Capitulo cuarenta y dos 🌙

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Joel y Jaime habían ido a la comisaría para levantar una demanda por secuestro en contra de Walter, les habían explicado todo lo sucedido y estos rápidamente cerraron el puerto para que ningún barco, yate o lancha los interrumpiera en la búsqueda.

Lo estuvieron buscando por media hora más o menos y al no encontrar ninguna señal de algún yate de Walter se empezaron a desesperar, habían mandado una lancha de la policía para que los buscará pero aún no había señal de él.

- Samantha - Habló Jaime llamando la atención de todos ahí.

- Que tiene Samantha? - Preguntó Joel confundido.

- Ella sabe algo sobre los barcos de Walter, se desaparecían ambos para pasar el fin de semana en el mar y no volvían hasta el lunes de la siguiente semana - Les respondió este.

-Tenemos que ir a buscarla, tal vez ella nos puede ayudar a saber dónde está Walter - Le dijo el moreno a la oficial Alexander.

- Bien, vayan ustedes a hablar con ella, nosotros seguiremos buscando alguna señal del yate - Les dijo la morena.

Ambos chicos a sintieron y fueron a la salida de la comisaría para después subir al auto del moreno y emprender camino al centro de ayuda en el que estaba Samantha.

Tardarían máximo media hora en llegar y realmente Joel quería hacer todo lo más rápido posible, no por qué le molestará el estar cerca de Samantha, si no por qué sabía que entre más tardaban ellos, Erick tenía menos posibilidades de seguir con vida cuando lo encontrarán.

En todo el trayecto estuvieron en silencio, era algo cómodo e incómodo a la vez, no sabían que decir o hacer para que el ambiente no se sintiera tan pesado.

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En la mansión Colón todos estaban aún hablándole a Erick, llevaban así casi una hora y estaban notando que el oji-verde estaba algo despierto pero que aún se tambaleaba y tiritaba de frío.

- Recuerdas esa vez que tomamos en el bar y terminaste borracho? - Preguntó Christopher entre risas.

- Nos divertimos mucho ese día - Dijo Richard.

Todos habían acordado contarle algunos de los momentos que habían compartido para que él los recordará y así no tuvieran que repetir las mismas frases o palabras cada cinco segundos.

Siguieron hablando por unos minutos más, le contaron todo lo que habían pasado antes de encontrarse todos ahora como familia, Patricia le había platicado algunas anécdotas graciosas de Joel y Esteban le repetía cada que podía cuanto lo amaba y cuán agradecido estaba con la vida por hacerlos encontrarse.

El rizado que estaba atrás de todos sonriendo ante los recuerdos empezó a sentir mucho frío, su cuerpo se sentía cansado, había empezado a sentir eso desde minutos antes pero no había querido decir nada para no preocuparlos, ya suficiente tenían con lo que estaba sucediendo con Erick.

No quería preocuparlos.

Después de unos minutos ya no podía mantenerse en pie, además de sentir todo su cuerpo caliente también sentía sus piernas débiles y su cuerpo más pesado.

No entendía el por qué pero creía que no era algo normal, antes de su visión todo estaba bien con él y ahora estaba así, se sentía mal pero realmente se preocupaba más por Erick, él corría más riesgos por estar cerca de Walter.

Richard pareció notar que su esposo estaba mal pues rápidamente lo sujeto cuando estaba por caer, esto llamó la atención de Christopher que se acercó a ellos.

Los hijos de la lunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora