DELICIAS EXOTICAS 2

PROFESOR

Llegue a la universidad un poco con sueño, hoy tendríamos nuevo profesor.
Me imagino algún anciano molesto que no nos apruebe en administración de empresas. Él ultimó, fue así denso y molesto. Mi nombre Agustín, no tenía muchos amigos, solo los necesarios para terminar mis estudios. Me acomodé en mi banco esperando al profesor, mientras tanto puse mis auriculares escuchando música, estaba tan centrado en la música que me quede inverso en mis pensamientos, cuando una mano saco mis auriculares mirándome fijamente.

—No puede escuchar en clases música, soy el nuevo profesor y mi nombre es Aníbal— se dio la vuelta yendo al frente.

Mis ojos quedaron envueltos en el hombre frente a mí, nada a lo que había pensado, 
era realmente un profesor que me asía babear. 

—Disculpe profesor, mi nombre es Agustín y no volverá a ocurrir—mire a su rostro.

—Lógicamente no. Se queda después de clases—prosiguió con lo que hacía.

Nuestras miradas conectaban de vez en cuando, sintiendo deseo de parte de los dos. Tal vez estaba equivocado, pero su bulto prominente decía otra cosa. Cada nada miraba a mi puesto sonriendo por lo bajo sin que nadie lo viera. Yo me sentía incómodo, pero lo disfrutaba. Termino por fin el martirio de tenerlo frente.
Al salir de clases él me queda mirando y con una seña pide que lo siga, con un asentamiento lo seguí hasta su oficina.
Era un hombre muy imponente y no quería que me repruebe, entramos yo me senté frente a él y solo podía mirar su boca, estaba tan bueno el profe que no quería dejar de mirarlo. Creo que se dio cuenta por qué se quedó mirándome por largo tiempo diciéndome.

—Voy a disciplinarte, en mi clase tienes que estar atento—lamió sus labios y sonreía.

Se levantó, acercándose lentamente con sus ojos fijos en mi quedo frente y pidiéndome mis manos, saco su corbata y ato ellas atrás de mi espalda.

—Que ase profe…—sello mis labios con sus dedos.

—Dándote una lección—sonrió de medio lado.

 Sentí un poco de incertidumbre y a la vez ganas de saber que aria.

Acercó su boca a mi oído—sé lo que
quieres—dijo esto, dando un escalofrío a mi piel.

Nuestros rostros quedaron frente a frente, bajando su mirada a mis labios, acercó los suyos besándome con necesidad, siguió lamiendo mi cuello, bajando por mi pecho, mordiendo mi pezón sobre mi ropa
hasta llegar a mi entre pierna soltó mi pantalón y saco mi verga muy excitada, la miro por un buen tiempo.

—Ahora juguemos—metió todo mi pene en su boca.

 Mi gemido escapaban estremeciendo mi cuerpo, metió y saco muchas veces con ayuda de su mano, toco mis huevos y siguió a mi trasero metiendo sus dedos deliciosamente. Era excitante estar así con mi profesor y en un su oficina.
Chupo mi verga sin descanso, cuando iba a llegar se levantó dejándome con unas ganas inmensas. Mire como limpiaba su boca y desabrochaba su pantalón sacando su falo grandísimo dejándolo frente a mi boca, presionó este entrando en mi, me follaba la boca, descontrola mente agarrando mi nuca, metía y sacaba una y otra vez hasta acabar en lo profundo de mi garganta trague todo sintiendo su gusto. Con su mano tomo mi verga a punto de estallar y la masturbo dándome al fin un orgasmo. Desato mis manos. Y volvió a sentarse en su asiento. Yo acomodé mi ropa y masajeé mis muñecas tratando de componerme. 

—Sal de aquí esto estuvo mal—sin mirarme señalo la puerta.

Salí de allí no entendiendo que paso, pero solo sé que buscaría de nuevo a mi profesor. Mi vida sexual no era tan buena, pero este hombre logro ponerme muy caliente. En toda la noche no pude dormir, me la jalé millones de veces pensando en su verga, es que fue excitante y deseaba más.

Al día siguiente fui a su oficina entre pidiendo permiso, cerré con llave la puerta. Se levantó viniendo asía mi, acercándose rápidamente antes que llegue me arrincono, presionando su entre pierna a mi cuerpo, beso mis labios con pasión y fervor, poniéndome más caliente.

—No sè que me hiciste, pero quiero más de ti, tu verga es riquísima—siguió comiendo mi boca con necesidad, metiendo su lengua en cada rincón de mi.

—Lo necesito dentro profe—lamí su boca.

Nos despojamos de la ropa, lo más apresurado posible, tiro todo lo que molestaba de su escritorio y me puso enzima, chupándome el pene con anhelo mientras su mano masturbaba su tallo duro, su boca se deleitaba y su mano satisfacía su necesidad. Su lengua llegó a mi orificio dando toques profundos, chupando y lamiéndolo, desprendiéndome gemidos ahogados

sentí su verga en mi entrada trasera entrando todo en mi por completo llenándome y dándome placer a pesar de que dolía me satisfacía. Tocaba mi verga mientras penetraba mi ser. Mi boca ardía de sus mordidas desmedidas y mis pezones eran estirados por mi mano. Estaba muy excitado, deseoso de mucho placer, era excitante su verga en mí, siguió por más tiempo hasta terminar dentro. Volvió a devorarme la boca bajando de nuevo a mi verga chupando con fogosidad de arriba, asía abajo hasta meter mis huevos, llegando a lo más profundo, sus hilos de salivas se esparcían por su comisura y mis ojos miraban como comía mi falo vivazmente hasta volver a derramar mi líquido dentro de su boca.

《 NUNCA PENSÉ QUE MI PROFESOR MAMARIA MI VERGA DE ESA MANERA》

Cerré los ojos extasiados.

Me dio la vuelta metiendo de una sola estocada toda su verga, el dolor y placer era excitante, tanto que sentía fallecer de tanto placer. Volvimos a derramar nuestros líquidos gimiendo muy despacio para que nadie nos escuche. Esto de saber que alguien vendría más nos ponía. Nos vestimos tratando de mantenernos en pie después de tantos orgasmos

Esto continuo por mucho tiempo, el placer con mi profesor era delicioso y probarlos de muchas maneras también ...

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💗G.Arce