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JungKook pensaba en muchas cosas, su mente le había traído recuerdos de esa dolorosa infancia que vivió. Su madre era la que más trabajaba para mantener su pequeño hogar, su padre era una persona alcohólica y que le gustaba apostar. El dinero que su madre ganaba, gran parte de él estaba destinado a los gastos de su padre quien les agradecía dándoles golpes. JungKook vivió en un hogar violento, su madre murió por las fuertes golpizas que le daba su padre, este terminó en la cárcel y él, tan solo tenía doce años. A los tres años se enteró que su padre había muerto en la cárcel. Sus tías solían apoyarlo con algo de comida, junto a unos vecinos, gracias a ellos pudo sobrevivir estos años. Cuando tuvo quince años, trabajaba en una pequeña tienda ordenando los productos y limpiando. Ahí conoció al señor Woo que se enteró de su trágica situación y decidió ayudarlo.

Cuánto iba la tienda a comprar algo, también pedía algo extra para dárselo a él. Pasó un año así, hasta que el señor Woo le ofreció un mejor puesto de empleo que en el futuro, le daría mucho dinero. Ser agente secreto, eso jamás estuvo en los planes de JungKook, pero decidió aceptar la propuesta. Desde ese momento se convirtió en aprendiz de esa agencia, a los dieciocho años era todo un agente secreto, trabajo en varias misiones siguiendo su papel de estudiante que se acercaba al hijo o hija de una familia y se hacían amigos.

Pero fué en una de esas misiones que conoció a su primer amor, un lindo omega de piel nivea, ojos marrón claro, cabellos negros, junto a una hermosa sonrisa. Sabía que una regla era no enamorarse de alguien que formaba parte de la familia investigada, pero esa fué su primera excepción. Se enamoraron, vivieron por unos meses ese amor adolescente con el cuál muchos sueñan vivir.

Pero nada terminó bien, cuándo pensó que había confianza mutua en ambos, JungKook le confesó a qué se dedicaba y cuál fué el motivo principal por él cuál se acercó a él y luego a su familia.

Recibió un rotundo rechazo, lo odió, aquel omega ya no lo veía con esa dulce mirada que lo conquistó, ahora su mirada hacia él era fría y llena de odio y rencor.

Su corazón se rompió. Aquella familia, para su buena suerte, no divulgó a qué se dedicaba, aquel omega decidió irse al extranjero a vivir junto a su familia.

Pasaron los años, tenía dinero, pero no amor, no tenía la compañía de un omega. Hasta que llegó a sus manos la misión de investigar a la familia Min, lo cuál involucraba, ser cercano a Min YoonGi.

Tenía miedo de que la historia se repitiera, no soportaría si YoonGi se iba de su lado

Pero tampoco tenía la valentía a renunciar a su empleo que el señor que lo apoyó le dió.

Había llegado al departamento de YoonGi quién le había enviado un mensaje para que vaya, al parecer tenía algo importante que decirle. Al llegar a la puerta del departamento de YoonGi, tocó el timbre. Espero unos minutos, no escuchó nada, volvió a tocar el timbre, escuchó unos pasos y luego como la puerta se abría dejando ver a YoonGi quién lo dejó entrar a su departamento y cerró la puerta otra vez.

— ¿Ha pasado algo? - JungKook le preguntó a YoonGi -

— Quiero que seas mi acompañante para ir a una fiesta - YoonGi confesó - es esta noche, espero tengas tiempo - YoonGi agachó un poco la mirada -

— ¿Fiesta? - JungKook lo pensó un momento, sería una buena idea divertirse, además que su corazón se había acelerado al ver que YoonGi había pensado en él - está bien, iremos.

Los ojos de YoonGi brillaron de felicidad y abrazo con fuerza al alfa quién correspondió al abrazo mientras aspiraba el aroma de su omega, lo sentía un poco más intenso.

— Es una fiesta de cumpleaños del hijo de unos de los amigos más cercanos a mi familia- YoonGi se separó de JungKook - la verdad es que no me llevo muy bien con él, pero estando contigo me sentiré mejor.

Prohibido enamorarse / KookGiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora