EL TREN

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 Mauricio y yo éramos amigos con derechos, nos gustaba explorar fantasías alocadas cuando estábamos juntos, no estábamos hechos para ser novios, éramos muy diferente, pero en lo sexual éramos perfectos.

—Tina!—grita Mauri al otro lado de la puerta.

—ya vaaaaaaa!!!!—grito yo.

Vivía en un departamento no muy caro, ya que solo trabajaba de mesera, el resto estudiaba. Mauricio me dijo de vivir juntos, pero no lo soportaría, él era muy desordenado y yo exigente en que este todo perfecto, así no serviría de nada ni siquiera intentarlo.
  Abro la puerta y estampo mis labios en los suyos, devorarnos es poco, por falta de aire nos soltamos.

—valla, hoy estás muy caliente…—estira mis labios con sus dientes.

—/no, solamente no quería que empieces con tu sermón que es tarde—sonreí y di la vuelta caminando rápidamente.

—Tina, Tina—caminaba detrás de mí.

Por fortuna el taxi nos esperaba para llegar lo más antes posible ala estación. Porque tenía razón era un poco tarde.
《Aunque jamás le diría que tubo razon》reia mientras lo pensaba.

Llegamos, el cual reservamos un camarote para dos, queríamos experimentar en este viaje. El camarote era muy espacioso, este tenía hasta baño propio. Acomodamos las cosas y pedimos servicio. Una bella camarera muy coqueta nos trajo lo que pedimos, al salir contoneo más de la cuenta sus caderas y Mauricio no tubo reparo en verla con lujuria. Entre trago y trago nos besamos, su lengua entrelazada con la mía era puro fuego. Nuestros juegos eran muy excitantes, tanto que nunca sabíamos con qué saldría cada uno, es que al estar tan calientes experimentábamos deliberadamente.
Contonee mis caderas, seximente tocando mi cuerpo con mis manos, saque delicadamente mis prendas. Suerte me compré una ropa interior muy sexi para esta ocasión, la braga eran negra con encaje rojo y cadenas en los costados doradas, justo en las nalgas una mariposa decoraba, era tan trasparente que mi coño súper rasurado se notaba. Mis senos apenas eran cubiertos por un encaje rojo y mis pezones duros quedaban por fuera. El portaligas asía juego en negro. Su mirada me asía sentir deseada. Sus ojos no dejaban de recorrerme mientras me movía mostrando toda mi sensualidad. Torpemente por el alcohol, me sostuvo de la cintura pasando su lengua por mi vientre hasta llegar a mi sexo,lamió,chupo y mordisqueo asiéndome gemir. Él rápidamente se quitó la ropa desnudo completamente sostuvo su pene en su mano mientras continuaba chupando mi vagina. Tan excitados estábamos que no escuchamos que golpearon hasta que entraron, la camarera descaradamente miraba a nuestro lugar y sus ojos se mostraban dilatados.

  
—Disculpe señor y señora—dijo esto poniéndose roja.

—No te preocupes mi nombre Tina y el de mi amigo es Mauricio, un gusto—extendí mi mano acercándome a ella.

-—Anastasia, un gusto—recorrió mi cuerpo con sus ojos.

Reí mordiendo mis labios y camine a mi amigo derrochando sensualidad, llegue a él y corrí mi braga quedando mi vagina expuesta esperando sus lamidas, Mauricio miro mis ojos y bajo a mi sexo introduciendo su rostro en él.

—Si quieres Anastasia te puedes unir, sería delicioso probar tu coño—dije esto entrecortadamente por el placer que me proporcionaba mi compañero metiendo mi dedo en mi boca lamiéndolo mientras la miraba.

Se acercó a nosotros, sacándose la ropa solo quedando en bragas, ya que no traía corpiño la descarada.
Acercó su rostro tomando mis labios con desespero, sus manos estrujaban mis senos y Mauri se deleitaba con mi coño. Levanto su rostro mi amigo, quedando al frente del sexo de la morena cuál depredador corrió su braga, saboreo todo de ella provocándole espasmos, mientras sus dedos tocaban mi coño metiendo y sacándolos, besaba la boca de la morena, lamiendo su cuello llegue a sus tetas chupándolas intercaladamente con lamidas. Nuestros gemidos eran suaves, ya que alado había pasajeros. Ella buscó mis pezones rosados metiéndoselos en su boca, dejándolos muy duros. Pedí que subiera ala cama abierta de piernas, yo me puse en cuatro quedando frente a su sexo y mi amigo por detrás entro con todo en mí, mientras mi amigo me partía en dos, yo le asía un oral a Anastasia quien gemía y pedía más, llegamos los tres estallando en mil de sensaciones.

Mauricio se sentó en la cama mientras yo quedaba con el coño expuesto y Anastasia comía mi sexo extremadamente chorreante,chupaba, succionaba y metía sus dedos ayudando a masturbarme, yo le asía una mamada a Mauri metiendo todo su pene en mi boca provocando arcadas que me asían estremecer de placer, mis gemidos eran callados por la verga metida en mi garganta, me sentía con una lujuria desmedida. Lengüetazos exquisitos sentía en mi entrepierna, mi lengua trazaba todo su grosor asiendo jadear de deseo. Tan excitada estaba que derrame todo en la boca de la morena que chupo todo sin problemas. Seguía con mi juego en la verga de Mauri pedí a Anastasia que se una y las dos chupábamos al mismo tiempo asiendo que se extremesca sintiendo nuestras lenguas y salivas por toda su carne venosa, yo con mi mano tocaba el clítoris de la morena asiéndola babear por su raja. Seguimos con la tortura a su grosa verga asiendo que su líquido termine en nuestros rostros.La adrenalina de estar en un tren lo hacia más euforico y placentero.
Sabía que para Mauri era una fantasía estar con dos mujeres y además en un tren y también sabia que queríamos más.
Pidió que nos pongamos en cuatro exponiendo nuestros coños a su merced 
Su lengua delineaba nuestros sexos con ayuda de sus dedos, los metía y sacaba de una y luego lo hacía con la otra, chupaba con hambre nuestros coños provocando gritos de parte de las dos. Se paró posicionándose en mi entrada dándome sin clemencia, mientras tocaba el sexo de la morena, lo mismo hizo con ella le dio muy duro mientras sus dedos asían maravilla en mí.
Volvimos a terminar los tres en un grito que nos dejó exhaustos.

 Anastasia se fue rápidamente después de vestirse y yo quede con Mauri en otra ronda de sexo en la ducha de un tren.

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💗G.Arce

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