iii. malum malus

701 73 0
                                    

MALUM MALUS_____________________________________

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

MALUM MALUS
_____________________________________

-Necesitas una malum malus. -eso fue lo primero que Ophelia escucho al pararse en el porche de los Spellman.

-Odio entrometerme, pero espero que no le estes sugiriendo eso de verdad.

-Solo quiero ayudarla a aclarar sus dudas.

-No creo que la ayude morder una manzana podrida y que eso altere todo su futuro, ¿o si Ambrose?. Parece que no lo consideraste muy bien.

-¿Desde cuando tu tratas de enseñarme a mi?. -le cuestiono retando a la chica.

-Tal vez deba enseñarte a tener algo de sentido común. -ella se acerco a el mirandolo expectante de una respuesta, así seguirian con su pequeña pelea.

-Si no les importa, ¿podemos centrarnos en mi problema?. Tienen todo el tiempo para continuar lo que sea que sea... -Sabrina miro a su amiga y su primo con desagrado dejandolos confusos- esto.

-No hay un, ¿esto?. -Ophelia quería que su enamoramiento quedara sepultado, a pesar de su deseo de una declaración era un tanto cobarde- ¿Cierto Ambrose?.

-Cierto. Eres como mi hermanita, besarte seria como besar a Sabrina.

-Yo no mencioné nada sobre besarse, Ambrose. -Sabrina acorraló a su primo ya que en efecto él se excusó por algo que no debía.

Ophelia y Ambrose no tuvieron mas remedio que reír para salir de esa incomoda situación. Ophelia se ofendió ante esa comparación, pero para nada evidenciaría su molestia, Ambrose por otro lado dijo lo primero que le vino a la mente para recordarse a si mismo que Ophelia era la niña que conocía desde que usaba trenzas y jugaba a las muñecas con Sabrina.

Los dos querían que la situación se quedara como se suponía. Ambrose nada mas que el primo de Sabrina para Ophelia, y Ophelia nada mas que la mejor amiga de Sabrina para Ambrose.

Aunque a Sabrina solo le pareció que la gente enamorada que no quería admitirlo era tonta y ciega. Sabia del temprano enamoramiento de su amiga por su primo, como también sabia que cuatro meses atrás en el bautismo oscuro de su mejor amiga Ambrose se deslumbro cuando la vio en ese hermoso vestido negro.

...

-¡Llegue mamá!. -la chica grito esperando encontrarse a su madre en su habitación, y quién la recibió había sido Volkran.

-¿Cómo te fue cariño?, ¿novedades?.

-Algo asi. Sabrina tiene dudas sobre su  bautismo oscuro, y eso me da un muy mal presentimiento. -las dos mujeres compartieron la expresión de temor, porque estaban al tanto de que cuando Ophelia sentía cosas estas pasaban sin alteración alguna.

-Si es asi mi niña, lo único que puedes hacer es estar a su lado cuando todo lo malo pase.

-Y tu al lado de Hilda y Zelda, tal vez también de Ambrose, siento que toda la familia sufrirá una que otra consecuencia.

Madre e hija, y también hurón tan inseparables como siempre compartieron una bolsa de palomitas mientras se ponían al día y también lo que pasaría en los siguientes.

-Casi lo olvido. Sabrina creyó que Ambrose y yo teníamos algo, yo lo negué y el dijo que era como su hermanita.

-Eres demasiado para el. -Volkran respondió a Ophelia, tratando de hacerla sentir mejor.

-Lo siento linda. -Adeline dijo en un barato intento de reconfortar a su hija como ya lo había hecho Volkran- Ademas no te dejare salir con el hasta que tengas por lo menos dieciocho.

-No esperaba menos, que descanses ma. -Ophelia salió de la habitación con la basura en una mano y Volkran en otra.

-Volkran y tu también mi cielo.

Ophelia se despidió de su madre, y su hurón por igual aunque la madre de su ama no le entendiera, pero Ophelia no espero para escabullirse hacia la casa de los Spellman teniendo a la luna como testigo. Quería proteger a Sabrina a como diera lugar, y sus presentimientos comenzaban a agudizarse sobre una persona mas.

Esa persona era Connor Kemper. Ophelia había conocido al chico a sus quince años, ella sintió la magia del chico y se acerco pretendiendo ayudarlo, ya que ni el mismo sabia que era un brujo hasta que se topo con Ophelia. Tal vez ese presentimiento había hecho que la castaña quisiera llamarlo la noche del cine.

Al llegar a la casa Spellman toco el timbre hasta que se canso de no recibir respuesta, no se fue, por el contrario entro consternada a la casa llamando a cada uno de los integrantes de la familia. Sin respuestas inspecciono algunas habitaciones hasta oír murmullos, los siguió encontrando a los Spellman y al sumo sacerdote bajo la casa, donde Ambrose embalsamaba los cuerpos.

-Lo siento, no sabia que tenían visitas.

Se disculpo al ver al padre Blackwood, y al hacerlo la chica hizo que todos se apartaran del cadaver, dejandole la vista libre a Ophelia. Horrorizada supo que sus presentimientos eran cada vez mas acertados, Connor, su preciado amigo tendido en una mesa a punto de ser preparado para su funeral.

-¿Es Connor Kamper?. -la simplicidad de la pregunta no hacía que hubiera una respuesta fácil, escuchar la respuesta no sería fácil para Ophelia.

-Si cariño, ¿tu lo conocías?. -Hilda trato de responder con tacto, la chiquilla parecía abatida ante lo que veían sus ojos mientras apretaba levemente a su familiar haciendo que este se quejara.

Todos los presentes en el pequeño cuarto miraron a la chica consternados, algunos mas que otros, Ophelia no sabía que hacer, echarse a llorar ahí mismo o correr para llorar en el bosque.

Opto por la segunda, tan rapido como entro salió de la casa, y no se detuvo ante los llamados de Sabrina. Corrió hasta que sus piernas se habían agotado y estaba tan inmersa en el bosque que se sintió perdida.

Se tiro en la hierba de rodillas, abrazando a Volkran en busca de consuelo, el animalito trato de consolarla y calmarla.

En ese momento se permitio sentir, y se culpo, sintió que si tal vez no se hubiera ocupado tanto en subir sus notas en la academia y dividir su tiempo con sus amigos, que si tal vez no hubiera desaparecido tanto de la vida de Connor ella hubiera podido saber que eso pasaría y que así hubiera podido evitarlo.

Pero ya era muy tarde para eso, el ya estaba muerto y ella no podía sentirse peor, para ella Connor era como su hermano, y sentía que había fallado al protegerlo.

Hey Ambrose! --> Ambrose SpellmanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora