— ¿Cómo está la cena? Es comida rusa. — Iván le preguntó a Wanda sentado en el asiento principal de la mesa.
— De hecho, muy buena. Mi familia solía prepararla mucho, tenemos costumbres parecidas. — respondió Wanda con una sonrisa.
Natasha detuvo la cuchara frente a su rostro cuando observó cómo Wanda estaba demasiado animada de forma tan repentina, cambiado todo de lugar en la mesa y hablando demasiado.
— Pietro solía amar el caviar. — Wanda agregó cambiando la ensalada de un plato a otro y sirviéndose más jugo de la jarra.
Iván parecía encantado por ella. Pero Natasha la conocía mejor.
— ¡Oh, miren la hora! — Wanda saltó sobre su asiento observando su celular. — Debo irme a estudiar.
— No tenemos exámen. — Natasha entrecerró sus ojos intentando analizar todas sus facciones.
— Extracurriculares. — Wanda respondió con total normalidad.
Se levantó de la mesa tomando su abrigo.
— Wanda, espero esto no haya sido incómodo para tí... — Iván se lamentó observando como la adolescente se levanta de la mesa con apuro.
— Oh, no, no. No se preocupe, todo está bien. Es que en serio ya debo irme.
Él asintió comprendiendo. Y sin darle una última mirada a Natasha, Wanda caminó hacia la salida.
Wanda miró el plato de Wanda casi intacto.
Espera, ¿Wanda acababa de hacer toda una escena en sus rostros y Iván le creyó?
— Vuelvo en un minuto. — Natasha murmuró a su padre y luego se levantó para perseguir a la Sokoviana.
Wanda bajó las escaleras de la entrada principal con rapidez.
— Wanda. — Natasha la llamó haciendo que se detuviera en seco.
Wanda se giró lentamente encontrandose con la mirada acusadora de su ex novia.
— ¿'Debo irme a estudiar'? Te conozco mejor que eso. — espetó Natasha observando la expresión corporal de Wanda. — Todo lo que hiciste en la mesa, ¿Crees que no sé a lo que estás jugando?
— No sé de qué hablas. — Wanda se burló pero Natasha pudo ver la mentira detrás de sus ojos.
— ¿Por qué no me dijiste que recaíste? — Natasha murmuró. Las palabras saliendo de su boca tan rápido que ni siquiera pudo detenerlas.
El rostro encantador y falso de Wanda cambió por completo a un semblante serio y frío. Ella había vuelto a su escudo protector del que nadie podía sacarla.
— ¿Ahora te importa? — Wanda respondió cortante.
Natasha frunció el ceño.
— Siempre me haz importado. — Natasha dijo bajando las escaleras de la entrada llegando hasta ella.
— No, no siempre te he importado. — Wanda siseó entre dientes. — 'Honestamente nunca pensé que tuvieras sentimientos' — replicó observando como Natasha cerraba los ojos recordando la frase dicha por ella hace tanto tiempo. — ¿Crees que me olvidé de esa mierda? ¿Crees que olvidé cómo te sentiste en derecho a utilizarme solo porque no me conocías? — Wanda bufó riéndose con ironía en el rostro de Natasha. — No digas que siempre te he importado Natasha, no me mientas en la cara.
— Eso no es así. Quizá lo fué en ese entonces, era una cobarde, quizá todavía lo soy y cometí errores que quizá seguiré cometiendo. Pero mi amor por tí no fué un juego o una apuesta. — Natasha insistió buscando sus ojos con desesperación. — Yo daría todo por tí.
— No, YO daría todo por tí. — Wanda la corrigió, sacándose el anillo de su dedo pulgar y tomando la mano de Natasha para dejarlo en la palma de su mano. — Las personas que me atacaron lo hicieron por tu asqueroso anillo. Por eso llegue golpeada ese día, porque me atacaron y me defendí. Ni siquiera sé que hubiese ocurrido si jamás hubiese tenido conocimiento de karate. Probablemente fueron las mismas personas que atacaron a aquel chico el año pasado. No lo sé, no me interesa. ¿Pero sabes qué? He recibido demasiados golpes por tí, he recibido demasiado odio por simplemente estar a tu lado, he recibido las peores decepciones viniendo de tí. Yo literalmente moriría por tí.
Natasha sintió como su respiración quedaba atascada en su garganta. Sabía que le había causado daño a Wanda, pero jamás creyó que se sintiera de ésta forma. Podía ver el odio a través de sus ojos verdes, los mismos ojos que sin palabras le decían todos los días 'te amo'; ahora lucian apagados y enojados. Y todo era por su culpa.
— Yo...
— No digas nada, Natalia. Tú y yo, terminamos para siempre. — Wanda la silenció con un nudo en la garganta dándose la vuelta para volver a su casa.
Graciosamente y como el típico cliché. Los truenos se escucharon en el cielo y gotas de agua comenzaron a caer sobre la escena. Los pies de Natasha caminaron por voluntad propia hasta la entrada del jardín sin importarle la lluvia en lo absoluto, deteniéndose al ver a Wanda entrar a su casa.
¿Cuándo había recaído? ¿Había sido por su culpa? ¿Su familia lo sabía? ¿Pietro lo sabía?
Su corazón iba a mil por segundo y su cerebro era un huracán de emociones.
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.Lamento el capítulo corto y lamento la tardanza. 🙏🏼
Quiero aclarar que toda la escena que hizo Wanda durante la cena fué producto o síntoma de su anorexia nerviosa.
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TODAVÍA LA RARA | Wandanat. #2 ©
Fiksi Penggemar¿Qué pasó con las vidas de Wanda y Natasha después de la boda de Iván Alianova?. Secuela de 'La Rara' siguiendo los eventos del primer final alternativo.