Nuestro último diciembre | jakehoon

(XXX)

El cumpleaños de Heeseung se acercaba y Kai no sabía que regalarle. 

― Mira, es fácil, se su regalo. 

― A veces quiero golpearte, pero ahora me caes bastante bien, gracias Hoon. 

― Te recuerdo que yo los conozco de antes. 

― Pero yo le caigo mejor a su padre. 

― Y yo a su madre. 

― Esto no es una competencia chicos. 

― Sunghoon, se supone que tú debías sacar a pasear a Layla y Jake, esperaba verte cuidando del jardín. 

― Cambiemos, yo me llevo a Layla y tú te quedas con el jardín. 

― Ok. 

Kai y Heeseung habían salido. 

― Es raro, salir sin preocuparme tanto de que alguien vaya a verme. 

― Lindo sería estar en Brisbane, con Hanna y los niños. 

― ¿Quién es Hanna? 

― ¿Nunca te conté? 

― No. 

― Cuando estuve en Australia fui voluntario en una guardería, ahí conocí a Hanna, nos hicimos amigos y bueno, no la he visto en un tiempo, además de que estar rodeado de niños es lindo, hasta que se ponen rebeldes, pero de todas formas. 

― Te imaginé con los delantales que usan las maestras de guardería. 

― No jodas, pero sí, me tocó usar uno una vez, tenía que ayudar a los niños en el día de cocina. 

― ¿Qué es un día de cocina? 

― Los niños, Hanna y yo preparábamos la comida, es decir que Hanna y yo hacíamos el trabajo y los niños hacían cosas como amasar o mezclar, normalmente hacíamos postres. 

― Suena divertido. 

― Lo sé, pero puede ser un verdadero infierno si uno de los niños se lastima, no importa cuanta atención pongas siempre pasa algo, los niños se pelean o se lastiman, una vez una señora llegó muy enojada a reclamarme porque su niño había llegado con un pequeño rasguño. 

― ¿Cómo se lastimó? 

― Bueno, estaba jugando y se cayó, creo, era el turno de Hanna, yo estaba en descanso, la cosa es que le desinfectamos la herida y le pusimos una curita, era una herida superficial, muy superficial, pero su madre estaba loca de ira, furiosa, ella era joven, creo que tenía como 30 años, era su primer hijo. 

― Supongo que todos los padres son sobreprotectores con su primer hijo, debe ser el miedo de que algo malo les pase y no puedas protegerlos. 

― Sí, solía creer que era algo ridículo, pero yo era igual con mi hermano cuando éramos niños, debe ser algo parecido, pero no es tan ridículo después de todo, los niños son débiles en indefensos, Jake siempre se lastimaba y yo siempre le curaba las heridas, después llegó Hoon y fue él quien curaba sus heridas y le ponía un freno. 

― Lo cuidas demasiado. 

― Sí, toda mi vida me dediqué a cuidarlo que cuando ya no tenía que hacerlo fue un poco triste, Jake siempre será mi hermano menor, pero ahora entiendo que no hay necesidad de sobreprotegerlo, puede cuidarse solo. 

― Y es gracias a ti, si no hubieras estado para él, Jake no sería lo que es ahora, obstinado y un gran chico. 

― Siempre fue tan terco. 

― Créeme, Jake te adora. 

― Lo sé, ahora él me sobreprotege a mí. 

― Es tu hermano, Hiyyih también es así conmigo y con Lea noona. 

― Los menores son raros. 

― Es una forma de mostrar agradecimiento, podemos llegar a ser molestos, pero nos preocupamos. 

― Lo sé, hubo un tiempo en el que nos distanciamos, estaba celoso porque Jake tenía toda la atención de nuestros padres y yo siempre tenía que cubrir sus desastres, incluso llegué a decirle cosas muy hirientes, hasta que un día explotó y me restregó en la cara todas las cosas que había hecho por mí, estaba tan enojado y herido, me gritaba y lloraba, fue cuando entendí que Jake también tenía la presión de nuestros padres sobre sus hombros, me sentí tan estúpido por haberlo tratado de esa manera. 

― Es difícil saber lo que los otros piensan, por eso es mejor nunca hacer conjeturas sobre los sentimientos o pensamientos de otros, es lo que creo, digo, puedes pensar que estás haciendo lo mejor para una persona, pero resulta que sólo lo estabas lastimando, nunca se puede estar 100% seguro. 

― Es cierto, nunca se termina de conocer a una persona. 

Kai quería conocer y amar cada parte de Heeseung y tal vez el sentimiento fuera mutuo. 

Heeseung necesitaba color en su vida. 

Kai necesitaba un toque de madurez. 

El complemento perfecto.