Daisy (Jason Todd)

Parte 10: nombre

DIANE WILSON

No pude dormir, no sabía qué pasaría después de todo lo que había pasado... ¿Red Hood las seguiría molestando? ¿Daisy se daría cuenta de lo que pasaba? ¿Batman se encargaría del nuevo encapuchado?

Seguí investigando para despejar mi mente, descubrí que mi tío le pedía dinero a su vecina para emborracharse, pero un día ella dejó de prestarle y él quería asustarla para que siguiera ayudándolo. Lo peor de todo es que es mi tío más decente.

DAISY FALCONE

Me levanté y fui a la cocina a preparar el desayuno, pero Diane ya lo había preparado.

-¿Te levantaste temprano?- pregunté con alegría.

-Algo así- dijo dándome un plato con comida.

Ambas nos sentamos en la mesa y comenzamos a comer.

-¿Ya me dirás qué te pasaba ayer?- pregunté mirándola.

-Me encontré con Red Hood

-¿Y qué pasó?

-Intenté chantajearlo

-¿Funcionó?

-No sé

Seguimos comiendo con tranquilidad, pero seguía pensativa por la carta y las flores. Diane notó que algo andaba mal.

-¿Qué tienes?- preguntó con curiosidad.

Le conté lo ocurrido y me miró con mucha atención, aunque parecía disimular algo de enojo.

-Tal vez alguien intenta hacerte una broma... eso es todo- dijo levantándose y dándome la espalda para lavar su plato.

Volví a la plaza a buscar un regalo, ya que no había encontrado nada el día anterior. Entonces me encontré de vuelta al chico misterioso.

-Ya sé que soy muy atractiva pero deja de seguirme- dije de broma.

Él soltó una leve risa.

-¿Ya descubriste mi nombre?- preguntó con curiosidad.

-¿Alan?- negó con la cabeza.

-Solo lleva una ''A''.

-¿Ángel?- él volvió a negar.

Me puse a pensar... podía tardar una eternidad en adivinar.

-Nunca adivinaré- dije con tristeza.

-Si no adivinas en... ¿cuántos días?- se preguntó esto último a sí mismo -cuatro días, te diré mi nombre

-¿Así nada más? ¿Creaste tanto suspenso para terminar diciéndomelo de todos modos?- pregunté confundida.

-Si no adivinas, me dejarás besarte.

-Pervertido.

-Si pensaras eso, ya habrías rechazado la oferta- dijo sonriendo.

Él se fue y yo seguí buscando el regalo para Diane. Tenía que ser algo que tuviera valor emocional, ya que ella tenía el dinero suficiente para comprarse algo caro.

Pasaron un par de horas y no encontré nada, así que volví a mi casa con algo de decepción. Cuando entré, noté que Diane estaba viendo un noticiero, el artículo que presentaban se titulaba ''D y D resuelven el robo a una florería en Gotham''.

-Creo que haces mejor trabajo sin mí- dije sentándome con ella.

-No, somos un buen equipo.

Pasaron los días y todo resultaba normal. Estuve varios días caminando por la plaza, buscando un regalo para Diane, pero me encontré con el joven misterioso otra vez.

-Hola- dije mirándolo por el reflejo de la ventana de una tienda.

-Hola- dijo parándose junto a mí.

-No he desayunado y tengo hambre ¿quieres un café?- pregunté aún mirando la tienda.

Él asintió y fuimos a una cafetería que estaba dentro de la plaza. Ambos pedimos algo y nos sentamos en una mesa.

-¿Alejandro?

Seguía intentando adivinar su nombre y él lo entendió, por lo que negó con la cabeza.

-¿Richard o Ricardo?

Volvió a negar.

-¿Alfred?- lo dije porque recordé al mayordomo de Bruce Wayne, pero dudaba que fuera su nombre.

Negó.

-Hoy es el cuarto día- dijo mientras una muchacha nos entregaba lo que pedimos.

-Ya lo sé.

-¿Te rindes?

-Todavía no

Estuve un rato diciendo nombres, esperando a que asintiera en alguno, pero no pasó. Cuando terminamos de desayunar, supe que no iba a adivinar.

-¿Cómo es que sabes más cosas de mí que yo de ti?- pregunté

-Creí que estabas segura de que te acosaba- lo miré mal y él sonrió antes de contestar -tal vez ya nos conocíamos y no me recuerdas- dijo esto de forma lenta y algo triste.

Me quedé pensando, la única persona a la que me recordaba estaba muerta.

-Me rindo

-Jason... pensé que tardarías más en olvidarme, florecita- dijo

Me confundí, creí que era una broma o algo así. Fui al funeral de Jason o ¿acaso era otro Jason, al cual no recordaba?

-¿Cuál es tu apellido?- pregunté atónita.

-Todd

-No puede ser... Bruce me dijo que moriste, incluso fui a tu funeral- dije con los ojos llorosos.

-Lo voy a resumir: digamos que una unión de asesinos me metió a un pozo mágico y reviví- dijo algo pensativo.

-¿Crees que soy idiota?- pregunté mirándolo mal.

-Enserio pasó eso.

-¿Cómo esperas que me crea ese cuento?

-Suena tonto, pero eso ocurrió.

-¿Bruce sabe que estás vivo?- pregunté con curiosidad pero sin mirarlo.

-Algo así... y deja de llorar, margarita- dijo buscando mi mirada.

Aún no entendía cómo podía existir un pozo mágico que reviviera personas, tal vez todo era una broma pero, si hubiera sido así, ¿por qué me afectaba tanto? Tal vez todavía no aceptaba que Jason había muerto, quizá estaba alucinando y necesitaba un psiquiatra.

Hola :)

¿Cómo están, personitas?

Este no es precisamente mi capítulo favorito pero espero que les guste ♥