SUEÑO

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Después de un largo viaje de casi catorce horas, llego a mi destino.
En la aduana fui retenida por un hombre que según él quería saber que asía allí.
Ya lo había visto antes y cruzamos miradas, él descaradamente mira mi cuerpo, esto iso que mi sexo se apriete. Por desgracia decidí viajar en pollera y sin sostén me sentía expuesta, pero me era cómodo para tan largo viaje.
Me llevo a un cuarto donde estábamos solos, no puedo negar que el hombre en cuestión era muy bello.

—Que hace aquí señorita—muy serio miraba mi rostro.

—No entiendo a que se refiere, estoy de paseo señor—mire sus ojos sin entender.

Se acercó lentamente a mí quedando a mi altura, miro detenidamente mi rostro y fue bajando por mi cuerpo mordiendo sus labios.

 — Me puede explicar que le pasa y porque me mira de ese modo—Seguí sus ojos.

《Era un papasito, más de cerca se lo apreciaba mejor》

—Que pasa la inquieta mi cercanía—dice esto mirando mis labios.

—Es un maldito abusivo, idiota!!!— grité esto.
Sus ojos se prendieron fuego.

—Así, esa es su manera de defenderse, yo le daré una lección—

Me dio vuelta rápidamente, sosteniendo mis manos, puso unas esposas.

—Que hace!!!—pregunte molesta.

No me hizo caso y siguió con lo suyo.

Me sentó en una silla y él se sentó frente a mí, lo más cerca poniéndome muy incómoda.

Esto me excitaba a la vez que sentía miedo. Acercó su rostro al mío, casi respirábamos juntos al mismo tiempo. Sus manos recorrieron mis piernas desnudas erizándome la piel, sentía que estaba mal, pero a la vez mi coño chorreaba de deseo. Sus manos siguieron su recorrido abriéndome con sus piernas las mías, dejándome expuesta a él, bajo su mirada a mi entrepierna lamiendo sus labios. Mis bragas inexistentes no dejaban mucho ala imaginación.

—Tu coño se ve apetitoso y deseo comérmelo entero, preciosa—sus dedos tocaron toda mi vagina.

Yo solo lo miraba con la boca abierta y leves gemidos escapaban. Es que esto estaba mal, pero me gustaba, lo deseaba.
Más rápido tocaba mi clítoris provocando gemidos fuertes para callar estos, comió mi boca mordiendo mis labios, dio paso a su lengua probando todo de mí. Yo sentía que estaba empapada sus dedos asían magia. Bajo lentamente hasta quedar frente a mi sexo muy mojado y sus lamidas eran feroces llevándome a un éxtasis, pidiendo entre gritos que devorara todo mi coño en su boca, necesitaba terminar. Entre lengüetazos, chupadas y sus dedos hicieron chorrearme a mares llegando a un liberador orgasmo. Subió de nuevo, sentándose en la silla, quedando a mi altura.

—Deliciosa—volvió a besarme descontroladamente mordiendo mis labios.

Sus manos levantaron mi remera dejando expuestos mis senos, los miro detenidamente saboreándolos, luego metió un pezón dándome más escalofríos, mientras amasaba el otro, luego hizo lo mismo con el otro provocándome otro orgasmo. Mis jugos caían por mi pierna. 
Desabrocho su pantalón dejando su verga gruesa y gorda fuera, comenzó a tocarse mirando mis senos y coño descaradamente, sintiendo más deseo, querría que me poseyera de mil maneras, necesitaba que mi coño sea atendido. Entendió lo que quería y su mano sin ocupar se perdió en mi vagina provocando que gimiéramos sin control hasta derramarme en su mano y él terminar en la suya.

Me agarro de la cintura y de espaldas me sentó enzima de él, entrando en mí por completo, paso mis brazos por su nuca y moviéndose de arriba, abajo, dándome muy duro mientras amasaba mis pechos y chupaba mi cuello, provocando otro orgasmo. Era un semental y me estaba perdiendo en su fuego. Me dio vuelta quedando de frente sentada enzima de su verga, saltaba desquiciada de deseo y él mamaba mis pechos, lamia y chupaba a la vez, los mordía provocando más placer. Por un buen tiempo continuamos así, llegando juntos derramando toda la lujuria que sentíamos. Desabrocho mis esposas. Pero yo necesitaba más, necesitaba probarlo, quede frente a su verga metiéndola en mi boca por completo, agarro mi pelo asiendo que más profundo lo sienta, provocando que me folle la boca metiéndola y sacándola incontables veces sacando gemidos de su boca provocándome satisfacción. Termino dentro de ella tragando todo sabiendo deliciosamente bien.

Mire sus ojos —Delicioso— y nos besamos de nuevo sintiendo nuestras lenguas, jugar en lo más profundo de nosotros.

Sonó mi alarma asiéndome volver a la realidad y yo sudada y mojada a mares con las manos empapadas de mis fluidos por estar tocándome por este puto sueño erótico gracias a mis libros.

💗vota,comenta y seguime.

💗G.Arce.

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