Habían pasado cinco días. JungKook se iba acostumbrando a su nuevo hogar. Su celular la mayor parte del tiempo lo tenía apagado, el señor Woo lo había estado llamando constantemente, lo había bloqueado pero empezó a llamarlo desde otro número así que decidió mantener su celular apagado. Seguramente el señor Woo quiere explicaciones por dejar la casa que le había dado sin avisarle, sabía que estaba mal traicionar a la persona que lo ayudó cuando más lo necesitó pero ya no podía seguir escondiéndose. Si seguía solo en esa casa iba caer en depresión y terminaría muriendo lo cuál también pondría en riesgo la vida de YoonGi ya que el lazo que tenían aún no se rompía por completo pero sabía que en menos de un mes tal vez si se rompería por completo el vínculo.
No sabía cómo acercarse a YoonGi, no podía ir a tocar su puerta y decirle: Hola YoonGi, mi nombre en realidad es Jeon JungKook y vengo a pedirte una disculpa.
Definitivamente YoonGi lo golpearía y le diría mil y un insultos además de llamar a la policía o algo así. Sentía que debía ganarse un poquito más la confianza y amistad de YoonGi para revelarle quién era en realidad aunque su lobo insistía en que debía apresurarse ya que consideraba a Taewoo como una amenaza y que podría estar enamorando al omega o que YoonGi podría empezar a enamorarse de Taewoo.
— Si el decide enamorarse de Taewoo nosotros no tenemos nada que hacer - JungKook respondió -
Pero es nuestro omega.
— El lazo pronto se romperá además, no estamos junto a él y no creo que el nos siga considerando como su alfa.
Por eso debes disculparte pronto, ya casi ha pasado una semana, no te quedarás toda la vida así ¿O si?
— Por supuesto que no, me disculpare con YoonGi pero de la mejor manera, no quiero acelerar las cosas y quiero que el confíe en mí y no me tenga miedo, estoy seguro que ahora sospecha de mi por mi forma de vestir.
Solo no dejes pasar demasiado tiempo o te arrepientas después.
JungKook no le respondió a su lobo y siguió mirando por la ventana de su habitación. Miró hacia un costado encontrándose sobre una mesita una carta. Aún no la había entregado a su destinatario.
Con YoonGi.
El omega definitivamente no la estaba pasando nada bien. Su celo había comenzado y estaba desesperado, sentía fuertes espasmos en su interior. No entendía porque su celo estaba tan fuerte, había tomado los supresores pero no ayudaron en mucho y su lobo no paraba de llamar a un alfa.
Necesitaba la compañía de alguien, Taewoo pronto llegaría como parte de las visitas diarias que siempre le daba. Recordaba que el alfa le había dicho que le avisara cuando entrara en celo pero no lo había echo. Tal vez sentir el aroma de Taewoo lo ayudaría a controlar su celo, necesitaba de un alfa.
El timbre sonó, YoonGi a pasos torpes se acercó a la puerta y la abrió, nisiquiera se fijó en quién era, solo lo abrazó y escondió su rostro en el cuello de esa persona para aspirar su aroma pero al no encontrar su aroma se puso alerta e inmediatamente se alejó del desconocido quién se había quedado quieto.
— ¿Q-quien eres? - YoonGi se quejó al darse cuenta que no era Taewoo -
— S-soy Hwan Junghyu - JungKook tragó grueso, sabía en qué situación se encontraba YoonGi, podía sentirlo - Y-yo solo vine a entregarle esta carta - JungKook le extendió el sobre blanco a YoonGi quién lo recibió - Jang Choyeong no pudo entregarle a Park Seungcheol que es el encargado de este piso así que me pidió que se la diera a usted y luego tú se la dieras a él, me dijo que eras el ayudante de él.
— E-entiendo - YoonGi asintió - se la daré.
Hubo un silencio incómodo entre ambos.
— ¿Has tomado supresores? - JungKook preguntó - tu aroma se puede sentir desde afuera de tu departamento, podría ser peligroso - sabía que si no fuera por la gorra y la mascarilla que tenía puesta se notaría el sudor que le recorría, el fuerte aroma de YoonGi estaba haciendo efecto en él -
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Prohibido enamorarse / KookGi
عشوائيMin YoonGi era el Omega deseado por cualquiera, tenía "algo" que terminaba por encantar a los alfas quiénes terminaban indicando al omega como su 'omega ideal' Muchos habían caído en sus encantos, YoonGi adoraba jugar con los sentimientos de los dem...