Las cosas en Hogwarts (concretamente en el sexto año)no están siendo fáciles ni para Harry ni para Hermione, lo que no saben es que en esa noche, se encontrarán...
𝓐𝓒𝓛𝓐𝓡𝓐𝓒𝓘𝓞𝓝...
Totalmente alentada por la sonrisa seductora de Harry y sus jadeos por el placer, Hermione cogió un poco de gel de baño y comenzó a masturbarlo, moviendo la mano arriba... abajo y así repetidamente mientras le besaba en los labios apasionadamente para callar sus gemidos, Harry mientras llevó sus manos al trasero de Hermione, apretándolo con fuerza mientras le respondía al beso. Harry liberó una de sus manos y decidió llevarla a la entrepierna de su novia, decidió ser generoso y darle placer de nuevo, una de las cosas que descubrió que más le gustaba era darle placer, ver cómo sus labios se entreabrían, como sus ojos se cerraban con fuerza con la llegada del inminente orgasmo...
Harry y Hermione siguieron masturbándose mutuamente hasta que quedaron exhaustos, decidieron ayudarse a enjabonar el cuerpo y se secaron con detenimiento con las toallas, se vistieron y decidieron tumbarse en el sofá, ambos estaban totalmente exhaustos y como para no estarlo, lo que parecía ser un tranquilo baño, se convirtió en descontrol y lujuria, tenían las hormonas revolucionadas y cuando se juntaban... ardía Troya.
— ¿Preparamos algo para cenar?— preguntó Hermione mientras se incorporaba en el sofá. — Sí, me muero de hambre— respondió Harry con una sonrisa.
Se levantaron, se lavaron las manos y prepararon sopa para cenar. Como tenía caldo en casa, tardaron muy poco tiempo, mientras el caldo hervía, cocinaron el segundo plato, huevos fritos con espárragos, mientras uno hacía los huevos, el otro vigilaba la sopa y ponía la mesa, y así en cuestión de 20 minutos, ya tenían todo preparado, se sentaron a cenar y disfrutaron de la compañía del otro, charlando sobre cualquier banalidad.
Harry no podía estar más contento, pasar unos días así de bien con su novia era de lo mejor que podía vivir en ese verano, al estar con ella se olvidaba de todo el mundo, de los Dursley, de Hogwarts, se daba cuenta del bien que le hacía estar con Hermione, sacaba lo mejor de él.
— Hermione, quiero darte las gracias por estar conmigo, te quiero— le dijo Harry mirándola a los ojos, Hermione sonrió y no pudo evitar sonrojarse, Harry la miró con adoración absoluta, sintiéndose el chico más afortunado , limpió con el dedo los restos que tenía Hermione de tomate muy próximo a su labio y no pudo resistirse a plantarle un tierno beso. — Yo sí que soy afortunada, te quiero— respondió Hermione a las bonitas y sinceras palabras de Harry.
***
—Quiero que estos días no acaben jamás, respondió Harry con tristeza, se levantó y comenzó a recoger los platos y vasos. — Yo tampoco quiero que acaben estos días tan geniales contigo. Creo que lo que tenemos que hacer es aprovechar hasta el último segundo, hacer lo que nos dé la gana —dijo Hermione mientras le ayudaba a recoger lo que quedaba, doblaron el mantel, tiraron las servilletas usadas a la basura y se fueron al cuarto de ella.
— Estoy muy cansada...— anunció ella acurrucándose a su lado.
— Yo estoy igual, ha sido un día intenso... — le respondió mientras le acariciaba el pelo con ternura.
Hermione poco a poco fue cerrando sus ojos, se sentía relajada, totalmente en paz. A Harry también le comenzó a entrar el sueño, se acomodó en la cama sin soltar a su novia y se durmió abrazado a ella, solo se escuchaban sus acompasadas respiraciones mientras se sumían en el mundo de los sueños.
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Bueno, aquí tenéis otro capítulo. Os doy las gracias de nuevo por todo el apoyo que estáis dando a esta historia, espero que os estéis cuidando en estos tiempos tan complicados.
