Capitulo 33

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Central

Pov Dominic

Al Día siguiente...

Necesito ir a la maldita central para quitarme al ministro de encima, no me intimida, pero odio que este jode y jode con que tengo que supervisar mis soldados, así que iré con Julián y Nora para ver quienes están listos para entrar a mi equipo o quienes son mierda que me hacen perder el tiempo.

Entrando al central, empiezo a oler el miedo de todos los soldados al verme caminar por los pasillos mientras mis zapatos dan aviso que llego el Alpha y líder de toda esta maldita central. Llego a mi oficina la cual no es nada pequeña, ya que para nada merezco algo así, mi familia tiene mucho dinero, poder, inteligencia y buenos contactos como para que yo mereciese algo por el estilo.

En este imperio de la Ley no basta con ser rico para tener influencia aquí, si no que tienes que tener méritos y medallas que te den respaldo para cualquier acción. Hay diferencia entre ser rico y ser billonario como mi familia lo es y como lo soy desde que nací. Pero eso no le ha impedido a mi familia enseñarme a que tengo que mostrar poder y liderazgo, mucho más que el cerebro está por encima del dinero, ya que sin cerebro el dinero y poder te llevara a la mierda. En nuestra familia hay soldados únicos, leyendas vivientes ante la guerra, Estrategas de los mejores del mundo, espías de alto rango, doctores que están arriba de la medicina o la NASA.

Pero, aunque somos de titanio tenemos algo que ya todo el mundo sabe, mi familia solo tiene una maldición «Las Mujeres» cada Volkova es igual mujeriego y todo un semental sin nadie que nos detenga y mucho menos tenemos pudor como para admitir que no hacemos y lo que más nos identifica como Volkova es el maldito orgullo de ser de esta familia ya que nadie absolutamente nadie es mejor que nosotros.

La única cura de esa maldición se llama «Desinterés» cuando una mujer llega a la vida de un Volkova que no cae en sus juegos a primeras buenas, es nuestra puta debilidad y muchas más cuando esa mujer se mantiene por más de cinco minutos soportando a nuestra belleza y nuestra manera de seducirlas. Las mujeres fuertes e independientes nos obliga a querer dominarlas aun sabiendo que es imposible con ellas y justamente la pantera que tengo en la casa me costó mucho dominarla como para que alguien me la venga a quitar ahora. Hoy en día ella es la que se cae en mis brazos llenándome de satisfacción extrema y enorgulleciéndome cada vez que la hago mía a mi antojo.

Ya en mi oficina entro a la computadora de mi escritorio para revisar todo lo acontecido mientras Nora y Julián ven la lista de todos los soldados que hicieron solicitudes para ingresar mi equipo de soldado en el sector N.º 3. Tienen que tener un récord de medallas, mucha experiencia y sobre todo cojones para soportar mi liderazgo ya que como cualquiera pensara conmigo no es un camino de rosas y claveles.

—Señor...—me llama Nora y no despego mi vista del computador.

—Son cien soldados que cumplen los requisitos para entrar—me avisa y asiento.

—Que tenga listo el circuito—les ordeno escribiendo algunos emails.

—Dominic, los estrategas que se apuntaron son muy buenos—Julián me entrega una hoja con los hombres y toda la información necesaria mientras leo veo que solo hay diez en esta.

—¿Pero qué mierda? —le pregunto viéndolo—¿Solo estos se apuntaron? —asienten ambos.

—No es por nada amigo... pero todos los estrategas tienen miedo de ti—lo fulmino con la mirada.

—Mejor, solo quiero los que tiene cojones—no voy arrogarle a nadie, asienten de nuevo para ir avisar a los soldados que voy para supervisar, y ver si tienen lo que necesito.

MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora