(XV)

112 12 2
                                    

No podían posponerlo por siempre, no importaba si no se sentían lo suficientemente listos. 

― Mamá, papá, tengo que decirles algo. 

― ¿Qué sucede pequeño? ¿Por qué tienes esa expresión? ¿Pasó algo cuando no estábamos? 

― Bueno, Jake está en cinta ―aprovechó un momento de valentía para decirlo―. Lo siento, sé que ahora mismo piensan que soy una decepción y seguramente están enojados, pero no se descarguen con Jake, por favor. 

― Yo no te eduqué para ser un cobarde, hijo, te amamos y es bueno que te hagas cargo de tus errores, además jamás nos descargaríamos con Jake, lo que sí, hablaremos con sus padres, quédate tranquilo. 

― Podemos hacer que Jake reciba atención en una de las mejores clínicas del país o del extranjero, no están listos para tener hijos. 

― Gracias. 

― Ven aquí. 

― No llores muchacho, no te daremos la espalda. 

― Es sólo que sigo tan asustado. 

― Estamos contigo. 

Los padres de Sunghoon no eran un problema, el verdadero problema llegó cuando se enteraron los padres de Jake. 

― Mamá, no puedo tener un hijo. 

― Eso lo hubieras pensado cuando fuiste a acostarte con ese inútil. 

― Baekji, entiende, Jake es muy joven, no podrá con esta situación. 

― Está en esta situación por culpa de tu hijo. 

― Baekji, tranquila. 

― Mi hijo no será un asesino y si tu hijo no quiere hacerse cargo de lo que hizo, mi familia y yo nos iremos de vuelta a Australia, no nos verán jamás. 

― Sunghoon, llévate a Jake, tenemos que hablar entre adultos. 

― No, no toques a mi hijo. 

― Jake, ven ―el chico obedeció, se sentía tan asustado. 

Jake temblaba de miedo, jamás había visto a su madre tan enojada y su padre no le dirigía la palabra, tenía mucho miedo, estaba aterrado, pero Sunghoon estaba con él. 

― Tranquilo, son tus padres, ellos jamás te harían daño. 

Por un par de días más la situación estuvo muy tensa entre ambas familias, Heeseung intentó razonar con sus padres, pero sólo consiguió que lo manden con un tío a otra ciudad. 

Jake lloraba y se negaba a hablar con alguien más que no fuera Sunghoon, no comía y no salía de su habitación. 

Al final se tomó la decisión de que el embarazo continuaría y que tendrían la opción de dar en adopción al cachorro. 

― Odio que decidan por mí, no es su vida, es mía.  

― Jake. 

― No digas nada, sólo abrázame. 

― Está bien. 

También se acordó que Jake se mudaría a la casa de Sunghoon, Heeseung volvió y los ayudó bastante a evitar la ira de los padres de Jake. 

― Jake, sabes que si fuera por nosotros no te obligaríamos a tener un hijo ahora. 

― Lo sé señora, no se preocupe, estoy bien. 

Nuestro último diciembre | jakehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora