El anill0 r0t0: De t0d0s m0d0s este matrim0ni0 fracasará

Prólogo

**Antes de empezar a leer esta traducción/corrección de la novela, por favor ten en cuenta que la historia trata temas muy delicados como lo son el abuso tanto físico, emocional como sexual, el suicidio, abortos, bulimia, y más, y aunque son temas muy reales y humanos, considera que esta historia sigue siendo eso, una ficción, asi que por favor,  si eres una persona susceptible o delicada a los temas mencionados, reflexiona sobre ello y toma precaución. 

Habiendo dicho esto, disfruta la lectura. 

***

"¡Señor, señor Escalante... !"

Tan pronto como se dio la vuelta al corredor dividido en ambos lados, el grito de una dama voló por la parte posterior de su cabeza. Cuando dejó de caminar sin querer, su voz de repente se acercó con el sonido de pasos rápidos.

"Disculpe, ¿podría ayudarnos por favor? La Condesa de repente se queja de mareos extremos y no sé qué hacer. Aquí solo hay mujeres débiles "

Antes de que pudiera encontrar más excusas tontas, Karsel se puso los guantes, que ya se había quitado a medias. Una mirada de aburrimiento apareció en su rostro cansado por un momento, pero eso fue todo.

Finalmente, mirando hacia atrás a las damas nobles, el rostro del hombre noble era amable.

"..."

La mujer que se acercó más, lo miró perdida en sus pensamientos, como si no encontrara las palabras. Con solo mirarlo por un momento, sus ojos quedaron encantados al instante. Como todas las mujeres de la corte de Ortega, o las sodomitas que se dan por satisfechas.

En el primer caso, fue un poco aburrido, y en el último, era absolutamente repugnante, pero de todos modos solo había una causa. Él era demasiado guapo. Y como hijo de la familia más prestigiosa, Escalante es siempre el hombre más guapo de la compañía mentora.

"¿Señora?"

A veces era tan bueno que alguien ni siquiera podía hablar. Si algún día pudiera sacar los ojos voyeristas de esos viejos hombres de la sodomía, sería solo lo mejor en cien.

Tenía una sonrisa directa además de la impresión un tanto contundente típica de un oficial naval. A diferencia de la deslumbrante rubia, las líneas duras en los labios, que incluso les daban una sensación estoica, se suavizaron en un instante. El rostro de la mujer se convirtió en una que acababa de desfallecer, y luego sacudió la cabeza como si recordara tardíamente su deber.

"... ¡Oh, así que! Esperé a que pasara un señor al que pudiera pedir ayuda, pero nadie apareció después de esperar mucho tiempo. Qué suerte que aparezca Señor Escalante en un momento de crisis como éste... !"

Los ojos de Karsel fueron más allá de la dama ordinaria parada justo frente a ella, hacia la otra dama, que estaba apoyada contra la pared y respiraba con dificultad. No le resultaba familiar, pero hasta cierto punto, una cara era solo una cara.

Las dos mujeres que estaban a su lado de repente comenzaron a susurrar todo tipo de cosas. Frotándose las manos, abanicándose 

"¿Puedes respirar, puedes caminar derecha?"

Esas son las preguntas claras para escuchar. No es como si fuera a preguntarle sobre estas cosas ahora. En una emergencia real, cualquiera habría corrido al salón de banquetes a solo dos minutos de la noble condesa, pero considerando que nadie lo hizo...

"... De verdad, pareces desesperado."

Realmente no era una emergencia en absoluto. Lo que habían estado esperando desde un principio no era porque no hubiera un caballero amable que llevara a la pobre mujer al carruaje o a su habitación.