, el moreno se aclaró la garganta y como él no le dijo nada empezó a hablar.

- Podemos hablar Er? - Preguntó el moreno.

- No se de que quieres hablar pero está bien - Dijo dejando la escoba recargada en la pared.

- Yo quiero disculparme, se que no debía decir eso, se que te lastime y enserio lo siento, estaba enojado y no tenía que desquitarme contigo, lo sé y enserio lo lamento, solo quiero que volvamos a ser los dos porfavor, te necesito bonito, no sabes lo mal que la pasó sin ti - Dijo acercándose al oji-verde.

- Esta bien, lo siento por ignorarte siempre, estaba molesto contigo, acepto tus disculpas y quiero que estemos bien - Dijo sonriéndole al moreno.

Otro capítulo, espero les guste y voten y comenten porfa <33

- Bubble R