Este será nuestro secreto |Harry x Hermione |

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¡¡Hola!! lo sé, hacía mucho que no me pasaba por aquí, había pensado que no había mejor forma de acabar definitivamente esta historia que haciendo un epílogo, espero que os guste.

** 2 años después**

Hermione nunca en la vida había estado tan nerviosa... ¡por fin iba a casarse!. Le hacía especial ilusión reunir a todos sus seres queridos y dar un paso más con el hombre al que amaba, era muy importante para ella. La noche anterior apenas pudo dormir, se comía la cabeza, quería que todo saliera a la perfección; por suerte el anti ojeras que le aplicaron borró todo rastro de insomnio. 

Después de que le maquillaran llegó el momento de probarse el vestido, cosa que también le ponía nerviosa : — ¿ y si ya no me queda bien? — se preguntó mientras se ponía el vestido.

 Una vez que se lo puso, su madre y Ginny le cogieron de la mano y la pusieron ante un espejo para que pudiera verse. Las 2 no pudieron evitar emocionarse. Hermione estaba muy guapa con ese vestido, parecía una princesa. Ella también sonrió al contemplarse en el espejo y asintió con la cabeza dando su aprobación al vestido que había escogido hace 3 meses para su boda.

—  Hija mía, estás preciosa, no me puedo creer que hoy os vayáis a casar, me emociona mucho... — confesó Jean a su hija entre lágrimas.

 Su hija a modo de respuesta le dio un sincero abrazo.

—  A mí también me ilusiona, mamá... Ahora mismo cuento los minutos para verle en el altar — contestó Hermione.

***

Os mentiría si os dijera que Harry estaba tranquilo pensando en su inminente boda, todo lo contrario. Estaba atacado de los nervios porque quería que todo saliera bien. Sirius y Ron intentaban tranquilizarle pero  de momento no lo estaban consiguiendo.

—  Yo hasta que no la vea en el altar no me quedo tranquilo...  —  reconoció Harry. - —  Me muero por verla con ese vestido blanco. Estará guapísima y me emocionaré...  — les confesó a ambos.

 Sirius y Ron le dedicaron una sonrisa y le abrazaron.

—  Ya verás que todo saldrá bien sobrino — le dijo Sirius mientras le ponía bien la corbata.

Harry intentó 3 veces esa mañana ponerse solo la corbata, estaba tan nervioso que fue incapaz y finalmente fue Sirius el que se la puso.

—  ¿ Seguro que esta corbata verde queda bien con mi traje? — preguntó Harry con un poco de inseguridad.

—  Sí Harry, queda muy bien. Venga que tenemos que irnos o llegaremos tarde —  le apremió Ron mientras tiraba de su brazo para que salieran de la habitación.

Los 3 se subieron en el coche y fueron hacia la iglesia. Vieron a algunos invitados que ya estaban sentados en los bancos de la iglesia esperando con impaciencia la celebración de la boda. Harry vio a Luna Lovegood y se acercó a saludarla.

—  Hola Harry. Pensé que no llegarías — le dijo ella esbozando una tierna sonrisa.

—  Hola Luna... lo sé, hemos llegado un poco justos de tiempo, pero aquí estoy, dispuesto a casarme con la mujer de mi vida — añadió él dedicándole una amplia sonrisa.

—  Lo sé Harry, hacéis una pareja muy bonita. No te interrumpo más, tienes que ir hacia el altar y esperarla allí — añadió Luna.

—  Lo sé , hablamos luego Luna — contestó Harry despidiéndose de ella.

Se acercó al altar y esperó con cierta impaciencia su llegada. Sirius su padrino de boda empezó a charlar con él de banalidades para distraerle, pues conocía bien a su sobrino y sabía que  en esos momentos era un manojo de nervios.