MI NECESIDAD OSCURA [EN EDICIÓN]

Especial Año Nuevo: Extra

Narrador omnipresente 

En un universo paralelo...

La lluvia en Londres cae en una llovizna suave y cálida, el sol de día se había escondido detrás de mucha nubes que hacían mas fresca la mañana de dicho día importante ya que no era cualquier día, era el ultimo del año. Dominic Volkova se encontraba con las manos detrás de nuca mientras aun dormía, cuando un movimiento de una pierna lo hizo removerse un poco de su placido sueño.

Como todo soldado podía estar dormido aunque en alerta, sintió como su cama se removía mas y como su sabana descubría su desnudes, no se molesto en abrir los ojos pues al sentir los labios que tomaban de su polla ya dura, sabia que era su mujer la que estaba empeñada en levantar a su marido de la forma que a el, le gustaba.

Su erección se engordo y desbordo algunos líquidos pre seminales cuando su mujer intento en una sola embestida meterla en la boca, aunque le costara por su tamaña. Gruño sosteniendo el cabello castaño sin abrir los ojos para follarle de nuevo la boca a la mujer que según el estaba como una bebe succionando toda la polla de su hombre.

Michell sentí como su corazón latía con mas fuerza cuando vio a su marido gruñir y abrir los ojos para ver como ella se encontraba llena de el y con algunas lagrimas brotando de sus ojos por resistir sus arcadas  por el tamaño de la polla de su marido. Era el primer año que comenzaban y terminaban juntos. Su felicidad no cabía en su pecho, pero sabia que su marido no era de palabra sino de acciones y según ella que mejor que demostrar su felicidad con el, que dejar que follara cualquier parte de ella.

En lo cual si tenia razón ya que el joven Volkova solo tenia una acción para demostrar su pequeño sentimiento de felicidad; follar duro a su mujer, como el dominante que es. Al sentir como tocaba la garganta de Michell no lo pensó dos veces para correr en su boca acompañado de gruñidos varoniles y gemidos de su mujer que ya tenia húmeda la cama con la vista de semejante hombre que le devorada su polla. EL general disfruto la vista que le ofrecía sus preciosos ojos amarillos que devoraban todo su liquido expulsada por la exquisita mamada matutina que le ofreció su mujer.

—Me imagino que estos son tus buenos días.

Hablo ronco el general subiendo su mujer hasta su cintura para ubicar su polla que aun se mantenía levantada aun despues de correrse en la boca de ella. Hizo que gimiera con fuerza a que se enterró en ella poniendo sus pechos mas duros y sus paredes mas apretada. Mientras el general estaba derecho en la cama disfrutando de la vista, ella echaba la cabeza atrás al sentir a Dom dentro de ella, grande, grueso, venoso y palpitante en su carne.

—Y este es tu buenos días —gimió para volver la vista en su hombre que palmeo su trasero con fuerza aun si moverse.

—Que sensibles estas, gatita. —le gruño mientras ella comenzaba a gemir con fuerza y cabalgaba con firmeza a su marido.

—Fue hace poco. —dijo entre gemidos fuertes mientras continuaba en su labor pecaminosa y placentera.

—Entonces lo volveré hacer para que siempre estas así para mi.

Declaro y subió mas su pelvis, logrando que Michell sintiera como ella misma se partía en dos con el miembro de su acompañante de cama y de vida. Gimió mas fuerte continuando mientras su marido tomaba con fuerza sus caderas forzándola a soportar todo su tamaño. Se enderezo para poder comer los grandes pechos rosados de ella mientras continuaba con su labor. Tomo su cabello para hacerla atrás su cabeza y que siguiera cabalgándolo pero viéndolo a los ojos. Su amarillo fuerte se conecto con el café claro del general, ambos hacían circuito cuando juntaban su mirada con tal fuerza, deseo, pasión, libido y amor que soltaban rayos electrizantes.