ONCE

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Erin estaba sentada en el sillón de cuero negro, con las piernas cruzadas y con una pequeña sonrisa fingida. La falda ajustada azul, revelaba sus largas piernas y el pequeño top negro, mostraba el escote de la chica. Se mantuvieron todos en silencio, porque Erin no estaba sola, estaba con dos chicos más, la habían invitado a pasar la tarde para beber y fumar. Erin llevaba la cuarta lata de cerveza en la mano, vacía. Y el chico de ojos azules le sonrió junto a un guiño de ojo artificial.
Erin le devolvió la sonrisa y se sintió demasiado incómoda, nerviosa, casi asustada. Si su madre se enterara de que esta vestida demasiado provocativa en la casa de dos chicos, se enfadaría un montón. Pero sus padres nunca se entrarían ¿no?
El de ojos azules se sentó a su lado, y sin avisar le dio un corto beso, luego otro y otros más. Eran los chicos, amigos de Ashton con los que estaba. Así que se dejó llevar, pero sin tener ánimos ni ganas de que sucediese algo. El chico metió sus grandes manos bajo la pollera de la chica, el otro... El de ojos oscuros se acercó a ellos y le comenzó a tocar los senos a Erin. Ella estaba casi borracha, y tenía un terrible dolor de cabeza. Ellos podían hacer lo que quisieran con el cuerpo de Erin, porque esta no reaccionaria siquiera... Solo lloro, sus lagrimas se deslizaban por las mejillas, y los dos chicos aprovecharon la ocasión, sin dudas no la dejarían escapar.
El de ojos marrones, encendió la cámara y comenzó a grabarla, mientras le quitaba la ropa se reían entro ellos.
Sus caras no eran filmadas, solo sus risas y manos, como la tocaban, como la abusaban.

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