GASOLINA

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Trabajaba en un depósito de gasolina para venta al público hace más de un año, estaba agotada pero mi compañero me daba fuerzas para ir todos los días, estaba buenísimo y de solo verlo pasaba con las bragas mojadas.
Cuando me hablaba el fuego en mi vientre hacía que se ponga más intenso.
《Nunca les paso tener un compañero que esté muy bueno》
Pues a mí sí, era perfecto en todos lados, cola perfecta para agarrarla y pellizcarla, unos labios no tan finos y unos ojos negros con pestañas pobladas muy penetrantes. Unos tatuajes que lo hacían el típico bad boy y a mí me calentaba como loca, prácticamente vivía alzada, era difícil verle y que mi entrepierna no moleste.

Otro día corriendo, me bañé arregle un poco, puse mi uniforme, mucho perfume y salí rumbo a mi trabajo. De tan apurada que estaba no me puse ropa interior, pero de esto me di cuenta ya llegando y no volvería de nuevo era tarde.
《maldita cabeza la mia》
Se que el uniforme marcaría mucho mis pechos, porque encima era bien entallado, pero bueno no podría hacer nada.
Mi compañero mojas bragas ya estaba, lo saludé sintiendo su olor exquisito y fui a mi puesto sintiendo su mirada en mi trasero, tal vez estaba perseguida por no tener ropa interior, paso la mañana con muchos clientes y la tarde ya más tranquila.
Faltaba una hora para el cambio, decidí ver mi caja si estaba todo en orden, miro asía adelante y veo a mi compañero lamerse los labios viendo mis senos, eso hizo que mi vientre se contraiga, de mis senos paso a mis ojos y yo mordí mis labios invitándolo a más.
Entre contoneando mis caderas con descaro hacia una pieza que tenia el sitio esperando por él, llego estampando sus labios con los míos en un beso desenfrenado, se notaba que había deseo y mucho, nuestras bocas no daban tregua mordía y chupaba mis labios estirándolos. Desabrocho mi camisa quedando mis pechos libres se prendió de ellos succionando y lamiendo con intensidad provocando pequeños gemidos su mano desabro mi pantalón metiendo su mano encontrando mi sexo listo le dio atención asiendo que más me moje, sacaba y metía sus dedos y su boca chupaba mis pechos. No pude contenerme más y moje su mano con mi orgasmo, lo saco llevándolo a su boca probándolos miro mis ojos y volvió a comer mi boca sintiendo mi gusto. Termine frente a su pantalón desabrochándolo saque su pene ya con su cabeza brillosa de su líquido pre seminal pobre esto que sabía muy bien pase mi lengua por toda su verga y lo metía bien adentro de mi garganta sacando y metiendo, con mis tetas lo metí en medio dándole una paja exquisita con mis con ellas, mientras bajaba y subía mi lengua lo acariciaba, sus gemidos eran descontrolados y el mío absolutamente perdido en su deliciosa verga termino en mi boca y trague todo sintiendo su líquido pasar mi garganta. Se sentó en una silla y yo me puse enzima de él sintiendo su verga en mi entrada que entro perfectamente de lo tan lubricada que estaba como yegua, cabalgaba su verga que sentía hincharse dentro mío, mi vientre se contraía por el espasmo y mi orgasmo no tardo en llegar, sus estocadas continuaron mientras se tendría de mis pechos sabía que me dolerían después, pero no me importaba solo me importaba sentirlo. Continúe mis movimientos perdiéndome en otro tremendo orgasmo, mis piernas estaban muy débiles y el continuo con el trabajo acelerando sus embestidas llenando completamente mi vagina.
Nos volvimos a besar, sabíamos que esto no terminaría, pero seria en otro lugar, aquí podríamos ser descubiertos aunque eso me gustaría no puedo darme el lujo, tengo que seguir con mi empleo.

Me comió mi compañero y yo lo comí, fue un sexo terriblemente exquisito en el depósito de gasolina.


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