Soy una mujer que le encanta el sexo una de mis fantasías es que me penetren por mis dos orificios, ya tengo cuarenta años experimente tantas cosas solo me falta esa por eso estoy buscando dos hombres que me ayuden a cumplirla, sobre todo que sean de veinticinco en adelante así me gustan.
Sé que me juzgan por gustarme hombres más jóvenes, pero no me importa, solo me importa sentirme bien y disfrutar del sexo.
Mi casa era muy grande, mandé a contratar un jardinero hoy me los mandarían estoy ansiosa esperándolo. Tocaron el timbre, fui a abrir la puerta grande fue mi sorpresa ver a dos hombres recorrerme completa. Asombrada en mi rostro se notaba, me explico el rubio que era el jardinero y el morocho su ayudante, mordí mis labios y mi vagina palpitante no se hicieron esperar.
Los invité a pasar les ofrecí algo fresco y fueron a trabajar. Los miraba por la ventana que daba al patio eran perfectos, no pasaban de los veintiséis cómo me gustaban, las gotas de sudor recorrer sus cuerpos más me calentaban dios estos hombres estaban apetitosos.
Fui a mi cuarto, me puse una malla que apenas cubría mis senos y vagina, llevé mi toalla y mi protector solar y me fui ala tumbona que daba al jardín cerca de la piscina. Me puse protector solar muy despacio, sintiendo sus miradas desvergonzadas por mi cuerpo, sentía que iba a estallar de excitación, mis ojos miraron los suyos provocando que sus pantalones molesten, eran muy evidente sus erecciones. Fui hasta ellos aprovechando ello con un gesto hice que me siguieran con sus ojos fijos en mi trasero, siguieron mis pasos. Unos sillones gigantes adornaban mi patio fui hasta allá me quite la malla dejando ala vista mis atributos y me senté abriendo las piernas dejando mi sexo muy mojado expuesto, mis dedos recorrieron mi raja masajeando mi carne hinchada, mientras mi otra mano estiraba mis pezones provocando jadeos de mi boca entre abierta. Sus ojos recorrían todo lo que hacía demostrando lo excitado que estaban mordían sus labios y su muy prominente carpa que se formaba en sus pantalones también lo asía entender.
El rubio precioso quedó de rodillas frente a mi sexo cuál león a su presa metió su cabeza entre mis piernas devorando mi vagina con prisa asiendo contraer mi cuerpo de deseo, el morocho quedó frente a mi rostro y yo como buena mujer saque su verga muy hinchada lamiendo su líquido pre seminal y todo su largor lo metí todo. Comía mi vagina el hombre entre mis piernas y yo chupaba con ansias la verga del morocho que sabía muy bien, dejo mi vagina arremetiendo mis tetas con su boca mordiendo y succionando las dos mientras el morocho salía de mi boca para posicionarse en mi entrada sintiendo su verga entro de una sola estocada provocando quejidos, mis gemidos eran callados con la verga del rubio que ya lo tenía parado frente a mi rostro follando mi boca. Mi entrada era follada y mi boca al mismo tiempo haciendo que mis jugos se escurrieran por mis piernas, salieron de mí yo me acomode para qué entrarán al mismo tiempo por mi trasero y vagina sintiendo al fin esa doble penetración que quería y deseaba. Sus embestidas sacudían mi cuerpo provocando más espasmos a mi vientre, sentía mi sexo contraerse y llegar a otro increíble orgasmo mojándome más, entraban y salían asiendo que arda de goce y delirar de satisfacción me sentía muy llena y era muy rico tenerlos dentro, el choque de los jugos y los cuerpos más nos ponían los tres jadeamos sin control sintiendo mucho placer, sus cuerpos se tensaron y sus vergas hincharse acabando dentro mío sintiendo sus líquidos muy dentro de mí.
Fue una fantasía cumplida y me lleno muy bien por todos lados, era la combinación perfecta, el rubio y el morocho, jóvenes y muy sexis.
Necesitaba este orgasmo llenarme completamente.
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DELICIAS EXOTICAS 2
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