Parte 1: días normales

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DAISY FALCONE

Ahí estaba yo, hablando con un amigo en el patio de la escuela, debía despedirme rápido para ir con Jason a hacer la tarea. Así lo hice, estaba recargada en un árbol esperándolo cuando escucho una voz.

-Hasta que se despiden, comenzaba a aburrirme- dijo Todd sentado en una rama del árbol donde estaba parada.

-¿Me estabas espiando?- le pregunté.

-Solo te diré que no hacen buena pareja, habla demasiado- respondió bajando del árbol.

-Es mi primo, no mi novio- dije riendo.

Salimos de la escuela y fuimos a una cafetería para terminar los trabajos que nos faltaban. Justo cuando terminamos y estábamos dispuestos a guardar nuestras cosas, entraron varios compañeros de escuela, entre ellos una chica rubia que al parecer estaba enamorada de Jason.

-La princesita y tú harían linda pareja- dije antes de tomarle a mi café.

-No necesito a una princesa, ya soy el rey- dijo muy seguro de sí mismo.

Así eran todos nuestros días, tranquilos y no muy complejos... ¿por qué tuvo que cambiar todo?

No tanto tiempo después estábamos varios miembros de mi familia en una bodega, mientras mi padre hacía negocios con más criminales. Nunca puse mucha atención a sus planes ni sus enseñanzas, solo sé que no hacían cosas buenas.

Creo que me estoy saliendo del tema, en fin, estaba sentada en una esquina de la bodega mirando el techo cuando las luces comenzaron a parpadear y varios criminales comenzaron a caer desmayados al suelo, Batman y Robin habían llegado. Batman salió de la bodega para seguir a algunos que escaparon mientras Robin se encargaba de los pocos que quedaban adentro, entre ellos yo. Cuando se acercó a mí, como una clase de mecanismo de defensa, saqué una navaja e intenté dañar a Robin a pesar de que sabía que no le causaría nada considerable, solo le hice un corte en la mejilla derecha. Él solo me empujó y salió de la bodega.

Saqué mi celular de mi bolsa y le mandé un mensaje a Jason:

¿Podemos vernos en el parque en media hora?

¿No puede ser después?

No tardaremos mucho, solo quiero decirte algo

Me aseguré de que mi padre estuviera bien y después salí con rumbo al parque mientras llegaban ambulancias y la policía. Me senté en una banca y miraba con tranquilidad el cielo.

-¿Qué ocurre, Margarita?- dijo Todd sentándose junto a mí.

-No me digas Margarita- hice una pausa y lo miré -tú eres Robin y eso significa que Bruce Wayne es Batman.

-¿Es un chiste? ¿Cómo voy a ser Robin?- dijo sin mostrar la parte derecha de su cara, algo que evitaba el contacto visual.

-Hoy lo vi. Miden lo mismo, tienen el cabello igual, tienen la misma voz y sobre todo... acabo de hacerle a Robin una cortada igual a la que estás escondiendo

Jason se sorprendió y pensó un poco antes de responder.

-¿Esto?- dijo mostrando su mejilla -me lo acabo de hacer con la reja de la mansión Wayne mientras me escapaba- dijo fingiendo obviedad.

-¿No tienes llaves?- pregunté con el mismo tono.

-No, las tiene Alfred. Y no podía decirle ''Ey, Al. ¿Me abres la puerta para escaparme un rato? pero no le digas a Bruce''.

-Después de tanto ¿no confías en mí lo suficiente como para creer que no le contaré a nadie?- dije y me levanté de la banca dispuesta a irme.

Iba a cruzar la calle para volver a la bodega pero él tomó mi mano, evitando que me fuera.

-No le digas a nadie ¿si?- dijo dulcemente.

Ese día todos los presentes en la bodega (menos yo porque había salido de ahí) fueron encarcelados una noche, a la siguiente ya estaba pagada la fianza.

Cuando llegué a mi casa, me recosté en mi cama pero llamaron mi atención unas margaritas y una nota que se encontraban en mi mesita de noche. Tomé la nota y la leí:

Que tengas buena noche, florecita

-R

Solté una leve risa y me quedé en dormida.

A la mañana siguiente me levanté, vestí y fui a la escuela. Me quedé un rato fuera, sentada en el piso mientras miraba mi celular, en eso me llegó un mensaje de un número que no conocía.

Hola, Daisy. Soy Roy

Iba a responder cuando alguien se para frente a mí y me quita el celular.

-¿Roy Harper? ¿Enserio piensas ligarte a mi amigo?- dijo Jason mirándome divertido.

-Respeta mi privacidad- dije poniéndome de pie e intentando recuperar mi celular, pero él era más alto y rápido que yo.

Lo miré de mala manera y me devolvió el celular con tranquilidad. Comenzamos a caminar hasta el salón de clases, donde varias personas se nos quedaban viendo. Eso me incomodaba y a él parecía causarle risa mi incomodidad.

-¿Qué te divierte tanto?- pregunté mirándolo.

-Me divierte que ambos sabemos que no nos mira nadie que valga la pena.

-Somos algo inconformistas ¿verdad?- dije sonriendo.

Todos los días eran poco serios, incluso después de descubrir que Jason era Robin, y eso no nos molestaba. Lo único anormal en mi vida era que dejara margaritas y notas en mi habitación cada noche, eso me parecía medianamente acosador pero aprendí a tolerarlo, ya que sabía que no tenía malas intensiones.


Daisy (Jason Todd)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora