SIETE

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Ashton escribió en la puerta del baño del instituto que amaba a Maggie. Mientras esta solo vaciaba su botella de coca-cola y se quedaba observando los dibujos que había creado con su lapicera de tinta azulada a lo largo del mes de mayo. Todos llevaban algo en común, estaban echos con tinta de demonios, con imaginación intoxicada y sus ojos no querían ver que la verdad de los dibujos era que deseaba escapar.

Ashton se quedó observándose en el espejo de los baños de caballeros, observando sus ojos rojos, inyectados en sangre por culpa de la marihuana que terminó de fumar en su auto junto a Maggie. Pero esta era ya inmune a las drogas, sus efectos casi no la perjudicaban, era como si solo mirase su cigarrillo apagarse en vez de fumarlo, lo único que obtendría con ello era oler a tabaco, pero no joder sus pulmones.

Los directivos entraron a la habitación en construcción, en donde Maggie se escondía, la encontraron con la caja de tabaco en mano y un cigarro apagado en sus dedos, esta al asustarse dejo caer sus dibujos al suelo y sin darse cuenta golpeo una lata de pintura azul, la cual termino ensuciando el suelo. Y ahora su objetivo se hacia realidad... la expulsión.

Ashton sintió en ese preciso instante un horrible dolor en el pecho. Pero solo cerro los ojos ante su reflejo.

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