Las cosas en Hogwarts (concretamente en el sexto año)no están siendo fáciles ni para Harry ni para Hermione, lo que no saben es que en esa noche, se encontrarán...
𝓐𝓒𝓛𝓐𝓡𝓐𝓒𝓘𝓞𝓝...
Para desgracia de Hermione y Harry, tuvieron que volver a Hogwarts. En parte se alegraban por ello pero había un inconveniente: se acabó la intimidad. Lo tendrían muy difícil para poder pasar más tiempo a solas y avanzar como pareja. Cuando llegaron a King Cross, se encontraron con los hermanos Weasley. Abrazaron a Ron nada más verle y después se dispusieron a coger sitio en el tren.
Harry y Ron se pusieron a hablar sobre un partido de Quiddich bastante importante, y en ese momento, Hermione no pudo evitar desconectar. Se puso a mirar por la ventana mientras pensaba en esa tarde de invierno en la que Harry la masturbó. Ese calor familiar empezó a recorrerle el cuerpo.
Harry miró a Hermione de reojo. Se percató de que estaba ensimismada con sus pensamientos. Se fijó en que estaba apretando sus piernas , la una contra la otra. Ya sabía en lo que estaba pensando: en la tarde en la que estuvieron solos en su casa. Harry necesitaba tocar a Hermione, le torturaba estar sentado al lado de ella y no poder tocarla como quería, conteniéndose, le tocó suavemente el hombro.
— Hermione, ¿estás bien? — le preguntó.
Hermione giró la cabeza y su mirada se clavó en la de Harry de una forma bastante intensa. — Claro que lo estoy, Harry, yo... estaba pensando en otras cosas... — le susurró Hermione al oído.
Cuando Harry iba a susurrarle que él estaba pensando en eso mismo, el tren llegó a Hogwarts.
Ambos salieron del tren cogidos de la mano. Hagrid al verlos les sonrió y les guiñó el ojo cómplice. Se alegraba por ellos. Él sabía que tarde o temprano acabarían juntos.
Fueron al gran comedor. Hermione se sentó al lado de Harry, cenaron charlando alegremente con Ginny, con Fred y George y con su amigo Ron. Mientras cenaban, una de las manos de Harry fue a parar al muslo izquierdo de Hermione. Lo apretó suavemente debajo de la mesa. Hermione de forma asombrosa guardó la compostura. Intentaba concentrarse en la conversación pero no podía. Sentir la mano de Harry en su muslo era lo único en lo que estaba concentrada. El calor se estaba expandiendo. Hermione deseaba con todas sus fuerzas estar a solas con Harry, pero eso no podía ser, en el comedor estaba todo el mundo.
Hermione iba a marcharse a su habitación, cuando de pronto Harry la tomó de la mano y la llevo al sofá de la sala común, no había nadie, todos se habían ido a dormir .
— Todo el día he tenido ganas de esto — le susurró Harry y acto seguido la besó en los labios de forma apasionada.
Sus lenguas se encontraron y juguetearon, mientras una de las manos de Harry fue a parar a las piernas de su novia , ascendiendo lentamente hasta su centro .Harry la miró a los ojos pidiéndole permiso para avanzar. — Claro que puedes... — susurró Hermione con una voz ronca, deseosa de sentir las manos de Harry en esa zona del cuerpo.
Harry por primera vez tocó a Hermione por debajo de su ropa interior. Su piel desprendía calor, era muy suave. Hizo lo mismo que la anterior vez. Frotó su mano con delicadeza por la zona íntima de Hermione y comenzó a masajearla en círculos. Hermione gimió como señal de aprobación. Harry siguió haciendo eso y después probó a meterle un dedo, cuando lo hizo, Hermione soltó un quejido. — Eso no Harry... me duele... —dijo apenada.
En el momento, Harry sacó su dedo de ahí e hizo lo de antes.
Minutos después Hermione tuvo un orgasmo. Miraron el reloj, era la 1 de la mañana. Se despidieron besándose apasionadamente y se fueron a dormir, cada uno a sus respectivos cuartos.
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