(IV)

147 18 0
                                    

Tal como lo había prometido cinco años atrás en Navidad, Jake estaba ahí, frente a Sunghoon con una rosa en su mano y una sonrisa grande y brillante en su rostro. 

― Te lo dije hace cinco años, exactamente cinco años. 

― Hace exactamente 197 besos, sí, llevo la cuenta ―Jake sentía sus manos temblar, Sunghoon estaba igual. 

― ¿Serías mi novio? 

― Con gusto. 

― Mierda, eso fue más difícil de lo que pensé ―para ese entonces ambos ya se habían presentado y sabían que eran destinados―. No me mires así, toma tu rosa y deja de mirarme. 

― Tu cabello sigue siendo un desastre. 

― Estamos al cuidado de Heeseung, no pudo peinarlo bien ―lo habían planeado así, sus padres tendrían una semana de vacaciones y Heeseung los cuidaría, todo estaba perfectamente planeado. 

― Y tú tampoco puedes. 

― Mamá me está enseñando a hacerlo, pero me gusta que se hagan ondas así. 

― Tal vez yo también tenga que aprender, en algún momento serás mi esposo y no pienso dejarte vivir con el cabello hecho un desastre ―Jake lo empujó suave y empezar una batalla de nieve―. Espera ―Jake se había caído― Te dije. 

― Claro, dilo cuando ya estoy en el piso. 

― Eres tan lindo, como un cachorrito. 

― Siempre dices eso. 

― No miento, eres muy lindo. 

― Algún día seremos dos ancianos viendo la nieve caer desde el balcón de su casa. 

― Te daré la mano y te diré lo hermosos que eres. 

― Te amo. 

― Te amo. 

Se recostaron y contemplaron el cielo estrellado, la nieve caía en sus rostros, pero no podía importarles menos. 

― Nunca me cansaré de decirlo, eres un desastre para planear cosas. 

― Lo sé, pero lo hice con el corazón, que es lo que te ofrezco, mi corazón y nada más que eso. 

― Lo que sí, eres muy bueno con las palabras. 

― Eso también lo sé. 

― El invierno es lindo contigo, te ves bien en la nieve. 

― No, ya sé lo que intentas y no, me niego, no lo haré ―Sunghoon lo levantó―. Sunghoon, no. 

― Eres muy liviano ―le hizo dar una vuelta en el aire. 

― Sunghoon, bájame. 

― No lo haré, es la oportunidad perfecta para hacer que patines un rato conmigo. 

― Bájame ahora mismo. 

― Ya dije que no lo haré, no importa lo que hagas. 

― ¡Park Sunghoon! 

― ¿Qué te da miedo? Jamás te dejaré caer, estás con alguien profesional 

― Me importa un carajo con quien esté. 

― ¿De verdad? 

― No. 

― ¿Entonces sí confías en mí? 

― Sí, pero sabes que me da miedo. 

― Ya dije que voy a estar contigo, sólo toma mi mano y agárrate fuerte. 

Sunghoon tenía un don para hacer que Jake se calmara, si tenía miedo sólo debía verlo a los ojos y se le pasaría, si se sentía fuera de lugar sólo debía recordar que estaba con Sunghoon y todo estaría bien, ese era el efecto que tenía en él. 

Sólo Jake podía conseguir que Sunghoon se arriesgara a hacer cosas que antes jamás hubiera considerado posibles para él, sólo Jake podía calmarlo antes de cada competencia, sólo Jake sabía como alterar sus sentidos de una forma que jamás había experimentado antes, sólo Jake despertaba ese creciente deseo en su ser, quería más de él, todo de él. 

― Te dije que no te soltaría. 

― Idiota. 

― Me amas de todas formas. 

― Por desagracia es cierto, te amo. 

― Algún día les contaré a nuestros hijos que su intrépido padre le tenía miedo al lago congelado. 

― Tengo miedo de caerme, es distinto. 

― Supongo. 

― Es distinto. 

― Tengo una pregunta. 

― ¿Qué cosa? 

― ¿Puedo gruñirle a ese idiota que se la pasa cerca de ti? 

― Pareces tan inocente ¿Quien pensaría que quieres pelearte con otro alfa? 

― Quiero pelearme por mi omega. 

― No soy un trofeo. 

― No es eso. 

― Jamás estaría con alguien más, confía en mí. 

― Confío en ti, pero no en ese tipo, a ese tipo le sacaría los ojos si se atreve mirarte así otra vez, además, tú no has oído las cosas que dice de ti, si no le he cortado la lengua es por misericordia ―Jake sonrió y acarició el cabello de Sunghoon. 

― Puedes hacerlo, me gusta sentirme protegido. 

― Bien, ya va a ver el idiota ese. 

― Pero no seas de esos típicos alfas celosos y posesivos o yo mismo te mato. 

― No soy así, es sólo que él me tiene harto, me conoces, jamás sería así de posesivo contigo, te amo. 

― Lo sé. 

Y una vez más, los fuegos artificiales se reflejaban en los ojos de Jake dándoles un toque mágico y único. 

"I still remember the first time we say "I love you", we said that we last forever. 

We laugh, not alone anymore, our winter love". 

Nuestro último diciembre | jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora