- CAPITULO 4 -

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El día paso volando y ya era hora de que Emmet regresara a casa, no solo por que su pierna se habia recuperado, tambien por el echo de que empezaria a trabajar desde el lunes y su casa le quedaba más cerca del trabajo, sin mencionar que realmente no queria ser una molestaria para quien le habia salvado la vida. Estaba en deuda por eso pero, desde que lo conocio no hizo más que cuidarlo, a su manera.

- Bueno creo que esto es una despedida, ¿Verdad? - Decia con un sonrisa forsada

Hace mucho tiempo que no tenia a alguien a su lado despues de todo Lucy estaba cada vez más ocupada con su trabajo, y sus compañeros de trabajo no lo veian como un amigo o alguien realmente importante, algo que al principio lo dejo muy abatido, sin embargo al conocer a Lucy se habia acostumbrado pero, incluso ahora ella estaba comenzando a abandonarlo por diversas razones. Es por eso que al conocer a Rex se sintio mucho más tranquilo, a pesar de que este viera el mundo de manera diferente, eso no les impidio ser amigos ya que asi se mostraban cosas nuevas el uno al otro, al menos asi habia sido hasta ahora.

- Tranquilo niño, que ya no vivamos juntos no significa que tenemos que dejar de hablar - Dijo apoyandose en el marco de la puerta dedicandole una sonrisa

En ese momento la alegria volvio a Emmet, se lanzo a abrazarlo sin pensarlo dos veces sorprendiendo a Dangervest, el cual no tardo en conrresponder el abrazo, Rex no era para nada sentimental pero habia algo en Brickowski que no le permitia pensar con claridad.

- Mejor vamos a festejar, hay un lugar que me gustaria mostrate - se aparto del menor soltando el abrazo para cerrar la puerta de su casa, despues de todo era un barrio muy peligroso, no tanto como él, pero no hacia daño prevenir antes que lamentar.

Segundos despues salieron de aquel pequeño edificio, para dirigirse al callejon donde le gustaba estacionar -por no decir estrellar- su motocicleta.

- Sube - ordeno mientras este montaba aquel vehiculo

- Oye ¿Y si le pusiste frenos esta vez? - se sento atras suyo con la esperanza de que este dijera que si

- No, pero ya demos el paseito - no le dió tiempo de responder al menor y acelero provocando que este soltara un grito por el susto mientras lo abrazaba por miedo a caerse, cosa que al mayor le saco una gran carcajada - ¡Abre los ojos, niño! - decia con una sonrisa en el rostro, mientras Brickowski aun se aferraba al mayor como si su vida dependiera de ello, aun que posiblemente sea así

Anteriormente habia montado aquella moto, sin embargo, no a esa velocidad, incluso podia sentir el viento en su rostro lo que no se sentia tan mal, en un impulso de valentia decido abrir los ojos para observar la bella y brillante ciudad en esa oscura noche

- Wow - era realmente emocionante, no sabia si era la adrenalina en su interior o se habia vuelto loco, era una emocion que jamás habia sentido antes y tal vez no lo hubiera sentido nunca de no ser por Dangervest.

- ¡¿Lo sientes?!

- ¡Si! ¡Lo siento! ¡Me asusta, pero me gusta!, ¡Yuuu-hu!

Se la pasaron muy bien en aquel paseo nocturno, en especial cada vez que la motocicleta circulaba, era un sentimiento unico, momentaneo pero unico.

Dieron unas cuantas vueltas antes de llegar al lugar deseado, su entorno cambio drasticamente. Pasaron de estar en el barrio más peligroso de la ciudad a estar en el bello centro de la ciudad, las luces que iluminaban el cielo nocturno brillaban más que mi futuro creando una bella vista.

Ya habian llegado a su parada el cual era un edificio bastante alto, algo que sorprendio al menor, quien se limito a seguir a Dangervest dentro del edifico pasando por aquella puerta giratoria. Una vez dentró, el mayor camino sin titubear directo al asensor del lugar, parecia que conocia cada rincon del edificio como si ya hubiera estado en aquel lugar, mientras tanto el menor se limitaba a seguirlo mientras contemplaba su alrededor, nunca habia tenido la oportunidad de visitar algún lugar como ese, debido a que no tenia amigos con los que ir.

Una vez dentro del asensor Rex espero que el menor entrara para apretar el boton que los llevaria al piso cincuenta y siete. Mientras esperaban a llegar, el mayor se apoyo a una pared cruzando los brazos, por otra parte Emmet solo podia jugar con sus manos mientras veia a su alrededor.

- Oye, Rex ¿Qué hacemos en un lugar como este?

- ¿Aun no lo reconoces, niño? - el asensor se detuvo y empezo a abrir las puertas mostrando un bar bastante elegante.

- Nop 😕 ¿Donde estamos? - pregunto el menor

- Esto no puede ser mas obvio - dijo entrando al lugar, seguido de Emmet - Este es el bar más famoso de la ciudad - aclaro mientras caminaba hasta la barra del bar con Emmet destras suyo.

El lugar era impresionante, contaba con espacios cubiertos donde tomar un cóctel, o picar algo ligero. Pero el plato fuerte era, sin duda, la vista sobre esta zona céntrica de la ciudad repleta de carteles luminosos, mostrando un bello panorama.

Emmet estaba asombrado, sin embargo, se sentia algo incomodo ya que muchas de las personas en el lugar era gente elegante y de traje mientras que ellos vestian de forma más simple, ya que Rex en ningun momento le dijo a donde irian. Las miradas de aquellas personas comenzaban a incomodarlo pero a Rex parecia no importarle en lo más minimo. Para su sorpresa el lugar estaba lleno de personas, más que nada mujeres de entre 20 a 25 años

-  Rex ¿Por qué estamos aquí?

- Vamos a festejar, y para eso no hay nada mejor que una buena copa - se sento en una de las sillas frente a la barra

- Pensé que lo mejor para festejar era una fiesta - aquellas palabras llamaron la atención del bartender del lugar, quien rapidamente se acerco a ellos con una sonrisa.

- Vaya, vaya... pero si es Rex Dangervest, han pasado años, y parece que has hecho un nuevo amigo - dijo dirigiendo sus ojos a Emmet

- Hola - sonrio de forma amigable

CONTINUARÁ...

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