El anill0 r0t0: De t0d0s m0d0s este matrim0ni0 fracasará

Capítulo 51

"Mmm."

"Levántate ya".

El sonido de su respiración que había fluido uniformemente de sus labios desapareció por un momento y Kassel abrió lentamente los ojos. Al mismo tiempo, los ojos de Inés se entrecerraron.

"... ¿Estabas despierto?"

"Sí." Respondió sin rodeos. No se veía particularmente descarado, pero su rostro tampoco se veía duro, solo le entregaba una respuesta natural y sin sentido.

Qué vergonzoso. Sin decir más, Inés le dio una palmada en el brazo mientras lo empujaba hacia atrás nuevamente, sobre todo, porque su cosa dura había vuelto a tocar su ropa interior, que apenas cubría sus partes secretas.

"... No lo haré."

"No dije nada, Inés."

"La parte inferior de tu cuerpo está hablando ahora." Ella tiró su culo hacia atrás.

Era más un gesto nervioso que tímido, ya que sabía que la gran mano de Kassel le sostenía la espalda. Pero como antes, el intento terminó en intento.

"... ... ."

"Sé muy bien cómo decir todas esas cosas".

Se rio mientras decía eso, como si estuviera elogiando a alguien un poco más joven que él. Cuando lo abrazó más profundamente, la parte inferior de su abdomen fue aplastada por la de Kassel.

Inés sintió que ahora necesitaba una expresión más estricta asi que levantó las cejas rigurosamente.

"No me acostaré contigo tan temprano en la mañana..."

"Por supuesto" su boca le daba una respuesta cortés, pero su cosa le apretaba fuertemente el vientre de manera arrogante y atroz. Los ojos de Inés se entrecerraron como si sospechara y la suave sonrisa de Kassel cayó sobre ellos, entonces él dijo.

"Inés, puedes hacer lo que quieras."

"Creo que ha pasado un tiempo desde que no he podido hacerlo a mi manera".

"No lo haré. No lo haré."

"No voy a hacer nada después de poner algo asqueroso en el cuerpo de otra persona por la mañana—"

"—Solo quédate así un poco más, ¿de acuerdo? No haré nada, lo prometo."

Su voz no era alta ni baja, pero de alguna manera sonaba dulce, como si hubiera sido cubierta con azúcar. Era tan dulce que le hacía cosquillas en el estómago. Luego, sus labios cayeron sobre la parte superior de su coronilla.

Este ambiente es perjudicial.

Un toque tan personal, una rama lateral que no tiene nada que ver con el punto principal. Nada de eso era beneficioso. Mientras Inés intenta salir de sus brazos nuevamente con un sentido instintivo, él presionaba sus labios tocando levemente la parte superior de su cabeza.

"Si sigues moviéndote así, tendrás que hacerte responsable". Kassel dijo a la ligera, poniéndose la camiseta. Inés contorsionó su rostro.

"¡No voy a tocar algo como eso...!"

"Está bien." Como si hubiera hecho una confesión y fuera rechazado, murmuró como si lo lamentara. Apartó los labios como para calmarse.

"Estás diciendo que no has dormido un poco".

"Acabo de despertarme. Sorprendentemente, creo que soy más diligente que tú".

"Si te desertaste antes, antes debió caerse..."